Ha pasado más de un mes
 y no hay diálogo ni menos solución a las demandas y movilizaciones del 
magisterio nacional, que se han dado en más de 27 estados de la 
república, pero que encuentran su mayor magnitud en los estados de 
Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco.
Como respuesta 
gubernamental los maestros han encontrado la violencia policiaca, la 
reiterada transgresión de sus derechos humanos y recientemente la 
detención de sus dirigentes. Ello junto con una campaña mediática 
ausente de ética y de principios periodísticos en los principales medios
 de comunicación del país, que recuerdan los ambientes autoritarios de 
las peores dictaduras del mundo.
Mucho se discute la ausencia de 
una verdadera reforma educativa y su uso laboral realmente. Poco se 
reflexiona finalmente sobre el papel de los maestros y maestras como 
formadores de una identidad nacional, de promotores de valores sociales 
como la solidaridad y la honestidad y como impulsores de una pedagogía 
comunitaria a favor de la autonomía y la autogestión territorial, 
precisamente, en estos espacios del sur-sureste de nuestro país donde 
predominan muchos grupos indígenas y la propiedad colectiva de la 
tierra.
Y es ahí donde toma relevancia la posibilidad de entender
 la cerrazón de la actuación gubernamental como parte de una necesidad 
de garantizar los flujos de capital que ya se impulsan en estas regiones
 y que vienen a generar profundas reconfiguraciones económicas y 
territoriales. 
En esa estrategia la reciente aprobación y puesta
 en marcha de la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (Publicada 
en el DOF el 01/06/2016)que otorga una serie de beneficios fiscales, 
aduaneros y financieros a las empresas que decidan hacer uso de la 
infraestructura que se encuentra en el Puerto Chiapas, el corredor 
Coatzacoalcos-Salina Cruz y el puerto de Lázaro Cardenas, forma parte de
 la estrategia de control, dominación y subordinación a cualquier acto 
de protesta social.
Ello puede ubicarse plenamente en un 
documento de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público(SHCP) 
conjuntamente con BANOBRAS, encargada la primera de los dictámenes de 
las ZEE´s, -al cual este articulista tuvo acceso- y que plantea 
claramente de que deben tomarse medidas fuertes en los estados de 
Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán que permitan la seguridad y la 
estabilidad social. Para ello de manera coordinada la Secretaria de 
Gobernación (SEGOB) y la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL) 
trabajan con el gabinete de Seguridad para contener y violentar 
cualquier manifestación social que dificulte la implementación de las 
Zonas Económicas Especiales. 
Ya que dichas zonas no sólo vienen a
 entregar parte de nuestro territorio nacional a empresas extranjeras 
sino que sobre todo vienen a modificar la forma de vida campesina e 
indígena que se encuentra mayoritariamente en dichos estados de nuestro 
país. En ese sentido, maestros y maestras que promueven valores 
colectivos, el apego al territorio y prácticas culturales de 
reafirmación étnica y de relación armónica con la naturaleza son 
enemigos de este nuevo proceso de colonización y de cerco sobre los 
bienes comunes que se promueve desde el ejecutivo federal y sus grandes 
socios trasnacionales.
En el documento de la SHCP se reconoce que
 el Banco Mundial aporto elementos para reforzar la iniciativa de Ley, 
validar vocaciones productivas y conocer necesidades especificas de 
inversionistas potenciales. Y se señala que el Banco Interamericano de 
Desarrollo (BID) no sólo esta apoyando el proceso de planeación de las 
Zonas Económicas Especiales en temas como el desarrollo urbano y las 
políticas públicas complementarias sino es el constructor de una 
estrategia de estabilidad social que garantice el flujo de las 
inversiones a las ZEE´s. Ello muestra la estrategia desarticuladora del 
movimiento social y por que se presenta con esta magnitud la 
criminalización de la protesta y la detención de los principales 
dirigentes magisteriales de la CNTE.
Es de llamar la atención que
 las Zonas Económicas Especiales implicarán también ordenamientos 
territoriales de las comunidades campesinas cercanas a la costa de 
Chiapas, Istmo de Tehuantepec y el puerto de Lazaro Cárdenas, en ello ya
 se contempla claramente propiedades mixtas de la tierra para los 
impulsos agroindustriales, mineros, hidro-energeticos y de construcción 
de infraestructura que ya se visualizan en el sur-sureste. Y que vienen a
 ubicar a estas regiones dentro de la estrategia extractivista para 
saquear sus minerales, petróleo, agua y fuerza de trabajo.
Para 
todo ese proceso de reconfiguración territorial y de acumulación por 
despojo que se viene, la existencia de una organización gremial como la 
CNTE que ahora suscita un amplio apoyo popular a sus demandas -debido a 
la brutalidad policiaca y a la negativa al diálogo del actual secretario
 de educación- es un estorbo. 
Pero también los inversionistas de
 China, Estados Unidos, Medio Oriente y Europa interesados, deben poner 
atención al hecho de que la solución represiva y sangrienta de esta 
movilización social puede incendiar políticamente estas zonas y hacer 
que muchas de sus inversiones migren a naciones que puedan solucionar 
mediante el oficio político y la negociación los conflictos 
socio-territoriales. 
La gran manifestación que se espera para el
 día 17 de junio en el zócalo de la ciudad de México debe alertar a los 
funcionarios gubernamentales sobre la necesidad de revisar su estrategia
 y evitar el desbordamiento social ante el hartazgo y la mala conducción
 económica y política del país. Aún hay tiempo para el diálogo y la 
solución justa. La polarización social y la campaña de odio que 
promuevan las televisoras puede tener consecuencias imprevistas y el 
descarrilamiento de las iniciativas económicas trasnacionales, habría 
que medir costos y beneficios.
 

No hay comentarios:
Publicar un comentario