Algunas meteduras de pata en  materia de Comunicación
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión
"La primera de  todas las fuerzas es la opinión pública". Simón Bolívar (1° de noviembre de  1817).
Guardadas todas las proporciones,  tuvimos condiciones y oportunidades concretas para generar una Revolución  Comunicacional sin precedentes. Tuvimos una insurgencia semiótica parida por  los pueblos, su Historia y sus luchas. Tuvimos "viento a favor" en la lucha de  clases. Tuvimos líderes probados en la lucha. Tuvimos herramientas para  consolidar la organización. Tuvimos en las manos un programa de acción y sus  derivados incluso tuvimos el "Informe MacBride". Tuvimos millones de voluntades  dispuestas a sumarse. Tuvimos leyes, legisladores y jurisprudencias. Tuvimos la  conciencia y el consenso de los pueblos. Tuvimos la prerrogativa de la crítica  y de la auto-crítica. Tuvimos los medios y los modos. Tuvimos y aún tenemos  mucho. ¿Qué faltó? ¿Qué falló?
No faltaron las advertencias,  los avisos, las amenazas ni los ataques de las oligarquías armadas, también,  con  ejércitos mediáticos golpeando y  destruyendo todo, desde los estados de ánimo hasta los estados democráticamente  constituidos. No faltaron las marrullerías, la corrupción ni las extorsiones  que aceleraron el proceso de monopolización mediática a pasos agigantados y  demoledores. No faltaron las bases militares ni sus compañeras las bases  mediáticas. No faltó el espionaje, la siembra de pruebas falsas (y de muertos)  ni el linchamiento mediático. La burguesía hizo su tarea. 
Pasó ante nuestros ojos el  capítulo íntegro de una ofensiva mediática sin precedentes mientras soñamos con desactivarla e impulsar (al  mismo tiempo) luchando por la nueva comunicación emancipada y emancipadora que  la Historia nos exige. Y sin embargo, no. Muchos de los grandes pasos dados, de  los logros y de los saltos cualitativos se nos quedaron cortos, breves o  efímeros. Muchas de las tareas necesarias no se hicieron, muchas de las  trincheras teóricas no se tocaron, muchos presupuestos y gastos no se ejercieron.  Muchos productos se quedaron en bodega, en silencio o en papales. Muchos  llamados a la unidad quedaron en el vacío, muchas asambleas olvidadas, muchos  acuerdos congelados. Muchas soluciones creativas no se idearon, no se  aplicaron, no florecieron. Nos ahoga nuestra crisis de dirección revolucionaria  y estamos como atónitos. ¿Es esto un fin de ciclo? Sálvense las excepciones. 
La burguesía acelera sus  relojes llevada por sus ansias de usura, de odio y de venganza buitre. Resulta  que las contradicciones se agudizan, que el saqueo avanza y que la explotación  abofetea a los pueblos en horario "prime  time" entre anuncios de "empresarios" que ocuparon los gobiernos. Resulta  que la "Libertad de Expresión" de los pueblos está más amenazada que nunca, que  tenemos un "solo mundo con voces hegemónicas", que el "Nuevo Orden de la  Información y la Comunicación" sigue siendo un buen deseo esclerotizado entre  papeles… y, también, resulta que la Historia insiste en que demos respuestas  correctas y prontas… que saquemos el diagnóstico y el pronóstico, de la etapa  actual, porque resulta que no debemos ni podemos quedarnos silenciados ni  resignados.
¿Y qué podemos hacer con lo que nos queda? 
1.        Agendas propias capaces -desde las luchas y los  frentes- de combatir todo lo que resta visibilidad a los logros a la  organización y la movilización social.
2.        Apoyo económico y político a todo frente de  emancipación comunicacional y comunicación emancipadora.
3.        Apoyo económico y político a todo frente  científico para la emancipación epistemológica de la comunicación.
4.        Apoyo económico y político a las escuelas de  cuadros en materia de comunicación.  
5.        Salir de los estereotipos y de los  acartonamientos; revolucionar las metodologías del relato, la ética y la  estética revolucionaria.
6.        Sistematizar la auto-crítica. Reconocer nuestras  zonas ciegas y nuestras debilidades  teóricas y prácticas.
7.        Combatir las egolatrías, los individualismos,  los reformismos y los sectarismos. 
8.        Habilitar tecnológicamente a las luchas  mediáticas contra-hegemónicas. 
9.        Democratizar la semántica.
10.     Garantizar la experimentación de tácticas y estrategias  en medios de comunicación. 
Todo se sintetiza en no repetir  los que se ha hecho mal y garantizar que se haga bien aquello que no se dejó  progresar. Ahí donde abandonamos nuestra responsabilidad y nuestra lucha  recuperar terreno y recuperar militancias. Ahí donde nos ganaron presentar  combate nuevo. Ahí donde somos fuertes, asegurar que no se nos torne en  debilidades. Ahí donde somos repetitivos, exagerados y acartonados propiciar lo  creativo, la frescura, el humor y la alegría inteligentes. A estas horas  debemos debatir la expropiación de las herramientas de producción y  distribución, medios y modos, en comunicación, discutir organizadamente la  expropiación en todas las modalidades posibles. Provechar lo bueno críticamente
Llamar a un Referéndum Continental  sobre el papel de las oligarquías y sus medios, discutir leyes pertinentes para  garantizar que nunca más, una actividad social estratégica y prioritaria como  es la comunicación, quede en manos de capitales privados manipulados  transnacionalmente. No repetir las fórmulas y los modelos burgueses, aprovechar  lo mejor existente e impulsarnos desde ahí, en cantidad y calidad. Capacitarnos  permanentemente, democratizar el discurso y cambiar la estética. Multiplicar  los medios, formar comunicadores mejor habilitados para una praxis  técnicamente, poéticamente superior y más compleja. Consolidemos un Frente  Internacionalista para la Comunicación Emancipadora que cambie las relaciones  de producción en comunicación. La derecha avanza, no seamos espectadores. "¿Quién  dijo que todo está perdido?"
Dr. Fernando Buen Abad Domínguez
Universidad de la Filosofía
 

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