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lunes, 30 de septiembre de 2013

Llamado a participar en el Maratón radiofónico desde Canadá en el XX aniversario




Pedro Echeverría V.

1. No recuerdo cómo contacté -¿o fueron ellos los que me localizaron en la ciudad de México?- a los periodistas Hilda Venegas, luego a Sergio Pochon, hace por lo menos 10 años. Ellos –jóvenes periodistas de la izquierda latinoamericana laborando desde hace mucho tiempo en la Universidad Guelph de Ontario, Canadá- llevan organizando desde hace dos décadas este encuentro: “La Maratón Radiofónica de "24 horas de Programación en español". Se realizará como es costumbre, en los estudios de CFRU 93.3 FM ubicado en el Campus de la Universidad de Guelph; este año los días Sábado 12 de octubre, de 6 de la tarde a 12 de la noche y Domingo 13 de octubre, de 6 de la mañana a 12 de la noche.

2. Por mi interés, pero seguramente más por la amistad con ellos, he logrado colarme como comentarista varios años, junto con personajes de América Latina de alto nivel. Los compañeros cuyas actividades periodísticas son amplias e interesantes, no han dejado de preocuparse por el estado que guardan en México y en el mundo las radios públicas y radios comunitarias; al mismo tiempo se han interesado por los análisis y las polémicas que se desarrollan en América Latina y el mundo acerca del papel que juegan los EEUU y las transnacionales en los procesos de cambio y estancamiento que vivimos en la región. Me pregunto siempre: ¿Podrán las radios que cuentan con poca fuerza económica superar a las que cuentan con respaldos millonarios?

3. Uno de mis ensayos realizados hace 12 años, cuando estudiaba el doctorado de Ciencias de la Información en La Laguna, Tenerife, España, fue un panorama histórico de la radio en México. La realidad es que desde entonces era ya muy “pesimista” o ¿realista? en cuando a la casi imposibilidad de competir con el gran capital, sobre todo con los grandes monopolios de Televisa, TV Azteca, Tele Fórmula y demás magnates que controlan los medios de información electrónicos; es decir, mientras nuestros pobres radios abarcan una o diez comunidades dando informaciones concretas y al nivel de nuestros pueblos, aquellos monopolios abarcan 10 mil veces más territorios y habitantes. Sin embargo nunca hay que dejar de luchar; pero hay que ser realistas.

4. Los medios de información, señalan los especialistas, ya no son “el cuarto poder” como se decía hace 30 años. Antes dependían del gran poder político y económico porque ellos les ordenaban y pagaban; hoy son los medios son primer poder; están por encima de todos los políticos (el Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y todos los empresarios que tienen que anunciarse para producir y vender. Hoy los medios de información tienen el descaro de decir que “si no sales en la tele no existes”. Obvio se lo dicen a los poderosos que no pueden vivir sin los medios; pero los campesinos, los obreros, los sectores populares, los luchadores sociales honestos, tan existen sin salir en la Tele que cuando paralizan a la ciudad esos medios no dejan de estar temerosos y llorar.

5. La batalla contra los consorcios y monopolios de la TV, radio y gran prensa no pueden parar. Necesitamos gobiernos comunitarios fuertes que no se dejen dominar por el gran capital y defiendan los derechos del pueblo. Pero, ¿cómo podemos hacerlo? Y esa y muchas más, son las preguntas que se hacen en ese Maratón anual de la radio: ¿Cómo lograr que los pueblos organizados tengan sus propios medios de comunicación, que ellos decidan sobre sus planes y programas evitando que los monopolios se impongan? Por ello la participación a las que nos llaman Sergio e Hilda o Hilda y Sergio, es importante. Y aunque la presión que en el momento se hace no sea determinante, crea sin duda mucha conciencia que a la larga será determinante.

http://pedroecheverriav.wordpress.com

pedroe@cablered.net.mx

América Latina no debía resultar bien, debía fracasar





América Latina no podía funcionar. Fue creada por los colonizadores para que no funcionara, para ser eternamente subalterna del mundo «civilizado». Fue hecha para entregarle materias primas y su fuerza de trabajo superexplotada a la honra de sus señores europeos. América Latina fue colonizada para ser colonia y sentirse colonizada; para subordinarse a las metrópolis y al imperio.

Más aún cuando las alternativas parecían desaparecer, sólo le restaría a América Latina imitar de forma mecánica el modelo único consagrado por el capitalismo central. Y así fue por un tiempo: América Latina fue el área con más gobiernos neoliberales y sus modalidades sumamente radicales.
Se trató de una devastadora ola que acabó, entre otros, con el estado social chileno, con la autosuficiencia energética de Argentina, además de dejar al continente como una región intrascendente en el plano internacional, de bajo perfil, subordinada a las potencias del centro del sistema, intensificando aún más la desigualdad y la miseria entre nosotros.

De un momento a otro, el fracaso de los gobiernos neoliberales generó una serie de gobiernos que se eligieron con el compromiso de superar ese modelo y de construir sociedades más justas, menos desiguales, soberanas en el plano internacional.

Fue así como la región se volvió la única en el mundo con gobiernos antineoliberales que, además de eso, pasaron a constuir procesos de integración regional autónomos en relación con Estados Unidos [de América]. Aún cuando surgió la profunda y prolongada crisis económica –que acaba de cumplir cinco años– en los países centrales del capitalismo, aquellas naciones no dejaron de expandir sus economías y, sobre todo, de combatir la miseria y la desigualdad.
Entre sus adversarios –de la derecha y de la ultraizquierda– inicialmente el fenómeno generó desconcierto. No era posible que con la recesión mundial, que siempre había arrastrado a todos nuestros países a la falta de desarrollo y al retroceso –Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay, Ecuador y Venezuela–, resistiesen la crisis.

Tras «denunciar» a esos gobiernos como propagadores de ilusiones, tuvieron que aceptar que nuestra situación era distinta a la de los países centrales del sistema y a aquellos de la región cuyos gobiernos mantenían orientaciones neoliberales. Ya no les era posible decir que las condiciones favorables a nuestros países se debían a un contexto internacional positivo porque el mismo había cambiado radicalmente con la crisis.

Había quienes cerraban los ojos a los grandes avances sociales de países del continente más desigual en el mundo, queriendo descalificar sus políticas, reduciendo las orientaciones de esos gobiernos a lo que consideraban «modelos exportadores basados en la devastación de los recursos naturales». Como resultado, quienes propugnaron dichos planteamientos fueron rechazados por los pueblos de esos países, que los han reducido a fuerzas sin ningún apoyo popular ni expresión política.

Sin embargo, las aves de rapiña seguían esperando indicios de problemas, que pudieran –aun después de una década de éxito de las políticas posneoliberales de esos gobiernos– confirmar sus aciagas previsiones. Se ha formado una coalición internacional entre fuerzas de derecha y de ultraizquierda para atacar a los gobiernos progresistas de América Latina, porque los logros de líderes como Hugo Chávez, Lula, Dilma, Néstor y Cristina Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa, Pepe Mujica, entre otros, hacen insostenibles sus posiciones.

