Así lo reveló el jueves, Pablo Fajardo, abogado de la Unión de Afectados por las Operaciones de Texaco, una empresa posteriormente adquirida por Chevron, quien mostró en una rueda de prensa los detalles del plan, que consistían en mensajes, audiencias objetivas y contraataques contra los demandantes del caso.
Según Fajardo, Chevron-Texaco intentó tergiversar la imagen de Ecuador en Estados Unidos, a través de mostrar de forma negativa, las relaciones amistosas que mantiene Quito con Rusia, China e Irán.
Asimismo, la transnacional difundió su sospecha de un pacto trilateral entre el Gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, los demandantes del juicio y los jueces que sentenciaron a Texaco, que realizaba sus actividades en este país latinoamericano entre 1964 y 1990, añadió.
El abogado de los afectados amazónicos también denunció que la petrolera transnacional descreditara el Gobierno de Correa, al plantear supuestos abusos de la prensa y de derechos humanos en el país, además de supuestas relaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Después de que la Corte Suprema de Ecuador redujera el año pasado el monto total de la indemnización, de 18.000 millones de dólares, por daños de la petrolera estadounidense, a la mitad, 9500 millones de dólares, el juez estadounidense Lewis Kaplan, concluyó el martes que la petrolera Chevron no ha de liquidar las indemnizaciones fijadas por contaminar una zona en el noreste de Ecuador.
Hace tres años, Chevron fue declarado culpable en Ecuador, de haber contaminado las aguas de la Amazonía, con sus prácticas extractivas, en un bloque petrolero llamado Lago Agrio.
No obstante, esta compañía norteamericana, que elevó el caso ante una corte de arbitraje de La Haya (Holanda), niega su responsabilidad e intenta que el Gobierno ecuatoriano asuma el pago de la indemnización pues aduce que el desastre ambiental fue causado por la estatal Petroecuador con la que Texaco operó en consorcio.
ask/ktg/mrk
No hay comentarios:
Publicar un comentario