Colectivo “LA GOTERA”
Guatemala, 26 de septiembre de 2013
La guerra en Siria ha tomado rumbos diferentes a los concebidos inicialmente por Estados Unidos y sus secuaces imperialistas. A pesar de que las bandas armadas de mercenarios siguen combatiendo contra las fuerzas gubernamentales, tienen pocas probabilidades de triunfar pues, el respaldo del pueblo sirio a su presidente Bashar al Assad ahora se cifra en casi un 90%, según sondeos estimados por una fuente seria y bastante confiable como lo es la Red Voltaire. Y, no porque muchos amen a Bashar, sino porque prefieren ganar la guerra contra las bandas yihadistas para así, en un clima de paz y tranquilidad, aplicar las reformasampliamente votadas; pues, en una mente lógica y civilizada se sabe que la guerra lo único que acarrea es caos e ingobernabilidad, regresión y miseria, mientras asuntos de beneficio para el país y para todos deben sertratados a nivel político. Además, de estar consciente plenamente -el pueblo sirio- de que son las potencias occidentales, a través de sus mercenarios armados y extremistas, las que quieren cambiar el mapa de Siria con objetivos imperialistas transnacionales previamente trazados.
En dichos objetivos prima la bandera del separatismo y no la de la unidad siria ni la convivencia pacífica que ha prevalecido por siglos entre sus diferentes expresiones religiosas y políticas encumbradas en su laicismo.
Quizá, en nuestro fuero interno, habrá que darle el beneficio de la duda a Obama y su grupo de reformistas, quienes han logrado visualizar más allá de los mezquinos intereses de sus trusts y han actuado de acuerdo a esa visión a fin de seguir prevaleciendo en el futuro como potencia dominante.No hay que creer, por tanto, que pretenden ceder espacios.
Convencidos del enorme déficit financiero y productivo, no pueden seguir dándose el lujo de intervenir en otra guerra de carácter convencional, máxime con condiciones adversas como las que expresamos anteriormente: contra un gobierno ampliamente apoyado por su pueblo, con las dos potencias emergentes más importantes del momento, Rusia y China, del lado de Siria; con una opinión pública adversa dentro de su propio país; con un frente muy amplio a nivel mundial que rechaza no solo la guerra, sino la injerencia y la violación flagrante del derecho internacional.
Había que actuar con más astucia e inteligencia lo cual conlleva una gran dosis de audacia y valentía.
Los primeros signos de este resquebrajamiento de la alianza belicista se dieron con la negativa del parlamento inglés a apoyar la aventura contra Siria. Luego de ello, vino el hundimiento de La Liga Árabe, que si bien, por lo regular, en tiempos anteriores había servido a los intereses colonialistas de las potencias occidentales, en esta ocasión se desenmascaró totalmente, al expulsar a su mayor y más importante socio fundador, Siria, haciéndose eco de las aspiraciones de sus antiguos amosy poniéndose al frente del apoyo a los mercenarios no solo en su reclutamiento sino en proporcionarles pertrechos de guerra y logística para atacarla. ¡Quien da un centavo ahora por la Liga Árabe! Nadie. Sino desaparece tiene que ser reestructurada radicalmente.
De esa cuenta, Catar que fue, en un principio, un actor principal en aras dederrocar a Bashar al Assad, ahora ya no figura más en la lista de losaliados de occidente. Turquía y Arabia Saudita, se quedaron solas en el financiamiento de la “contra” yihadista exponiéndose el gobierno turco a perder las próximas elecciones y el monárquico de la Casa Saud al desprecio, no solo de su propio pueblo, sino de los pueblos árabes de otros países de la zona y los musulmanes de otras regiones.
Incluso, en la Asamblea General número 68 de las Naciones Unidas, los acercamientos entre Estados Unidos e Irán han sido uno de los pasajes más llamativos, con lo que se da la espalda a los dos anteriores, enemigos acérrimos de los persas. Desde 1979 no ha habido más que retórica belicista entre ambos. Sin embargo, a raíz de la diplomacia existen muy buenas probabilidades que una reunión de alto nivel se de en estos días.
Por otro lado, en esa misma Asamblea General, los discursos en contra de Estados Unidos tuvieron una tónica más directa, clara y contundente en el marco de los escándalos de espionaje e injerencia destapados por Assange, Manning y Snowden. Ciudadanos estadounidenses que se atrevieron a desafiar a la oligarquía de su país arriesgando su propia existencia y libertad.