Bastaba el surgimiento de un problema en alguno de esos países, cualquiera que fuera su razón –aun las presiones recesivas continuadas desde el centro del sistema– para que se renovaran los artículos en la prensa o las previsiones de opositores sin apoyo popular, diciendo que finalmente se agotaba el modelo alternativo de crecimento con distribución de renta de esos gobiernos.

Les resultaba insostenible que Carlos Andrés Pérez, Acción Democrática y Copei fracasaran y Chávez acertara. Que Fernando Henrique Cardoso hubiera fallado y Lula no. Que sus queridos Carlos Menem y Fernando de la Rúa fallaran espectacularmente y Néstor y Cristina salieran bien librados. Que Sánchez de Losada dejara el gobierno expulsado por el pueblo para refugiarse en Estados Unidos [de América] y Evo Morales sea un presidente relecto. Que los gobiernos de derecha en Uruguay cayeran en descalabros y los del Frente Amplio continúen. Que lo mismo pase en Ecuador, con los triunfos de Correa.

Ya no son gobiernos efímeros: todos se han reeligido o escogido sucesores y siguen teniendo posibilidades de proseguir con sus mandatos, promoviendo una segunda década posneoliberal en América Latina.

Sin embargo, según el recetario neoliberal y el de la ultraizquierda, esos gobiernos no podían ser efectivos, tenían que fracasar para probar la realidad del «pensamiento único» y del Consenso de Washington; que los gobiernos populares con amplias alianzas políticas no podían consolidarse y obtener gran apoyo popular porque serían dirigidos por líderes que habrían «traicionado» la confianza popular, cuando en realidad, los pueblos los han confirmado para ser sus conductores.

Esa situación se ha consolidado de tal forma que las oposiciones de cada país no encuentran espacios, liderazgos, ni plataformas alternativas : o callan sobre lo que harían en caso de triunfar o confiesan que volverían a las fórmulas neoliberales, con menos Estado, duro ajuste fiscal, privatizaciones, política externa de regreso a ser subordinados de Estados Unidos.
Los gobiernos posneoliberales han logrado volverse hegemónicos en nuestros países. De ahí su legitimidad y su capacidad frente los problemas que tienen delante, así como encontraron formas de renovación para dar continuidad a programas prioritarios de políticas sociales, de procesos de integración regional y del papel del Estado como inductor del crecimiento económico y garantía de los derechos sociales de todos, desmintiendo a los que creían que América Latina no podía funcionar bien como región independiente.
Traducción del portugués para La Jornada de: Ruben Montedónico
La Jornada. México, 28 de septiembre de 2013. 

En buena compañía


Dilma y Cristina y sus asombrosos mensajes en Naciones Unidas


Página12

Los mensajes de Dilma y Cristina en Naciones Unidas, la suspensión sin fecha de la visita de Estado a la que Obama había invitado a la presidente de Brasil señalan un nuevo carácter en las relaciones de Estados Unidos con el bloque regional del sur. La Argentina está hoy mejor acompañada que en 2011 cuando el incidente con el avión estadounidense. Hasta economistas ortodoxos valoran la renegociación argentina. El Estado pagará la fiesta campestre del Grupo Clarín y La Nación.

A diferencia de la Argentina, que mantuvo la neutralidad hasta el penúltimo año de la Segunda Guerra Mundial, Brasil fue un decidido partidario de los aliados e incluso envió 25.000 soldados a luchar en Europa. Esa Fuerza Expedicionaria, de la que Clarice Lispector formó parte como enfermera, participó a órdenes de los Estados Unidos en la liberación de Italia. Esto tuvo consecuencias de distinto tipo en las relaciones posteriores. Mientras la Argentina padeció un bloqueo comercial que restringió la importación de los bienes de capital necesarios para la industria y un embargo de suministros bélicos, Brasil se benefició de la asistencia militar, el comercio y las inversiones estadounidenses, incluso para el desarrollo de su industria pesada. Ya avanzada la Guerra Fría, Brasil fue ungido como apoderado estadounidense en la región, lo cual se reflejó en el distinto trato que tuvieron las respectivas dictaduras.

También hubo efectos protocolares que simbolizaron esa relación, desde que el ex canciller brasileño Oswaldo Aranha fue designado para inaugurar la primera sesión de la Asamblea General de la flamante Organización de los Naciones Unidas en 1948. Esto originó una tradición que se mantiene hasta el presente. Fue el presidente Richard Nixon quien dos décadas después dijo que hacia donde se inclinara Brasil iría América Latina, una boutade que, para bien o para mal, se demostraría de una absoluta exactitud. Esa prehistoria de la relación hace imposible exagerar la importancia de la presentación en el podio de las Naciones Unidas de la presidente Dilma Rousseff, con un discurso de una intensidad crítica hacia Estados Unidos de la que no hay precedentes ni siquiera en los primeros años del Estado Novo de Getulio Vargas, cuando Brasil privilegiaba los lazos con la Alemania nazi. También delinea el contexto imprescindible para analizar la situación argentina en el mismo escenario, cosa que no sucede en el vacío de la abstracción por el que divagan los analistas locales.

Explicaciones y disculpas

Por cierto, el marco ha cambiado por completo. Hoy Brasil emerge como una potencia media con un rol significativo en los esquemas de poder mundial, por lo que hay cosas que ya no está dispuesto a tolerar. Luego de una consulta con Lula, Dilma anunció que suspendería la visita de Estado a Washington, donde la esperaba Barack Obama. No es una decisión menor. Aunque parezcan sutilezas diplomáticas, se trataba de la única visita de Estado que Obama tenía prevista en todo el año y la primera de un presidente brasileño en dos décadas, lo cual pondera la gravedad de su postergación sin fecha. La presidente brasileña ni siquiera asistió a la recepción ofrecida por Obama a todos los jefes de Estado asistentes a la Asamblea de la ONU, cosa que tampoco hizo Cristina. Desde su refugio en la embajada ecuatoriana en Londres, Julian Assange criticó a Dilma por rehusar la concesión de asilo a Edward Snowden, el analista de Inteligencia que hizo público el sistema global de espionaje estadounidense, lo cual alude también a su propia situación de paria enclaustrado. Cierto, no es simpático que estos hombres, igual que Bradley/Chelsea Manning, sean perseguidos por su contribución a la transparencia y a un mejor conocimiento de los métodos que la hiperpotencia aplica para sostener su hegemonía global. Si no fuera por este componente personal de la cuestión, Assange comprendería que al rechazar por insuficientes las explicaciones de Obama y clavar su protesta en el corazón de la gran manzana, Dilma ha rendido el mejor homenaje posible a Snowden, a diferencia de las reacciones europeas, que se agotan en un afectado cacareo de disgusto, para volver a consentir más temprano que tarde las prácticas objetadas.

