Virginia Bolten
Durante la última
dictadura cívico-militar-eclesiástica, Argentina estaba sometida a un
embargo internacional de ventas de armas por violaciones a los DD.HH. No
obstante, este embargo fue incumplido por Israel. Hubo múltiples
contratos de ventas de material bélico israelí a Argentina que incluyó:
aviones Mirage IIIC y A-4E Skyhawk, sistemas de alerta radar, camperas
de abrigo, munición, misiles Shafrir y equipos de comunicación.
Asimismo, muchos técnicos israelíes realizaron la instalación de estos
equipamientos y brindaron asesoramiento militar.
El monto de las
mencionadas compras ascendió a los U$S700 millones, lo que equivaldría
al día de hoy un monto aproximado de U$S1.400 millones. Las compras se
realizaron vía Perú, donde aviones de Aerolíneas Argentinas retiraban el
material bélico desde el aeropuerto de Lima y lo trasladaban a Buenos
Aires. Una de las compras que realizó la dictadura militar fue por
aviones durante la guerra de Malvinas, los mismos llegaron una vez
finalizada. Las transacciones se realizaron por medio de la empresa
Isrex -instalada en Argentina desde 1968- que actualmente suministra
entre otras cosas, sistemas de riego por dispersión.
Esta venta de
armas tuvo repercusiones negativas en la relación de Israel con Gran
Bretaña. No obstante, no perduró en el tiempo. En el 2017, Reino Unido
lanzó un millonario plan de compras de armas para las Islas Malvinas. En
el segundo trimestre del año, el Reino Unido llegó a un acuerdo con el
departamento de defensa de Israel por U$S95 millones, según informó el
portal Mercopress.
La
compra de armamento es a la empresa israelí Rafael Defense System. El
sistema incluye una red de gestión de batalla, comando, control,
comunicaciones e informática (BMC4I). Junto con la asociación de una
empresa británica, suministrará un sistema de misiles para defensa aérea
terrestre para el año 2020.
El periodista Hernan Schiller, uno de los fundadores del Movimiento Judío por los Derechos Humanos, detalló en el artículo El judaísmo oficial y la dictadura los
vínculos israelíes con la dictadura. En la nota informa sobre la
expresión de Reneé Epelbaum, una de las fundadoras de Madres de Plaza de
Mayo, quien tiene sus tres hijos desaparecidos “No quisiera enterarme
que a mis hijos judíos los mataron con armas israelíes”. Asimismo
Schiller detalla que Eduardo Luis Duhalde, durante una entrevista a un
policía arrepentido de los crímenes de la dictadura, informó que Herzl
Inbar -ministro consejero de la embajada de Israel en Argentina- les
brindaba “instrucciones antisubversivas”.
En otra nota, publicada en Página 12, El judaísmo oficial, la dictadura y el “Pirkei Avot”,
Schiller transcribe lo que María Gutman, de Madres de Plaza de Mayo,
publicó en el periódico Nueva Sion: “He leído con atención este escrito
aberrante que es el ‘Informe oficial de Israel sobre desaparecidos
judíos en la Argentina’”. “No me sorprende el descaro y la desfachatez
de las autoridades israelíes, que no dicen absolutamente nada de su
nefasto papel en esa época. Israel, al igual que sus patrones
norteamericanos, le dio a la dictadura apoyo económico, político, moral y
armamentístico. Nuestros queridos hijos sufrieron una doble
persecución: por parte de los fascistas uniformados, que los torturaron y
los hicieron desaparecer. Y, también, por parte de los fascistas
judíos, que armaron a los asesinos. Cuando en 1982 el primer ministro
Shamir vino a Buenos Aires, no nos quería recibir. Shamir es un fascista
y yo soy antifascista. También lo era mi hijo. Y yo estoy profundamente
orgullosa de los sueños revolucionarios y de las luchas de mi hijo. Que
era judío y, a lo mejor, fue asesinado con armas israelíes”.
En
declaraciones al medio DelaCole.com, Herzl Inbar, quien dirigió la
embajada israelí en Argentina durante aquellos años, expresó: “No es un
secreto que en aquella época, antes de ella y después de ella teníamos
con la Argentina relaciones vinculadas al negocio de las armas”. Luego
continuó: “Eso posibilitó una mejor llegada a los militares en el poder.
Habría que mirar esto bajo dos opciones; una simple por la cual nos
hubiésemos prohibido comerciar con un país así y la otra, la pragmática,
nada fácil. Cuando tuvimos que localizar shlijim del Hashomer Hatzair
que desaparecieron en Córdoba en 1976, logramos hacer esto en horas
gracias a nuestros vínculos con el poder. Si; estuve sentado con los
asesinos pero pensamos que era la mejor forma de salvar judíos”.
La
dictadura argentina tuvo un sesgo profundamente antijudio. De hecho,
muchas de las teorías conspirativas como el “Plan Andinia” surgieron en
el seno de la dictadura militar. Esto no se debe confundir con la
evaluación de territorios a ocupar por el sionismo; unas de las opciones
analizadas fue la patagonia argentina. En la dictadura hubo 2000
personas judías detenidas-desaparecidas, el 1% de la comunidad
argentina, un número mayor a la comunidad en general.
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