Alocuciones más atronadoras las provenientes del Cono Sur del continente americano liderados por la mandataria brasileña, lo que demostró, una vez más, que Estados Unidos ha perdido hegemonía en esta zona del planeta muy próxima a su radio de control. No digamos, las de Irán y la propia Siria que se unieron en este sentido al anterior artículo en el New York Times de parte del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien cuestionó seriamente los motivos del gobierno estadounidense para atacar Siria.
No obstante, esos remesones en la política exterior de Washington, no esperemos que esto acabe con su poderío militar y económico de la noche a la mañana. Las hegemonías, históricamente hablando, se van perdiendo poco a poco. Puede llevar años, incluso un siglo más. Empero, quizá Obama y su equipo deseen pasar a los anales de la historia como los que permitieron esa transición en su país y regalarnos a los habitantes de este planeta el tan ansiado multilateralismo.
A partir de estas cavilaciones, ¿qué espera el mundo entonces?
Tomando en cuenta un suceso muy reciente que para muchos puede pasar desapercibido, para La Gotera es muy significativo. En Kenia acaba deacaecer un hecho que si bien, no puede considerarse masivo, para los estrategas mundiales debe considerarse: la toma de rehenes en un centro comercial de Nairobi por parte de un grupo de yihadistas del grupo Al-Shabaab. Sin embargo, lo novedoso de ello es que dentro de los atacantes había dos ciudadanos estadounidenses y una británica que quizá era la lideresa del grupo. Con ello, se rompen los esquemas de que los extremistas provienen exclusivamente del Oriente Medio. Ahora, todos los países tienes que estar preparados para lidiar contra estas bandas terroristas conformadas por sus propios ciudadanos, pero en especial, las potencias como Estados Unidos y Europa occidental donde pueden haber ataques contra infraestructura comercial, de transportes o de comunicaciones, especialmente por el odio que ha despertado la Casa Blanca a raíz de sus ataques e injerencias en otros países. Y, no estamos hablando de los atentados contra las Torres Gemelas, pues la investigación sobre ellos apenas ha comenzado y todo apunta a una conspiración delpropio gobierno de George W. Bush como justificación para atacar Afganistán e Irak.
En estos tiempos de globalización, donde lo virtual se mezcla con lo real. Donde los libretos de Hollywood pasan, muchas de estos, a ser premoniciones o adelantos de lo que será el futuro, numerosas personas que los leen, miran o juegan con sus productos, los hacen concretos y existentes.
Ante estos nuevos escenarios, sufrir ataques reales y recurrentes dentro de sus propios territorios, sería excepcional para el pueblo norteamericano. Por lo que creemos que eso ha sido un factor de peso para preferir la vía diplomática con respecto a Siria, por tanto, ante ese cambio de planes, lo que vemos en un futuro mediato es la caída de las monarquías de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos; el repliegue discreto de los Estados Unidos y el abandono de su proyecto del Gran Medio Oriente; el cambio en el gobierno de Israel por un gabinete más moderado aislando a los sionistas de línea dura del poder. Un probable juicio a Bush hijo y sus funcionarios más cercanos en la Corte Penal Internacional. Indicios de esto existen: la no participación del ex presidente en un evento en Suiza el año pasado para evitar una posible aprehensión, el discurso de EvoMorales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en la 68 Asamblea General de la ONU donde pide se enjuicie al gobierno de Obama por crímenes de lesa humanidad.
Realmente esperamos que esas ansiedades se cumplan para poder respirar en un mundo más alejado de la guerra y el terrorismo. Sin embargo, conscientes estamos que los grupos de poder que requieren de guerras para poder controlar el planeta y enriquecerse a costa de los sufrimientos y muerte que éstas provocan, están muy activos y potentes.
Si Obama, realmente desea hacer valer su premio Nóbel debe asestar un golpe certero a este Complejo Militar Industrial quien es el que efectivamente gobierna Estados Unidos. No sabemos cómo lo puede hacer, y si en realidad lo desea. De lo contrario, es probable que, para darse el tupe de una verdadera democracia que respeta la legislación internacional, ese grupo poderoso dominado por el lobby sionista del AIPAC -American Israel Public Affairs Committee- (Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel), lo entregue cuando ya no sea presidente a los tribunales planetarios para que sea juzgado por crímenes de lesa humanidad. Total, no es de su grupo por haber sido escogido por su color para dar una apariencia de que el pueblo estadounidense realmente elige y, además, por eso, porque es negro. Que pueden perder. Al contrario, ganarían mucho. El mundo entonces seguiría como hasta el momento, camino al infierno.
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