Brasil sigue reclamando explicaciones y disculpas por parte de Estados Unidos y no se conforma con la promesa de Obama de que practicará una completa revisión de los métodos que se emplean para recolectar información. Las palabras de la presidente Rou-sseff en las Naciones Unidas no dejan lugar a equívocos. Estados Unidos violó la soberanía de Brasil, transgredió el derecho internacional e hizo algo inadmisible entre países amigos. Angela Merkel dijo en Berlín que la tarea de inteligencia es vital para la seguridad de los ciudadanos (acaso porque el espionaje estadounidense sobre los alemanes se realiza con la cooperación de los servicios de ese país), aunque no explicó cómo explicaría esto la colocación de micrófonos en las oficinas de la Unión Europea en Nueva York, Bruselas y Wa-shington. En cambio, Dilma rechazó que la intercepción de comunicaciones pudiera justificarse por la denominada guerra contra el terrorismo, que se concentró en las oficinas del gobierno de Brasil y en las de la empresa petrolera Petrobrás, cuyas reservas de crudo y de gas estaban en el centro de la atención de los espías. Llegó a decir que al afectar el derecho a la privacidad, Estados Unidos había menoscabado las libertades de expresión y de opinión, sin las cuales “no hay democracia”. No es común que alguien denuncie a Estados Unidos en estos términos jurídicos y no ideológicos, de violar los derechos humanos y las libertades civiles.

Nunca un líder internacional aliado de Estados Unidos había desnudado en forma tan contundente los usos espurios de las políticas de seguridad justificadas en los atentados de septiembre de 2001. Para encontrar al menos un tono semejante hay que remontarse a los tiempos de Charles De Gaulle en Francia. Antes de que Dilma y Cristina volaran a Nueva York, sus respectivos ministros de Relaciones Exteriores habían acordado en Buenos Aires emprender una tarea conjunta inimaginable en otros tiempos: coordinar posiciones y realizar acciones conjuntas contra el espionaje de los Estados Unidos en la región y desarrollar herramientas propias de defensa cibernética. Sería forzado llamarle a esto hipótesis de guerra, pero en todo caso no es el tipo de práctica al que ambas naciones hayan recurrido en el pasado en relación con Washington. Del abordaje argentino al avión militar estadounidense que en febrero de 2011 intentó ingresar en forma clandestina al país armas, equipos de comunicaciones encriptadas y drogas, a esta coordinación defensiva con Brasil se ha recorrido un trecho significativo. Nadie podría decir ahora que la Argentina esté aislada en la región o en el mundo.

Una agenda propia

La presidente argentina también desarrolló en las Naciones Unidas una agenda propia, adversa a los planteos (pero sobre todo a las prácticas) estadounidenses. CFK habló tarde en la primera jornada de la Asamblea y a diferencia de otras veces en que llevaba un mensaje preparado, se dedicó a comentar planteos de quienes la precedieron, entre ellos por cierto Obama. Con críticas a la hipocresía y el doble estandar de las potencias centrales y exaltando el multilateralismo, Cristina reiteró:

- la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad, donde los vencedores de la Segunda Guerra Mundial conservan un anacrónico poder de veto y propuso el sistema de decisiones por consenso que utilizan los organismos regionales americanos.

- la responsabilidad de las grandes potencias que abastecieron al gobierno de Siria y a los grupos rebeldes de las armas convencionales que provocaron el 99,99 por ciento de las 150 mil muertes de los últimos dos años.

- la irrelevancia de la presencia de armas químicas o de destrucción masiva como justificación para un ataque contra el país que las posea, o que se diga que las posee, ya que carece de toda racionalidad evitar muertes provocando más muertes.

- la equivalente gravedad de las terribles intervenciones bélicas de Estados Unidos, con armas nucleares contra Japón o con bombas de fósforo y napalm en Vietnam, y el regreso de sus soldados muertos en bolsas de plástico, con palabras de compasión para el sufrimiento de cada uno de esos pueblos.

- que no hay guerras justas, que sólo la paz es justa y que la paz y la seguridad no son conceptos militares, sino políticos.

- que mientras la Argentina circunscribe su desarrollo nuclear a fines pacíficos y se apega a los principios del derecho internacional, el Reino Unido militariza el Atlántico Sur con sus submarinos nucleares e incumple con el mandato de Naciones Unidas de dialogar sobre la descolonización de las islas Malvinas.

- que la Argentina no sólo condena a los dictadores de otros países sino que ha juzgado a los propios y se ha sometido al tribunal penal internacional, lo mismo que al Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, mientras que Estados Unidos que invoca los derechos humanos como argumento para sus intervenciones en terceros países, no ha ratificado ni la Convención Americana ni el Estatuto de Roma.

- que no abundaron los discursos internacionales de condena a las dictaduras genocidas, cuando éstas imperaban en el Cono Sur americano durante la Guerra Fría.

- que Israel sólo vivirá con seguridad dentro de sus fronteras cuando también exista el Estado palestino.

- que la especulación financiera que desde 2008 hace sentir sus consecuencias sobre Estados Unidos y Europa, similares a las que la Argentina padeció hace una década, trata de impedir que pueda cumplirse lo pactado en las renegociaciones de 2005 y 2010 y presiona para un nuevo default argentino, salvo que por 40 millones de dólares invertidos en títulos argentinos después del default se les paguen ahora 1.700 millones, con una ganancia del 1.300 por ciento en cinco años. Agregó que si una sentencia judicial validara esta economía casino, no habría empresarios dispuestos a invertir en la producción, a innovar y a crear empleos.

- lo que se intenta es escarmentar a un país que rechazó las recetas del Fondo Monetario Internacional y pese a ello pudo pagarles a sus acreedores, crecer y generar empleo, y que redujo la carga del endeudamiento externo del 160 al 45 por ciento del PBI, gran parte dentro del propio sector público y menos del 9 por ciento en divisas.

- la necesidad de una regulación global de los mercados y una ley internacional de quiebras que impida en reestructuraciones futuras que una mínima fracción a acreedores pueda vetar acuerdos suscriptos por amplia mayoría, que en el caso argentino llega al 93 por ciento.
- que el dinero del narcotráfico no se lava en los países que producen la materia prima sino en los países centrales, y que para combatirlo es preciso terminar con esa asimetría y con la mano de obra barata de los países emergentes y subdesarrollados.

El mismo día en que las grandes potencias se sentaban por primera vez a negociar con Irán, Cristina defendió el memorando de entendimiento firmado para que el juez argentino pueda indagar en Teherán a los iraníes acusados por el atentado contra la sede comunitaria judía de Buenos Aires. Pero al mismo tiempo urgió a Irán a cumplir con el compromiso asumido, cosa que nueve meses después de la firma aún no ha hecho, y a fijar fecha para la creación de la comisión internacional supervisora y para el viaje del juez argentino a su capital, tema del encuentro de ayer de ambos cancilleres, sobre el que se informa en otra página de esta edición.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-230086-2013-09-29.html

American Curios ; Naciones Unidas



David Brooks

¿De dónde es usted? De Guerrero, de Acapulco, responde el mesero que atiende a una estadunidense, un cubano, un venezolano y otro mexicano en un restaurante en Manhattan, adonde, entre otros, llegan algunos participantes del debate en la Organización de Naciones Unidas. Otro mesero ofrece agua y responde a la misma pregunta: Ecuador. Un tercero comenta que es de Turquía, de Estambul; todos trabajan y conviven todos los días.

