TeleSUR/La Radio del Sur
Miles de personas celebraron una masiva jornada de protesta en la
ciudad Edmonton, capital de la provincia canadiense de Alberta (oeste),
para mostrar su apoyo al movimiento “Idle No More” (No más inacción),
que ataca las políticas gubernamentales que son consideradas
violatorias de los tratados históricos entre Canadá y sus pueblos
indígenas.
Más de dos mil 500 manifestantes se concentraron frente al centro
comercial “ West Edmonton Mall”, cantando consignas en rechazo a las
medidas emprendidas por el Gobierno del Primer Ministro Stephen Harper.
Las comunidades indígenas, también conocidas como las Primeras
Naciones, han estado protestando contra las condiciones precarias de
vida y la tasa de desempleo en la nación norteamericana, durante las
últimas semanas.
Esta manifestación se realizó días después de la reunión que
sostuvieron delegados de Harper con líderes nativos, el pasado viernes.
Durante el encuentro, Harper accedió a “prestar más atención a las
demandas y cuestiones indígenas”, aunque no hizo promesa alguna.
“El gobierno mantiene su compromiso de diálogo permanente sobre
cuestiones indígenas y la adopción de medidas viables que proporcionen
mejores resultados en las comunidades de las Primeras Naciones”,
sentenció Harper, a través de un comunicado.
Las protestas se han extendido en todo el territorio nacional, luego
de que la activista y defensora de los derechos humanos Theresa Spence
iniciara una huelga de hambre, el 11 de diciembre de 2012.
Spence anunció, la semana pasada, que no asistiría a la reunión del
viernes, argumentando que el gobernador general David Johnston, que es
un representante de la Reina Isabel II, no tomaría parte en ella.
Su protesta ha impulsado a todo el movimiento “Idle No More”. Sin
embargo, Ottawa considera “innecesaria” su huelga de hambre,
defendiendo todas las leyes que impulsaron en el último presupuesto.
Los resultados de la reunión de trabajo fueron distintos entre los
líderes de las Primeras Naciones. Mientras algunos se mostraron
contentos con este primer paso dado, otros boicotearon desde el
principio el encuentro.
En sí, la jornada estuvo marcada por pequeños y grandes incidentes
entre las distintas comunidades. Aunque muchos no creen en la reunión y
sostienen que no se habló de problemas reales, los optimistas
consideran clave la atención que recibieron de Harper y del Gobernador
General.
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