El multimillonario estadounidense George Soros reconoció
que es responsable de establecer una fundación en Ucrania que
contribuyó al derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich y a la
toma del poder por una junta con el aval del Departamento de Estado.
Creé una fundación en Ucrania antes de que se independizara de Rusia. Y
la fundación ha estado funcionando desde entonces y ha jugado un papel
importante en los acontecimientos actuales, respondió Soros durante una
entrevista con la cadena televisiva CNN.
Con anterioridad, el periodista Fareed Zakaria preguntó a Soros si
estaba haciendo en Ucrania lo mismo que durante las revoluciones de
1989 cuando financió actividades de los disidentes y grupos de la
sociedad civil en el este de Europa, Polonia y la República Checa.
Afirma el portal digital InfoWars que aunque muchos medios de
comunicación evitan mencionarlo, Soros laboró estrechamente con
instituciones como la Agencia Estadounidense para el Desarrollo
Internacional (Usaid), y otras organizaciones con el fin de incitar
"revoluciones de colores" en Europa Oriental y Asia Central tras la
disolución de la Unión Soviética, en 1991.
Muchos de los
participantes en las manifestaciones en Kiev eran miembros de
organizaciones no gubernamentales preparados en numerosos talleres y
conferencias patrocinados por la Fundación del Renacimiento
Internacional de Soros (IRF, International Renaissance Foundation),
publicó por su parte el portal The New American.
La IRF,
fundada y financiada por el multimillonario, se jacta de que ha hecho
"más que cualquier otra organización" para "la transformación
democrática" de Ucrania, agregó.
Además, indica InfoWars, la
operación militar de Kiev con su carácter violento, incluyendo el
incendio en la Casa de los Sindicatos en Odesa con saldo de decenas de
muertes, también se puede atribuir directamente al activismo de George
Soros y de diversas organizaciones no gubernamentales.
La
destitución de Yanukóvich el 22 de febrero pasado por parte del
Parlamento destapó varios procesos que mantienen la inestabilidad
política en la nación europea, como el referendo de Crimea y su
adhesión a Rusia y la declaración de independencia de las regiones de
Donetsk y Lugansk.
Moscú argumenta que potencias occidentales
apoyaron el golpe de Estado de febrero y afirma que las autoridades
impuestas en Kiev no han hecho nada para iniciar un proceso incluyente
que involucre a todas las regiones de Ucrania y permita salir a esa
nación de la aguda crisis política en que se encuentra.
Diversos académicos y analistas coinciden en que Estados Unidos y la
OTAN manipulan la situación en Ucrania para intentar reavivar contra
Rusia la confrontación que caracterizó la época de la Guerra Fría y la
entonces política de contención contra el Pacto de Varsovia del bloque
comunista del Este de Europa.
ale/lr |
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