12 de abril de 2013, 17:07Washington,
12 abr (PL) La misteriosa desaparición de documentos legales de
computadoras del Pentágono suma hoy otro capítulo de irregularidades
contra los sospechosos de terrorismo confinados en la base naval de
Estados Unidos ubicada en un territorio ocupado a Cuba en Guantánamo.
Según fuentes militares citadas en un reporte de NBC News, el incidente
provocó el retraso hasta el venidero 11 de junio de las audiencias
previas al ya dilatado juicio contra los reos que permanecen en ese
enclave en un limbo legal desde hace años, sin acusaciones concretas ni
ser condenados por ningún tribunal.
Los abogados de la defensa afirmaron que sus documentos de trabajo
confidenciales empezaron a desaparecer de las computadoras del
Departamento de Defensa en febrero, lo que echa por tierra en algunos
casos la labor que por tiempo realizan los juristas respecto a sus
clientes y a la vez implica una mayor dilación de los procesos.
Aseguran los juristas que existen pruebas sobre el seguimiento por
parte de terceros a sus correos electrónicos internos, así como a las
búsquedas en Internet.
Los defensores pidieron que causas en
las cuales se podría enfrentar la pena de muerte se detengan hasta
tanto los problemas sean resueltos, porque ante todo buscan que se
realicen juicios apegados a derecho y con las garantías procesales.
Para la Casa Blanca, la desaparición de los archivos sería una forma
más de mantener ese aplazamiento indefinido de los juicios y una manera
de evitar que quizás salgan a la luz las múltiples violaciones
acaecidas en Guantánamo, sostienen activistas.
Una audiencia
estaba programada para su inicio el lunes pasado en el caso de Abd al
Rahim al Nashiri, de 48 años, acusado de planear un ataque en el que
murieron 17 marineros estadounidenses a bordo del USS Cole en Yemen en
el año 2000.
Detenido en Guantánamo hace seis años y siete
meses, en febrero de 2008, la Agencia Central de Inteligencia (CIA)
confirmó que utilizaron con él y otros dos reclusos la técnica de
tortura del submarino.
Los abogados también solicitarán al
juez, el coronel del Ejército estadounidense James Pohl, cambiar las
vistas previas del juicio que debe comenzar el 22 de abril contra cinco
presos a quienes se les imputa planear los ataques del 11 de septiembre
de 2001 en Nueva York.
Sin embargo, en otro caso los
administradores del sistema vulneraron las redes y accedieron a más de
500 mil archivos de la defensa, incluyendo comunicaciones
confidenciales entre los abogados y sus clientes.
Estas últimas
revelaciones son "absolutamente indignantes", según organizaciones de
derechos humanos que calificaron al sistema de comisiones militares de
ser una farsa, pues todos "los juicios por terrorismo deben realizarse
en Estados Unidos ante tribunales federales reales".
La cárcel
de Guantánamo ocupa titulares en los últimos días por la huelga de
hambre que mantienen desde el 6 de febrero cerca de 130 presos en
protesta por las duras condiciones impuestas por los militares.
Estos los someten al confinamiento en solitario por tiempo indefinido
en celdas con temperaturas extremas y los obligan a permanecer en
posiciones humillantes sin ingerir alimentos por largos periodos, entre
otros atropellos.
Cerca de 166 personas continúan en esta
prisión ilegal creada en 2002, cuyo cierre reclamaron miles de personas
ayer en varias ciudades estadounidenses, mientras representantes de 25
organizaciones de derechos humanos urgieron al presidente Barack Obama
a terminar con ese centro de detención y torturas.
Para la Alta
Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay,
"Estados Unidos incurre en un incumplimiento no solo de sus propios
compromisos sino también de las leyes internacionales y los estándares
que está obligado a mantener".
Desde finales de enero el
enviado del Departamento de Estado para el cierre de la prisión, Daniel
Fried, dejó su puesto para ocupar otras funciones, pero hasta ahora
nadie lo ha sustituido.
Analistas estiman que la administración
de Obama no tiene como prioridad la clausura de este reclusorio, pese a
que el gobernante demócrata prometió cerrarlo en su campaña de 2008.
Opinan, además, que ese presidio es un campo de concentración en
tiempos modernos, un agujero negro en materia de derechos humanos, de
donde los recluidos allí saben que la única manera de salir es muertos. |
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