Para llegar al lugar desde cerca de la sede de la ONU, donde decenas de jefes de Estado y sus amplias delegaciones asisten al debate anual de la Asamblea General, el taxista maneja por las calles abrumadas de tráfico por las estrictas medidas de seguridad y los convoyes de camionetas negras escoltadas por el Servicio Secreto. ¿Ustedes están aquí para lo de la ONU?, pregunta. Le responden que sí. Y comenta: “todo eso es puro bullshit (algo así como pura paja, puro teatro), ¿no?”

Ya de noche, escapando por vías subterráneas de la zona inundada por los políticos y diplomáticos que asisten a dar sus muy importantes discursos ante la magna sala de la Asamblea General y participar en sus muy importantes reuniones, cenas y cocteles para, supuestamente, decidir el futuro del planeta, aparece otro mundo.

En el metro, cuatro jóvenes regresan del partido de los ya derrotados (para esta temporada) Yanquis, de hecho, el último juego en casa donde apareció el más gran cerrador de todos los tiempos, el panameño Mariano Rivera. Todos con camisetas de su equipo favorito. Uno de ellos, blanco pero tal vez de origen italiano, se acerca y se sienta junto a dos chicas guapas mientras sus cuates se quedan del otro lado del vagón, mirándolo con esa risa nerviosa adolescente al ser testigos de un intento de ligue, o por lo menos coqueteo. Primero es lo más convencional, que si no les gusta alguno de sus cuates, que si se los presenta y más, pero de repente algo cambia. ¿De dónde son?, les pregunta. Una, de ojos brillantes y risa peligrosa, le cuenta que sus padres son de Haití, pero que ella creció en Canadá antes de llegar a vivir aquí. La otra, más cautelosa que su amiga, dice que es de Tailandia, pero creció aquí. De ahí empezó un diálogo sobre la vida de los jóvenes aquí, qué música escuchan, adónde van a bailar, qué estudian.

Del otro lado del vagón se repiten las escenas cotidianas en estas catacumbas de Nueva York: un chino lee el periódico, un hasídico con un texto bíblico, tres musulmanas con parte del rostro cubierto, africanos en una intensa conversación en inglés, unos rusos, unos mexicanos hablando de un patrón y de una fiesta, hindús, y así (muchos se pueden identificar por lo que están leyendo, sobre todo periódicos).

En Washington Square, en una escapada del mundo bien vestido y perfumado, el jazz acompaña una tarde cristalina, mientras un centenar de personas rodea un acto realizado por dos gemelos afroestadunidenses y un baterista. Seleccionando voluntarios entre la gente, acomodan en fila a una europea rubia, una hindú, un japonés, un anglo y una afroestadunidense. Los que observan parecen representar todos los continentes. Piden que los voluntarios ofrezcan sus bolsas, y cuando obedecen les dicen, ¿de verdad le estás dando tus pertenencias a un joven negro desconocido? Obviamente no eres de este país.

 Piden que se agachen y pongan horizontal la espalda. Uno de los gemelos da varios pasos atrás mientras su hermano declara: ahora van a ver algo muy inusual: un negro corriendo a toda velocidad sin que un policía lo esté persiguiendo. Después de un poco de suspenso, el otro corre y logra saltar a toda la fila antes de caer con una maroma del otro lado. Entre los aplausos y risas se escuchan comentarios en varios idiomas.

El jazz sigue en otras esquinas, música nacida aquí pero hecha por sonidos de todo el mundo. Por teléfono llega una invitación: Mono Blanco de Veracruz y Jarana Beat de Brooklyn, entre otros, ofrecen un fandango en el Upper West Side.

Mientras los líderes del mundo hablaban de si incluir o no la amenaza de ataques militares para resolver el asunto de las armas químicas en Siria, o la dramática iniciativa diplomática de Irán en sus relaciones con Washington y Europa, de cómo el presidente de Sudán no llegó porque está acusado de crímenes de lesa humanidad, de disputas sobre la ilegalidad del espionaje mundial por Estados Unidos, y mientras proseguía día con día la infinita lectura de discursos que casi nadie en el mundo escucha, más que las propias cúpulas de los líderes de los estados miembros de la Organización de Naciones Unidas, afuera, a unos pasos, hay otro mundo.

Aquí, en esta ciudad donde casi la mitad de la población es inmigrante, donde se hablan por lo menos 200 idiomas, en esta torre de babel, nadie está amenazando con bombardear a otros, nadie espía a los demás, nadie ofrece grandes discursos sobre la paz, los derechos y la seguridad nacional mientras hace todo lo contrario. No es que no haya broncas que estallan de repente, o enfrentamientos racistas; hace unos días un grupo de jóvenes rodeó a un médico sij que trabaja en la Universidad Columbia al grito de: agarren al terrorista y lo golpeó, suponiendo que era árabe por su turbante y barba. Y a veces hay balaceras y tensiones de todo tipo. Pero lo que más sorprende día a día en esta ciudad, tal vez la más diversa en el mundo, es la convivencia en paz de tantos.

Acá afuera hay otras naciones unidas. En las naciones unidas de las calles no hay tanto temor y mucho menos bull-shit que en esa organización de naciones más bien desunidas. Tal vez es hora de que los distinguidos líderes se atrevan a salir a la calle y, tal vez, aprender otros idiomas, diferentes del que se habla en esos pasillos del poder. En las calles hay aromas de todo tipo, pero, como dijo aquel bolivariano ante la ONU del olor ahí adentro hace unos años, acá afuera no huele tanto a azufre.

Alerta presidenta argentina sobre pretensiones de poderes económicos

Buenos Aires, 30 sep (PL) La presidenta Cristina Fernández alertó que en Argentina hay sectores económicos que pretenden imponer condiciones al poder político y regresar al neoliberalismo de los años 90.
La jefa de Estado lo advirtió en una entrevista que concedió al programa "Desde otro lugar", del conductor Jorge Rial del canal América TV, cuya primera parte se transmitió anoche y el resto saldrá al aire el próximo domingo.

En el diálogo, repasó diversos temas de su gobierno y su relación con el expresidente Néstor Kirchner, en particular los momentos vividos previos a su fallecimiento el 27 de octubre de 2010.

Cristina Fernández, quien asumió su primer mandato en octubre de 2007, recordó la protesta opositoras de las patronales rurales en 2008 y en particular la corrida bancaria, cuando se registró una fuga cinco mil millones de dólares del país a raíz de su triunfo electoral del 2011.

La mandataria afirmó que con la corrida bancaria que ocurrió tras su victoria en las elecciones de octubre de 2011 "hubo un intento de ponerle condiciones a un gobierno que había ganado con el 54 por ciento de los votos"

Y a continuación remarcó que existen "intentos muy claros de sectores económicos, financieros de retrotraernos a la década del 90, que generó pingües ganancias para muy pocos".

Esa fue una Argentina endeudada, en la que se conjugaron devaluaciones que implicaron formidables transferencias de sectores asalariados a los más pudientes, de mano de obra barata y dos dígitos de desocupación, sostuvo.

También negó que en Argentina exista lo que se denomina cepo al dólar, ya que hay -afirmó- más de 300 formas de utilizar el dólar en el país.

"Entre esas tantas formas está la de atesoramiento, y no hay razones para tenerlo. Incluso antes podías comprar hasta dos millones de dólares mensuales sin necesidad de decir para qué, y eso no ocurre en ningún lugar del mundo", añadió la Presidenta en la entrevista, grabada en la residencia de Olivos.

Esta es la segunda que concede, la cual se suma al ciclo de diálogos que comenzó con el periodista Hernán Brienza.

Comienza hoy en Colombia Congreso Nacional de Reconciliación

Bogotá, 30 sep (PL) Más de 500 representantes de las Diócesis, pastorales sociales y comunidades de la Iglesia que trabajan por la construcción de la paz en Colombia, se reunirán desde hoy aquí en el VI Congreso Nacional de Reconciliación.
La cita, apuntan sus organizadores, une a los representantes de la Iglesia católica en un objetivo común, "la reflexión y análisis de los temas que el país necesita plantearse para allanar el camino hacia la paz".

Con sede en el Hotel Tequendama, el encuentro se centrará este año en dos ejes principales, uno de ellos el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC-EP, que desde el 19 de noviembre de 2012 se desarrolla en Cuba, y el posible inicio de conversaciones con el ELN.

El Congreso "buscará posibilitar el encuentro de experiencias, reflexiones y determinaciones jurídicas, políticas y legales para identificar y trazar derroteros de transformación desde diversos niveles de acción de la Iglesia y la sociedad civil para que la paz sea posible", subrayan los organizadores.

La cita abrirá sus jornadas con una conferencia del Monseñor Rubén Salazar, presidente de la Conferencia Episcopal, titulada La Iglesia ante la paz y la reconciliación en Colombia.

Para hoy también se prevé que el Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, ofrezca un balance de como avanzan los diálogos, cuyo ciclo número 15 iniciará el próximo jueves.

Entre los temas a debates estarán el desarrollo agrario integral, el primero de los cinco puntos de la agenda de paz entre el Gobierno y la guerrilla, la participación de la sociedad en el proceso, la superación de la crisis humanitaria, y la reparación integral a las víctimas.

ALEPH: El peso de lo simbólico

Cuando los resultados de las elecciones pasadas se dieron a conocer y supimos que en la silla presidencial se sentaría un militar, las sospechas se convirtieron en certeza. Una semana después marchaban por las calles citadinas representantes de varios grupos afines a militares implicados en crímenes de lesa humanidad durante la guerra que se vivió en Guatemala. No importó si las personas que marcharon eran afines o no al presidente recién electo, lo que importó fue su afinidad con una visión militar de mano dura. A eso le llamamos el peso de lo simbólico.

Carolina Escobar Sarti.
Apenas un cuarto de siglo después del inicio del primer gobierno civil de Vinicio Cerezo, volvía un gobierno de corte militar a ocupar la primera magistratura del país guatemalteco. Y con ello, simbólicamente, dimos un paso atrás en el trazado de nuestra historia. No lo dimos por la persona que llegaba a asumir el cargo presidencial, que ni siquiera sabíamos entonces si se desempeñaría bien o mal en su gestión, lo dimos por lo que esa persona significaba en el imaginario social de un país cruzado de norte a sur por la guerra, el autoritarismo y la violencia. Hoy, lo simbólico cuenta, y mucho.
En contraste, ese peso se vive de otra manera en algunas partes del continente latinoamericano, específicamente en el sur. Escuchando el discurso del presidente uruguayo Mujica en la reciente Asamblea de Naciones Unidas, pronunciado hace dos días, cabe pensar que, si bien su gestión podrá no ser la más osada o la más acertada, políticamente hablando, sí representa una carga simbólica importante en el balance continental. Angustiado por el porvenir que no verá y por el que se ha comprometido, José Mujica cree que “sí es posible un mundo con una humanidad mejor, pero tal vez hoy la primera tarea sea salvar la vida”.
Salvar la vida en medio de una civilización que se ha casado con la muerte es toda una propuesta política, y tiene su peso simbólico. Quizás no la que estamos acostumbrados a escuchar, sobre todo desde la plena conciencia de la realidad de un continente atravesado por la impunidad, la corrupción, el crimen organizado, el militarismo, la desigualdad y la colonización. “Aturdidos, huimos de nuestra biología que defiende la vida por la vida misma como causa superior y la suplantamos por el consumismo funcional a la acumulación”, dice Mujica.
El peso de lo simbólico es fuerte, tanto si apostamos por la vida como si apostamos por la muerte. Salir de la prehistoria y archivar la guerra como recurso cuando la política fracasa, “esa es la larga marcha y el desafío que tenemos por delante, y lo decimos con conocimiento de causa. Conocemos las soledades de la guerra”, dice Mujica. (…) Es posible crear estabilidad y será posible a generaciones venideras si logran empezar a razonar como especie, no solo como individuo, llevar la vida a la galaxia y seguir con ese sueño conquistador que llevamos en nuestra genética los seres humanos. Pero para que todos esos sueños sean posibles, necesitamos gobernarnos a nosotros mismos o sucumbiremos, o sucumbiremos, porque no somos capaces de estar a la altura de la civilización que en los hechos fuimos desarrollando”.
 cescobarsarti@gmail.com

Nuevas adhesiones a huelga de médicos panameños a pesar de amenazas

Panamá, 30 sep (PL) Nuevos gremios del sector salud anunciaron hoy que se suman a la huelga general por tiempo indefinido que cumple cinco días convocada por la Comisión Médica Nacional Negociadora (Comenenal) en rechazo a una ley de contratación.
Este lunes se unen a la medida la Asociación de Gremios, Profesionales y Técnicos de la Salud, y ayer se sumaron las enfermeras.

El director de la Caja del Seguro Social (CSS), Guillermo Sáez-Llorens, amenazó a los huelguistas con descontarles del salario el tiempo que dejen de trabajar, y a los dirigentes de Comenenal y otros gremios a trasladarlos a las regiones más apartadas del interior si no deponen su actitud.

La respuesta a las amenazas de Sáez-Llorens ha sido una radicalización de las medidas y un incremento de los gremios que participan en el paro el cual se extenderá si el presidente, Ricardo Martinelli, firma la ley de contratación de extranjeros aprobada el jueves por la Asamblea Nacional y que ya está en sus manos.

Domingo Moreno, coordinador de Comenenal, reiteró que la huelga de médicos continuará y aseguró que la protesta tomará fuerza este lunes cuando se sumen la Asociación de Practicantes y Técnicos de Enfermería, y otros gremios.

