Bogotá,
10 may (PL) El senador colombiano Iván Cepeda denunció hoy que voceros
de la extrema derecha incuban o preparan actos violentos para entorpecer
el postconflicto y rechazó los llamados de ese sector a una resistencia
civil contra la paz.
Según el congresista paralelamente a esas maniobras, que calificó de
sabotajes a los esfuerzos para terminar la guerra, los paramilitares
amenazan y perpetran acciones criminales.
Mediante su cuenta en
Twitter el parlamentario por el Polo Democrático Alternativo, mayor
convergencia de izquierda en Colombia, defendió el derecho de la
sociedad a terminar la contienda bélica, vivir en concordia y sellar la
reconciliación.
Nuevo nombre para el sabotaje a la paz:
"resistencia civil", escribió el legislador en uno de sus mensajes a
través de esa red social.
Desde 2012 representantes
gubernamentales y de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) dialogan en Cuba con la finalidad
de hallar una salida política al conflicto interno, pláticas que
podrían finalizar de manera satisfactoria en fecha próxima.
Como
resultado de dichas reuniones ambas partes lograron ya consensos en los
temas de reforma rural integral, participación política, combate contra
el tráfico ilícito de drogas, y víctimas.
Ese último incluye un
sistema de justicia transicional, mecanismo destinado a investigar,
juzgar y sancionar a responsables de la larga contienda, el cual prevé
beneficios como indultos y amnistías en casos de delitos políticos y
conexos, no así frente a crímenes de lesa humanidad.
La víspera
el ahora senador y expresidente Álvaro Uribe convocó a una movilización
masiva de resistencia civil a aquellos ciudadanos que estén en
desacuerdo con los pactos rubricados entre las dos delegaciones en La
Habana.
Con el argumento de que los convenios suscritos en la
capital cubana generan impunidad, el líder del partido Centro
Democrático es uno de los principales detractores del proceso de paz.
Cepeda ha denunciado, además, lo que considera una reactivación del
fenómeno del paramilitarismo, enfilado ahora contra simpatizantes de los
diálogos con la insurgencia, defensores de derechos humanos, dirigentes
campesinos y activistas de la izquierda, principalmente, dijo.
En su opinión a la tradicional vocación contrainsurgente de esos grupos
se añade una estrategia anticampesina, ligada al despojo de tierras en
beneficio de empresas dedicadas a la extracción de recursos naturales y
grandes latifundistas. |
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