Un paso atrás
Endurece limitaciones para los estadunidenses que viajan a la isla
Restringe a las empresas que negocian con las fuerzas armadas cubanas 
Las sanciones seguirán hasta que sean liberados los prisioneros políticos y haya elecciones libres, dice el magnate

 Donald Trump muestra la orden ejecutiva sobre su política hacia Cuba, 
firmada ayer en Miami. En la imagen, de izquierda a derecha: el 
representante Mario Díaz-Balart, el gobernador de Florida, Rock Scott, 
Cary Roque (opositora cubana) y el vicepresidente estadunidense, Mike 
Pence
Periódico La Jornada
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso este viernes 
limitaciones más duras para los estadunidenses que viajan a Cuba y 
restricciones para las empresas que hacen negocios con las fuerzas 
armadas en la isla, y aseguró que 
con la ayuda de Dios lograremos una Cuba libre pronto. Así, Trump dio marcha atrás a la política de acercamiento con La Habana que inició su antecesor, Barack Obama. En un discurso ante el exilio cubano de Miami, en el sector conocido como La Pequeña Habana, el mandatario prohibió los viajes a Cuba y hacer negocios en la isla.
Trump anunció las nuevas medidas en el Teatro Manuel Artime, lugar 
que recibe su nombre del líder de la fracasada invasión de Playa Girón 
(también llamada Bahía de Cochinos) de 1961, con la que exiliados 
cubanos intentaron derrocar el gobierno revolucionario de Fidel Castro 
con el apoyo de Washington.
Este es el más reciente intento de Trump de revertir parte del legado
 presidencial de Obama. El mandatario republicano ya ha retirado a 
Estados Unidos de un importante acuerdo internacional sobre el clima y 
trata de eliminar un programa de ayuda sanitaria de su predecesor.
Cuando Obama anunció el acercamiento en 2014, dijo que los esfuerzos 
durante décadas para tratar de cambiar las cosas mediante el aislamiento
 habían fracasado, por lo que era hora de un nuevo enfoque.
Los asesores de Trump sostienen que la nueva política equivale a un 
apaciguamientoy que no ha conseguido ningún avance de las libertades políticas en Cuba y sí ha beneficiado financieramente a su gobierno.
“Es difícil pensar en una política con menos sentido que la del 
gobierno anterior –terrible y desencaminada– hacia el régimen de 
Castro”, dijo Trump en Miami, mencionando la falta de concesiones de La 
Habana en materia de derechos humanos.
También se opone a las convocatorias en la Organización de Naciones 
Unidas y en otros foros internacionales que apoyan al Cstado caribeño y 
piden el fin al asedio estadunidense contra Cuba.
La embajada seguirá abierta
Trump mantuvo sin cambios varias de las iniciativas de 
Obama, incluyendo la reabierta embajada estadunidense en La Habana, a 
pesar de que buscó mostrar que estaba cumpliendo con su promesa de 
campaña de adoptar una postura más dura hacia Cuba, especialmente en 
derechos humanos. 
No seguiremos callados ante la opresión comunista, sostuvo ante una pequeña multitud que incluía a Marco Rubio, senador republicano estadunidense y su ex rival como precandidato a la presidencia.
Mensaje por Telesur
En la isla, los cubanos pudieron escuchar en vivo las 
palabras de Trump en una inusual transmisión de la cadena de televisión 
venezolana Telesur.
Estoy cancelando el acuerdo completamente unilateral con Cuba de la administración previa, manifestó Trump en el Teatro Manuel Artime.
Hoy anuncio una nueva política como prometí durante la campaña.
Ante la presión de empresas estadunidenses, e incluso de algunos 
republicanos, para que no vuelva a cero en las relaciones con la isla de
 gobierno comunista, el mandatario optó por dejar intactos varios de los
 pasos dados. Sostuvo que no suspenderá los negocios existentes, como 
uno cerrado bajo el gobierno de Obama por Starwood Hotels Inc, propiedad
 de Marriott International Inc, para administrar un histórico hotel en 
La Habana.
La nueva política prohíbe la mayoría de las transacciones 
comerciales de Estados Unidos con el Grupo de Administración Empresarial
 (Gaesa) –conglomerado militar involucrado en todos los sectores de la 
economía–, pero con excepciones, como viajes aéreos y marítimos, según 
funcionarios estadunidenses, lo que protegerá a aerolíneas y cruceros.
Son cambios importantes que tendrán impacto en la economía cubana 
cuando entren en vigor dentro de tres meses, una vez que se desarrolle 
la regulación, y que afectarán también a aerolíneas y otras empresas 
estadunidenses ligadas al sector de los viajes.
Nuestra nueva política comienza con un estricto cumplimiento de la ley estadunidense, dijo aludiendo al embargo que suavizaron las flexibilizaciones de Obama.
No eliminará tampoco los vuelos comerciales directos de Estados 
Unidos, pero su política más restrictiva parece desalentar los nuevos 
nexos económicos.
No queremos que los dólares de Estados Unidos apuntalen un monopolio militar que explota y abusa de los ciudadanos de Cuba, precisó Trump, quien prometió que las sanciones no se levantarán hasta que Cuba libere a los prisioneros políticos y celebre elecciones libres.
En una carta enviada esta semana a la hija mayor y asesora del 
presidente, Ivanka Trump, 55 emprendedoras cubanas le advirtieron que 
un retroceso en las relaciones [entre Cuba y Estados Unidos] traería consigo la quiebra de muchos [...] negociosprivados y el
sufrimiento de todas las familias que de ellos dependen.
Cerca de 300 mil estadunidenses visitaron la isla durante los 
primeros cinco meses de 2017, lo que representa un crecimiento de 145 
por ciento respecto al año anterior. En 2016 llegaron a la isla 284 mil 
937 visitantes desde Estados Unidos, 74 por ciento más que en 2015. 
Estas cifras son todavía limitadas en comparación con los 4 millones de 
turistas que visitaron Cuba el año pasado, pero según el instituto 
estadunidense Estrategias de Opinión Pública, más de 75 por ciento de 
los estadunidenses que viajan a la isla se hospedan en casas de renta 
privadas y 99 por ciento comen en restaurantes privados, llamados 
popularmente 
paladares.
El crecimiento de los pequeños negocios privados, autorizados en los últimos años por el gobierno de Raúl Castro, 
se venía enganchando a la demanda turística, que en parte crecía debido al flujo de turistas estadunidenses. Si controla este flujo y se ralentiza la demanda, los negocios privados serían duramente afectados, explicó Vidal.
Nada indica por el momento que estos efectos pueden ser mitigados por los esfuerzos anunciados por la Casa Blanca de 
estimular el libre comercioen Cuba.
Una reducción del turismo de Estados Unidos sería claramente un golpe no sólo para los taxis, sino para todos los negocios privados: las casas de rentas, los paladares, declaró Carlos Alberto González, taxista privado de 23 años.
Foto Ap
Reuters, Dpa, Afp y Pl
 
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