Nuestra huelga sigue firme este lunes y será por tiempo indefinido hasta tanto se retire el proyecto de ley 611, dijo Moreno a los periodistas.

Su colega Genaro González, secretario general de la Asociación de Nacional de Funcionarios Administrativos de la Caja de Seguro Social, anunció que el personal de áreas administrativas de policlínicas y hospitales de la CSS de todo el país, declararán esta semana su apoyo a los médicos en huelga.

NUEVOS TIEMPOS PARA SIRIA

Colectivo “LA GOTERA”

Guatemala, 26 de septiembre de 2013
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La guerra en Siria ha tomado rumbos diferentes a los concebidos inicialmente por Estados Unidos y sus secuaces imperialistas. A pesar de que las bandas armadas de mercenarios siguen combatiendo contra las fuerzas gubernamentales, tienen pocas probabilidades de triunfar pues, el respaldo del pueblo sirio a su presidente Bashar al Assad ahora se cifra en casi un 90%, según sondeos estimados por una fuente seria y bastante confiable como lo es la Red Voltaire. Y, no porque muchos amen a Bashar, sino porque prefieren ganar la guerra contra las bandas yihadistas para así, en un clima de paz y tranquilidad, aplicar las reformasampliamente votadas; pues, en una mente lógica y civilizada se sabe que la guerra lo único que acarrea es caos e ingobernabilidad, regresión y miseria, mientras asuntos de beneficio para el país y para todos deben sertratados a nivel político. Además, de estar consciente plenamente -el pueblo sirio- de que son las potencias occidentales, a través de sus mercenarios armados y extremistas, las que quieren cambiar el mapa de Siria con objetivos imperialistas transnacionales previamente trazados.
En dichos objetivos prima la bandera del separatismo y no la de la unidad siria ni la convivencia pacífica que ha prevalecido por siglos entre sus diferentes expresiones religiosas y políticas encumbradas en su laicismo.
Quizá, en nuestro fuero interno, habrá que darle el beneficio de la duda a Obama y su grupo de reformistas, quienes han logrado visualizar más allá de los mezquinos intereses de sus trusts y han actuado de acuerdo a esa visión a fin de seguir prevaleciendo en el futuro como potencia dominante.No hay que creer, por tanto, que pretenden ceder espacios.
Convencidos del enorme déficit financiero y productivo, no pueden seguir dándose el lujo de intervenir en otra guerra de carácter convencional, máxime con condiciones adversas como las que expresamos anteriormente: contra un gobierno ampliamente apoyado por su pueblo, con las dos potencias emergentes más importantes del momento, Rusia y China, del lado de Siria; con una opinión pública adversa dentro de su propio país; con un frente muy amplio a nivel mundial que rechaza no solo la guerra, sino la injerencia y la violación flagrante del derecho internacional.
Había que actuar con más astucia e inteligencia lo cual conlleva una gran dosis de audacia y valentía.
Los primeros signos de este resquebrajamiento de la alianza belicista se dieron con la negativa del parlamento inglés a apoyar la aventura contra Siria. Luego de ello, vino el hundimiento de La Liga Árabe, que si bien, por lo regular, en tiempos anteriores había servido a los intereses colonialistas de las potencias occidentales, en esta ocasión se desenmascaró totalmenteal expulsar a su mayor y más importante socio fundador,  Siria, haciéndose eco de las aspiraciones de sus antiguos amosy poniéndose al frente del apoyo a los mercenarios no solo en su reclutamiento sino en proporcionarles pertrechos de guerra y logística para atacarla. ¡Quien da un centavo ahora por la Liga Árabe! Nadie. Sino desaparece tiene que ser reestructurada radicalmente.
De esa cuenta, Catar que fue, en un principio, un actor principal en aras dederrocar a Bashar al Assad, ahora ya no figura más en la lista de losaliados de occidente. Turquía y Arabia Saudita, se quedaron solas en el financiamiento de la “contra” yihadista exponiéndose el gobierno turco a perder las próximas elecciones y el monárquico de la Casa Saud al desprecio, no solo de su propio pueblo, sino de los pueblos árabes de otros países de la zona y los musulmanes de otras regiones.
Incluso, en la Asamblea General número 68 de las Naciones Unidas, los acercamientos entre Estados Unidos e Irán han sido uno de los pasajes más llamativos, con lo que se da la espalda a los dos anteriores, enemigos acérrimos de los persas. Desde 1979 no ha habido más que retórica belicista entre ambos. Sin embargo, a raíz de la diplomacia existen muy buenas probabilidades que una reunión de alto nivel se de en estos días.
Por otro lado, en esa misma Asamblea General, los discursos en contra de Estados Unidos tuvieron una tónica más directa, clara y contundente en el marco de los escándalos de espionaje e injerencia destapados por Assange, Manning y Snowden. Ciudadanos estadounidenses que se atrevieron a desafiar a la oligarquía de su país arriesgando su propia existencia y libertad.
Alocuciones más atronadoras las provenientes del Cono Sur del continente americano liderados por la mandataria brasileña, lo que demostró, una vez más, que Estados Unidos ha perdido hegemonía en esta zona del planeta muy próxima a su radio de control. No digamos, las de Irán y la propia Siria que se unieron en este sentido al anterior artículo en el New York Times de parte del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien cuestionó seriamente los motivos del gobierno estadounidense para atacar Siria.
No obstante, esos remesones en la política exterior de Washington, no esperemos que esto acabe con su poderío militar y económico de la noche a la mañana. Las hegemonías, históricamente hablando, se van perdiendo poco a poco. Puede llevar años, incluso un siglo más. Empero, quizá Obama y su equipo deseen pasar a los anales de la historia como los que permitieron esa transición en su país y regalarnos a los habitantes de este planeta el tan ansiado multilateralismo.
A partir de estas cavilaciones, ¿qué espera el mundo entonces?
Tomando en cuenta un suceso muy reciente que para muchos puede pasar desapercibido, para  La Gotera es muy significativo. EKenia acaba deacaecer un hecho que si bien, no puede considerarse masivo, para los estrategas mundiales debe considerarse: la toma de rehenes en un centro comercial de Nairobi por parte de un grupo de yihadistas del grupo Al-Shabaab. Sin embargo, lo novedoso de ello es que dentro de los atacantes había dos ciudadanos estadounidenses y una británica que quizá era la lideresa del grupo. Con ello, se rompen los esquemas de que los extremistas provienen exclusivamente del Oriente Medio. Ahora, todos los países tienes que estar preparados para lidiar contra estas bandas terroristas conformadas por sus propios ciudadanos, pero en especial, las potencias como Estados Unidos y Europa occidental donde pueden haber ataques contra infraestructura comercial, de transportes o de comunicaciones, especialmente por el odio que ha despertado la Casa Blanca a raíz de sus ataques e injerencias en otros países. Y, no estamos hablando de los atentados contra las Torres Gemelas, pues la investigación sobre ellos apenas ha comenzado y todo apunta a una conspiración delpropio gobierno de George W. Bush como justificación para atacar Afganistán e Irak.
En estos tiempos de globalización, donde lo virtual se mezcla con lo real. Donde los libretos de Hollywood pasan, muchas de estos, a ser premoniciones o adelantos de lo que será el futuro, numerosas personas que los leen, miran o juegan con sus productos, los hacen concretos y existentes.
Ante estos nuevos escenarios, sufrir ataques reales y recurrentes dentro de sus propios territorios, sería excepcional para el pueblo norteamericano. Por lo que creemos que eso ha sido un factor de peso para preferir la vía diplomática con respecto a Siria, por tanto, ante ese cambio de planes, lo que vemos en un futuro mediato es la caída de las monarquías de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos; el repliegue discreto de los Estados Unidos y el abandono de su proyecto del Gran Medio Oriente; el cambio en el gobierno de Israel por un gabinete más moderado aislando a los sionistas de línea dura del poder. Un probable juicio a Bush hijo y sus funcionarios más cercanos en la Corte Penal Internacional. Indicios de esto existen: la no participación del ex presidente en un evento en Suiza el año pasado para evitar una posible aprehensión, el discurso de EvoMorales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en la 68 Asamblea General de la ONU donde pide se enjuicie al gobierno de Obama por crímenes de lesa humanidad.
Realmente esperamos que esas ansiedades se cumplan para poder respirar en un mundo más alejado de la guerra y el terrorismo. Sin embargo, conscientes estamos que los grupos de poder que requieren de guerras para poder controlar el planeta y enriquecerse a costa de los sufrimientos y muerte que éstas provocan, están muy activos y potentes.
Si Obama, realmente desea hacer valer su premio Nóbel debe asestar un golpe certero a este Complejo Militar Industrial quien es el que efectivamente gobierna Estados Unidos. No sabemos cómo lo puede hacer, si en realidad lo desea. De lo contrario, es probable que, para darse el tupe de una verdadera democracia que respeta la legislación internacional, ese grupo poderoso dominado por el lobby sionista del AIPAC -American Israel Public Affairs Committee- (Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel), lo entregue cuando ya no sea presidente a los tribunales planetarios para que sea juzgado por crímenes de lesa humanidad. Total, no es de su grupo por haber sido escogido por su color para dar una apariencia de que el pueblo estadounidense realmente elige y, además, por eso, porque es negro. Que pueden perder. Al contrario, ganarían mucho. El mundo entonces seguiría como hasta el momento, camino al infierno.



