¡Alerta!
| En el 2016 el gobierno del ex presidente Rafael Correa suscribió el Acuerdo Comercial con la Unión Europea, siguiendo la forma tradicional de operar de todos los gobiernos anteriores, sin consulta y de espaldas al pueblo ecuatoriano. Este hecho abrió las puertas para que el actual gobierno de Lenín Moreno, a través de la cartera de Comercio, proponga un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. | 
A pesar de los 
principios de soberanía nacional, de resguardo de la producción local y 
nacional, y del carácter garantista, plasmados en la Constitución de 
2008, en el año 2016 el gobierno del ex presidente Rafael Correa 
suscribió el Acuerdo Comercial con la Unión Europea, sumándose al 
tratado ya firmado por Perú y Colombia. Siguiendo la forma tradicional 
de operar de todos los gobiernos anteriores, el Acuerdo con la UE se 
hizo sin consulta y de espaldas al pueblo ecuatoriano. 
 Este 
hecho abrió las puertas para que el actual gobierno presidido por Lenín 
Moreno, a través de la cartera de Comercio, proponga un Tratado de Libre
 Comercio con Estados Unidos. A los anuncios públicos del ministro se 
suman las declaraciones de los empresarios, que no contentos con haber 
hechos jugosos negocios en la década correista, ahora pretenden aumentar
 sus ganancias, con la exportación de algunos productos y la importación
 de producción subsidiada. La alianza público privada constituye una 
agresión contra el pueblo ecuatoriano, sus necesidades y condiciones, su
 memoria, sus luchas y sus proyectos. A lo largo de estos casi 25 años, 
hemos visto que de México a Argentina, el proyecto de libre comercio 
favorece únicamente a los intereses de las trasnacionales y unas pocas 
élites comerciales del continente que, a nombre del bien nacional, el 
progreso y el desarrollo, el empleo y la competitividad, imponen sus 
intereses empresariales en detrimento de la mayoría de la población 
empobrecida y en condiciones de desigualdad. 
 Los levantamientos y
 movilizaciones de los pueblos y nacionalidades indígenas frente a la 
expoliación de sus territorios y las maquinarias extractivas 
transnacionales; los paros agrarios de los campesinos frente a la 
expulsión de sus tierras; las demandas de los jóvenes y estudiantes 
contra la privatización de la educación; las alertas lanzadas por 
colectivos culturales y barriales, sumadas a las advertencias de pueblos
 indígenas y afros por la conservación de su patrimonio cultural; la 
lucha de los trabajadores frente a la precarización y pérdida de sus 
trabajos; la lucha de las mujeres frente a la violencia patriarcal que 
se recrudece con el rompimiento del tejido común, comunitario y de vida:
 nos han mostrado a lo largo de estas décadas que, los tratados de libre
 comercio constituyen la instalación de un proyecto de muerte, 
injusticia y guerra. 
 Las experiencias de libre comercio de 
México, Perú, Colombia y Centro América nos muestran cómo el discurso de
 las élites empresariales y los funcionarios de gobierno son falsos. Ni 
generan más empleo, ni el que se crea es digno: promueven maquilas, 
precarización y sobre explotación de los y las trabajadoras. Incentivan 
la privatización de las áreas estratégicas del país e impiden el acceso a
 seguridad social, educación y salud de las grandes mayorías, que deben 
pagar para contar con ellos, reduciendo de esta manera, el Estado a 
favor de la reproducción del capital; a esto se suman las políticas 
sistemáticas para la exoneración de impuestos a los sectores más ricos 
de la economía, la pérdida de control sobre los capitales y la 
desregulación de la banca. Los tratados de libre comercio subordinan, 
expulsan y eliminan la producción nacional en manos de los pequeños 
productores y la economía social y solidaria que alimentan el mercado 
nacional y local, favoreciendo a los monopolios dominados por las 
grandes empresas; garantizan los intereses de las transnacionales a 
través del uso de transgénicos destruyendo las economías campesinas, con
 ellas destruye el laboratorio de la agrobiodiversidad, cultura y la 
soberanía alimentaria. Fortalecen la reprimarización de las economías 
nacionales, mediante proyectos extractivos que destruyen la naturaleza, 
contaminando y reduciendo la calidad y dignidad de vida de quienes 
habitan esos territorios. A esta mayor dependencia del mercado global y 
las dinámicas especulativas, se suma la necesidad de un proyecto 
autoritario, militarista y violento que permita la concentración de la 
riqueza, el empobrecimiento y la desigualdad social. Es colocar los 
bienes comunes, los recursos naturales, la riqueza social, el trabajo 
colectivo, la creatividad de las personas y el futuro de todos los 
pueblos a una desigual competencia y a libre disposición del 
neoliberalismo y sus corporaciones 
 Hace 25 años, las distintas 
organizaciones indígenas, populares y democráticas del Ecuador se 
movilizaron en repetidas ocasiones para impedir la suscripción del 
Acuerdo de Libre Comercio para Las Américas, ALCA y posteriormente 
contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Nuestra lucha 
logró parar este proyecto de injusticia y muerte. Sin embargo, lo que 
impedimos que ocurra en los años neoliberales, está teniendo lugar en 
estos gobiernos “progresistas”. El Tratado de Libre Comercio que hoy 
impulsa el gobierno, a puerta cerrada y sin participación de la 
población, con la euforia de sus aliados empresariales y el 
debilitamiento de la izquierda y los movimientos sociales, es una 
traición a las conquistas constitucionales a favor del pueblo 
ecuatoriano. Este como el acuerdo firmado con la Unión Europea son 
golpes contra los principios democráticos, de justicia social y de 
redistribución en el país, que marcarán la vida de las siguientes 
generaciones. Pero a diferencia del tratado con la UE, un acuerdo con 
los Estados Unidos, significa además la subordinación del Ecuador a las 
políticas imperialistas y guerreristas del Norte. 
 Es por eso que quienes firmamos este manifiesto decimos: 
 ¡No al TLC con Estados Unidos! 
 ¡No a la pérdida de nuestra soberanía popular! 
 ¡No a la sumisión de nuestros pueblos! 
 ¡No a las políticas imperialistas! 
 ¡Por la unidad latinoamericana y la soberanía nacional! 
 Sus adhesiones a: ocaru2012@gmail.com 
 Organizaciones  
 Grupo de Trabajo Agricultura Familiar Campesina e Indígena 
 Observatorio del Cambio Rural 
 Instituto de Estudios Ecuatorianos 
 Acción Ecológica 
 (y siguen las firmas a título personal)  
 

 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario