15 de noviembre de 2012, 12:59Ginebra,
15 nov (PL) Cuba reivindicó hoy aquí en la reunión de las Altas Partes
Contratantes de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales el
derecho de los países a defenderse y proteger sus territorios de
agresiones.
Al intervenir en las discusiones sobre el tema de las Minas Diferentes
a las Minas Antipersonales (MDMA), el embajador cubano, Rodolfo
Benítez, recordó que la isla caribeña ha vivido durante más de medio
siglo bajo la hostilidad de Estados Unidos.
"Es bien conocido que Cuba ha estado sometida durante más de cinco
décadas a una política de continua hostilidad y agresión por parte de
la superpotencia militar. En consecuencia, a Cuba no le es posible
renunciar a las MDMA para la preservación de su soberanía e integridad
territorial", apuntó.
Benítez señaló que la postura de La
Habana está en correspondencia con el derecho de legítima defensa
reconocido en la Carta de las Naciones Unidas.
En su discurso,
el diplomático advirtió sobre el actual escenario internacional, así
como la realidad de que los Estados Partes de la Convención no están en
igualdad de condiciones en materia de desarrollo económico y militar, y
desde el punto de vista de seguridad.
Resulta paradójico que
mientras se impulsan de manera acelerada costosos, sofisticados y muy
destructivos sistemas de armamentos convencionales, algunos pretenden
que los países con menos recursos renuncien a su derecho a la legítima
defensa y, por ende, a utilizar armamentos con fines defensivos, cuya
producción sea la más económica y efectiva posible, afirmó.
De
acuerdo con Benítez, la introducción de nuevos requerimientos
tecnológicos para las naciones en desarrollo, que representan la
mayoría de las Altas Partes Contratantes de la Convención, significa
una carga onerosa con un impacto negativo en sus condiciones de
seguridad y defensa.
Si se establecieran como obligatorias
modificaciones técnicas en las MDMA relacionadas con la aplicación de
sistemas de autodestrucción, autoneutralización y autodesactivación,
las limitaciones de recursos financieros y tecnológicos obligarían a
los países en desarrollo a prescindir de este tipo de armamento, expuso.
En ese sentido, llamó la atención de que ese panorama "otorgaría gran
ventaja a los Estados que fundan sus intereses de dominación militar en
armamentos más sofisticados".
Al fijar la postura de Cuba sobre
el tema, el embajador aseguró que la isla comparte plenamente las
preocupaciones humanitarias asociadas al uso indiscriminado e
irresponsable de cualquier tipo de armas, incluyendo las Minas
Diferentes a las Minas Antipersonales.
Para nosotros es
esencial la preservación del adecuado equilibrio entre las cuestiones
de seguridad y las preocupaciones humanitarias, subrayó el diplomático,
quien precisó que las MDMA no se diseña específicamente para causar
estragos o daños superfluos a la población civil, sino para inmovilizar
en el terreno a medios blindados y de transporte enemigos. |
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