Candidato presidencial del FMLN llama a la unidad de los salvadoreños

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Cuscatlán, El Salvador, 30 sep (PL) Con un llamado de unidad al pueblo salvadoreño, el candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén, concluyó su visita al municipio de Cojutepeque, a unos 35 kilómetros al este de San Salvador.

El también vicepresidente salvadoreño hizo un recorrido por el centro urbano de esta localidad, cabecera del departamento de Cuscatlán y compartió con los pobladores, quienes le dieron expresivas muestras de apoyo.



En sus palabras ante varios miles de simpatizantes, Sánchez Cerén reiteró que de permanecer el FMLN en el gobierno, sus principales líneas de trabajo estarán encaminadas a la seguridad pública, la generación de empleos y la educación.



La comitiva electoral se encuentra visitando diferentes zonas del interior del país, previo al inicio oficial de la campaña electoral para elegír al próximo presidente de El Salvador.



"Vamos a continuar cambiando a este país, vamos a seguir profundizando los cambios, y la presencia de ustedes me inspira, pero además me compromete a estar junto a ustedes, a trabajar de la mano, a caminar juntos para hacer realidad esa victoria", subrayó el candidato.



El candidato presidencial del FMLN insistió en que se profundizarán los cambios hechos en el actual gobierno encabezado por el presidente Mauricio Funes para mejorar los servicios de salud pública y la atención al sector agrario, así como trabajar por conseguir un mejor futuro para la juventud.



Salvador Sánchez Cerén, actual vicepresidente de El Salvador, junto a Oscar Ortiz, alcalde de la ciudad de Santa Tecla, integran la fórmula presidencial del FMLN para las elecciones a celebrarse en febrero próximo, y son hasta ahora, el único dúo de aspirantes que cuentan con la documentación en regla ante las autoridades electorales.



Por su parte, el candidato a la presidencia por el partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Norman Quijano, enfrenta una investigación judicial ante la supuesta malversación de más de 583 mil dólares, a su paso al frente de la alcaldía de San Salvador, por lo que aun no recibe el finiquito de la Corte de Cuentas, lo que pone su aspiración electoral en peligro.



Quijano ha tenido más de un año para demostrar que está solvente en su administración como alcalde, cosa que no ha hecho y en este momento el caso está en su parte final y la Corte de Cuentas pronto dará a conocer sentencia.

Correa elogia reacción popular frente a intentona golpista de 2010

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Quito, 30 sep (PL) El presidente Rafael Correa aseguró hoy que la multitudinaria movilización del pueblo ecuatoriano fue el principal elemento que frenó el intento de golpe de Estado en su contra tres años atrás.

La democracia se mantuvo por la reacción de la gente, expresó el mandatario, al rememorar este lunes los acontecimientos del 30 de septiembre de 2010, en una entrevista con la Radio Pública del país.



Apuntó, además, que la firme actitud que adoptó frente a los golpistas, y la solidaridad internacional también contribuyeron a abortar la intentona.



Yo no me creo mártir ni héroe, pero siempre les dije que de allí yo salía como Presidente o como cadáver, recordó Correa, quien el día de los hechos estuvo retenido durante nueve horas en el hospital de la Policía de Quito.



El 30 de septiembre de 2010 la insubordinación de un grupo de policías descontentos con una reforma salarial derivó en un intento de golpe de Estado contra el gobierno de la Revolución Ciudadana.



Los sublevados trataron de asesinar al gobernante cuando este se presentó en las instalaciones policiales para dialogar con ellos, y Correa tuvo que refugiarse en el hospital aledaño, de donde fue rescatado nueve horas después por fuerzas leales, en medio de un intenso tiroteo.



De acuerdo con el gobierno, las investigaciones de los hechos demostraron que el intento de golpe de Estado no fue un acto aislado, sino que se trató de una acción coordinada por varios grupos opositores que previamente se habían tomado el aeropuerto, la Asamblea Nacional y otros instituciones públicas.



Ese día quedó demostrado que esas prácticas (golpistas) no iban a tener cabida en el Ecuador de la Revolución Ciudadana, aseveró Correa este lunes en la entrevista radial.



Según el Presidente, todavía hay agitadores dentro de las fuerzas armadas y la Policía, que cada semana, dijo, entregan pasquines en los cuarteles, pero ya no tienen credibilidad.

La era del nacionalismo, según The National Interest


Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme
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Maniobras navales conjuntas de Estados Unidos en Filipinas, hace una semana. Grupos estadunidenses desarrollan posturas teóricas militaristas como la cuarta guerra mundialFoto Ap
Paul Pillar, becario de la Brookings Institution y del Centro de Estudios de Seguridad de la Universidad de Georgetown, plantea asombrosamente La era del nacionalismo ( The National Interest, 1/9/13).

