Escudo antimisil de EE.UU. en Europa está dirigido contra Rusia

Escrito por Roberto Garcia Hernandez

04 de marzo de 2013, 12:30Ottawa, 4 mar (PL) El llamado escudo antimisil que Estados Unidos desplegará en Rumania y Polonia en 2015 y 2018, respectivamente, tiene como único propósito destruir los cohetes balísticos intercontinentales de Rusia, afirma un experto en el tema. Según un artículo publicado en el sitio digital de la entidad académica canadiense Global Research, la Fuerza Aérea de Estados Unidos terminó la construcción de nuevos almacenes en 13 bases aéreas en países europeos, para guardar bombas nucleares de alta precisión destinadas a demoler objetivos protegidos. El hecho de que Rusia nunca se menciona como posible participante activo en el programa anticoheteril del Pentágono, prueba que dicha medida está dirigida contra Moscú, a cuyo Gobierno mantienen alejado de las normas aprobadas en ese sentido por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), agrega el experto. La supuesta defensa contra la amenaza de los cohetes balísticos de Irán fue el pretexto de Washington para la instalación del escudo antimisil en Europa, pero esa es una misión ya asignada a los sistemas que mantiene Estados Unidos y sus aliados en el Oriente Medio, señala el texto firmado por el especialista ruso Vladimir Kozin. El trabajo afirma que al Gobierno de Moscú le gustaría conocer en qué áreas marítimas Washington planifica ubicar los interceptores de largo alcance, y si se incrementarán las capacidades del Pentágono para anular el carácter disuasivo de las fuerzas nucleares del país euroasiático. Unos 30 buques de guerra estadounidenses están equipados con cohetes antibalísticos, y cada uno de ellos puede portar cerca de 40 de esos medios, lo que también afecta los intereses rusos en el tema. Según Kozin, el Pentágono excluyó totalmente de las negociaciones bilaterales a sistemas tan importantes como los programas anticoheteriles, las armas antisatélites y los medios de golpe de alta precisión que pueden destruir blancos en cualquier parte del mundo. El especialista concluye que Moscú y Washington deben renunciar a ser el primero en utilizar sus armas nucleares el uno contra el otro, y no desplegar sus sistemas coheteriles cerca de sus respectivas fronteras, y agrega que el Kremlin ha reiterado su voluntad de cooperar en este sentido.