Puerto Rico
La cifra oficial de 
fallecidos a causa de los daños provocados por el  huracán María en 
Puerto Rico fue de 62, pero un estudio del New York  Times basado en los
 datos de la mortalidad diaria en la isla caribeña  calcula la cifra 
real en 1,052 muertes.
El análisis de los periodistas del NYT 
Frances Robles, Kenan Davis,  Sheri Fink y Sarah Almukhtar revela que en
 los 42 días inmediatos  posteriores al paso del ciclón por Puerto Rico 
el 20 de septiembre con  vientos de casi 150 millas por hora, esa fue la
 cantidad de personas  murió en 2017 por encima del número de los que 
los que perdieron la  vida en esos mismos días de los años 2015 y 2016.
“Antes del huracán María, teníamos un promedio de 82 muertes cada  día.
 Ello cambió entre el 20 y el 30 de septiembre cuando el promedio  
diario se elevó a 118 defunciones diarias”, declaró la directora del  
Registro Demográfico de Puerto Rico, Wanda Llovet, en una entrevista a  
mediados de noviembre.
Los datos del mes de octubre todavía no 
se han brindado, pero se  espera un incremento de la cifra de fallecidos
 respecto a la media de  años anteriores porque el trabajo de acopio de 
éstos está siendo  retrasado a causa de que el suministro de energía 
electica todavía  está funcionando apenas al 70% de su capacidad y 
algunas partes de la  isla aún carecen de electricidad.
El día 
más terrible fue el 25 de septiembre, cuando Ricardo A.  Roselló, 
gobernador de Puerto Rico anunció la inminencia de una crisis  
humanitaria que podría provocar en la isla un éxodo masivo. Había ese  
día 90 grados Fahrenheit (32.2º Celsius) de temperatura, prácticamente  
todo el país estaba sin electricidad, incluso en los hospitales, con  
todo lo que ello conlleva.
En uno de sus habituales twitter, el 
presidente Donald Trump  conmocionó esa noche a los boricuas 
advirtiéndoles que la isla tendría  que enfrentar el pago de su masiva 
deuda con la metrópoli y en  particular con la Agencia Federal de 
Administración de Emergencias  (FEMA, por sus siglas en inglés). Ese día
 murieron en Puerto Rico 135  personas, en comparación con 75 en 2016 y 
60 en 2015.
Con las comunicaciones interrumpidas en casi toda la
 isla y los  cadáveres apilándose en las morgues de los hospitales, el 
gobierno se  mantenía aferrado al conteo inicial de 16 muertos por 
efecto del  ciclón.
El 29 de septiembre, el ministro de 
seguridad pública de Puerto Rico,  Héctor M. Pesquera, declaró en una 
entrevista que el conteo de los  fallecidos no crecería mucho más. 
Cuando le preguntaron en una  entrevista periodística si el conteo de 
los muertos aumentaría, el  ministro contestó: -Estoy casi seguro que 
aumentará, pero no será al  doble o al triple. Un ciclón no es como un 
terremoto que daña  edificios y no se sabe si había 20 o había 300 
personas hasta que no  se examinan los escombros”.
El día que el ministro dijo esto, destaca del NYT, murieron 127  personas, 57 más que el año anterior.
El 3 de octubre, a casi dos semanas de la tormenta, Trump visitó la  
isla y allí encomió la baja tasa de muertes que había dejado el ciclón  
María al compararla con el Katrina que en 2005 provocó la muerte de  
1,883 personas en Estados Unidos. “Esa sí fue una verdadera  catástrofe”
 dijo el mandatario estadounidense como minimizando la  gravedad de la 
tragedia puertorriqueña.
Cuando ocurrió aquella visita de Trump a
 Puerto Rico, habían muerto  allí 556 personas más que la media en los 
dos años previos.  El NYT estima que en las tres semanas posteriores a 
la tormenta la  cifra de muertos fue de 737. Si esas muertes fueran 
incluidas en el  conteo del ciclón, María sería el sexto huracán más 
mortífero de la  historia desde 1851.
El método en uso para el 
conteo oficial de las muertes a causa de  tormentas en Estados Unidos 
varía según los estados. En algunos sólo  se incluyen pérdidas 
declaradas por examen médico como las ocasionadas  por ahogo en 
inundaciones. En otros se admiten las de causa indirecta,  como los 
suicidios, la diabetes y el Alzheimer. Pero en este caso las  causas que
 evidenciaron alzas más agudas fueron las debidas a  complicaciones por 
septicemia que mostraron alzas de hasta un 50%  sobre las de años 
inmediatos anteriores, derivadas del retraso en la  atención médica y 
las pobres condiciones materiales en las viviendas y  hospitales. La 
neumonía y los enfisemas como causas de muertes  tuvieron incrementos 
muy significativos.
En cualquier caso, María ha venido a 
confirmar que el status de “libre  asociación” de Puerto Rico no le 
brinda, en situaciones extremas, un  mejor trato que el colonial de 
siempre.
Blog del autor: http://manuelyepe.wordpress.co
 
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