The National Interest, fundada por el superhalcón israelí-estadunidense Irvin Kristol, cuenta como presidente honorario a Henry Kissinger y es publicada por The Center for the National Interest, anteriormente The Nixon Center, cuya tendencia consiste en promover la perspectiva realista (sic) de Estados Unidos en política exterior.

Cabe recordar que la tesis doctoral de Kissinger versó sobre el orden mundial plasmado en el Congreso de Viena de 1814, como continuación del orden del Estado-nación y su soberanía, establecidos en Westfalia en 1648.

Al perder sus dos guerras en Afganistán e Irak, ¿el grupo neoconservador straussiano de The National Interest adopta el nacionalismo como medida de protección del futuro de Estados Unidos?

Paul Pillar juzga que no ha sido sencillo definir la era presente desde el colapso de la URSS y el comunismo en Europa oriental. Fustiga la nomenclatura inherentemente insatisfactoria de la cuarta (sic) guerra mundial (CGM) en contra del Islam radical promovida por algunos (sic) después del 11-S. El terrorismo es solamente una táctica que ha permeado durante milenios, mientras el Islam radical es parte marginal de un fenómeno más amplio, insuficiente para reconfigurar los asuntos globales.

Si se mira a la historia en retrospectiva, se decantan en las pasadas dos décadas las consecuencias del fenómeno conocido como nacionalismo ahora en forma plena e irrestricta, cuando “tomó tres siglos y medio para que sus componentes básicos –el Estado soberano, la vinculación popular al Estado y su diseminación global– emergieran con plena fuerza”.

A su juicio, los ingredientes del nacionalismo pueden ser añejos por siglos, pero su resultado combinado, visto globalmente, es nuevo. Vivimos hoy la era nacionalista.

Rememora que la parte más importante del concepto del choque de civilizaciones de Samuel Huntington –que desarrolló las ideas de la CGM– abulta a la religión.

Desecha uno a uno los conceptos del mundo unipolar, a la misma multipolaridad (más desde el punto de vista económico), el G-2 (Estados Unidos y China), el G-8 o el G-20, y hasta la no polaridad de Richard Haass (presidente del influyente Consejo de Relaciones Exteriores: CFR, por sus siglas en inglés), pero ninguno cumple la visión integral que acontece en el planeta.

Desmenuza el nacimiento del Estado nación en la Paz de Westfalia de 1648 que marcó el fin de la teológica Guerra de los 30 Años, lo cual codificó el concepto de la soberanía del Estado: una estructura política de Europa del siglo XX, que con otros procesos permea ría la fuerza del futuro nacionalismo.

Cita el libro Después del nacionalismo del historiador británico E. H. Carr, de entonaciones marxistas, en el que aborda la socialización de la nación que incluye la extensión de las franquicias y el creciente papel económico (¡supersic!) del Estado.

Paul Pillar admite que el paroxismo del nacionalismo deletéreo nutrió a la Primera Guerra Mundial y dejó un considerable sentimiento nacionalista que alimentó la segunda vuelta de carnicería dos décadas más tarde.

A juicio de Paul Pillar, Carr creyó en forma idílica que las guerras del nacionalismo se desvanecerían con los avances de tecnología militar, especialmente del poder aéreo, que harían a las fronteras estratégicamente menos significativas que antes, mediante el establecimiento de organizaciones regionales múltiples.

Según Pillar, Carr se equivocó sobre su pronóstico del nacionalismo. Da el ejemplo del renacimiento nacionalista en un diminuto país como Kosovo, ya no se diga en el mismo país de Carr: Gran Bretaña, que nunca pudo acercarse lo suficiente a la Europa continental.

La descolonización del mundo en vías de desarrollo, que llegó a su pico en los años 60 del siglo pasado y continuó mucho después, exhibió la equivocación conceptual de Carr. Pese a su sello europeo, el Estado westfaliano se ha expandido en todo el mundo.

Paul Pillar aduce que la competencia entre izquierda y derecha se volvió una competencia entre Occidente y Oriente que disfrazó muchas de las consecuencias del nacionalismo desde Alemania occidental hasta Yugoslavia y Checoslovaquia.

Argumenta que el Estado nación es la realidad definitoria (sic) de nuestro tiempo y que la era del nacionalismo hoy es producto de la condición humana (¡supersic!).

Se basa en el imperativo territorial del autor Robert Ardrey, donde la posesión de un pedazo bien definido de la superficie terrestre constituye el rasgo dominante de muchas especies más cercanamente relacionadas a los humanos que desemboca en el Estado nación y sus imperativos institucionales que se agregan a rasgos biológicos y evolutivos, a los que se suman los mitos nacionales.

Aporta como ejemplo el nacionalismo en China y Japón. En efecto, el noreste y sureste asiáticos viven un intenso y vibrante nacionalismo en medio de sus regionalismos específicos y de su participación en lo que les conviene en la globalización.

Aun el magnificente experimento supranacional de Europa muestra serias fisuras balcanizadoras.

Ejemplos similares abundan desde América Latina, pasando por África y Asia central hasta Rusia. Aun en el Medio Oriente, Paul Pillar considera que el nacionalismo triunfa sobre la religión, lo cual, a mi juicio, puede ser muy discutido en espera del resultado final de la mezcla insólita de sus específicos conflictos teológicos-sectarios. Bueno, siempre existen excepciones a las reglas.

Sostiene que Estados Unidos exhibe mayor nacionalismo que cualquier otro país y que denominan excepcionalismo (nota: que el mismo presidente ruso Vlady Puttin fustigó en su célebre artículo a The New York Times, 11/9/13).

Sin duda, ningún país promueve, defiende y consolida su soberanía nacionalista como Estados Unidos en todos los rubros de su vida sin excepción; si no, que nos pregunten a los mexicanos, sus vecinos nacionalistas incómodos.

Una frase implacable de Paul Pillar: La intensidad del nacionalismo de Estados Unidos apunta a las principales implicaciones prescriptivas de vivir en la era nacionalista cuando los hacedores de la política deberían estar conscientes de los sentimientos nacionalistas ajenos.

Concluye que ningún modelo único en el mundo puede generar una gran estrategia para todos los propósitos. Pero el mejor ajuste para la era nacionalista es un realismo pragmático que toma como ingrediente básico de los asuntos globales los intereses paralelos algunas veces conflictivos de las naciones estado individuales, mientras reconoce el poder que puede ser generado por los sentimientos nacionalistas dentro de las naciones estado.

¿Podrá el excepcionalismo de Estados Unidos, un jingoísmo a carta cabal, reconocer el nacionalismo mexicano transhistórico para forjar una óptima vecindad?

A mi juicio, se asienta la desglobalización, concomitante al regionalismo y al retorno de sus específicos nacionalismos de esencia evolutiva sicobiológica.
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