14 de septiembre de 2012, 08:15 Santiago
de Chile, 14 sep (PL) En Chile existe una independencia inconclusa y
una democracia fallida, y es tiempo de retomar la lucha de los padres
de la Patria para conquistar plena independencia, exhorta hoy la
revista Punto Final.
En su editorial, la publicación recuerda
que con el golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973 se impuso un
modelo económico antinacional, que subordinó la economía al capital
extranjero mediante la aplicación del modelo neoliberal.
"Eso permitió el surgimiento de una nueva burguesía transnacionalizada
-incluso con participación de conversos de la propia Unidad Popular-
que se alió con los restos de la oligarquía tradicional", señala Punto
Final en el artículo, titulado La independencia inconclusa.
De
acuerdo con la revista, esos sectores constituyen hoy los "poderes
fácticos" que controlan el país, ya que en lo político han constituido
dos bloques para turnarse en el gobierno mediante una comedia de
alternancia: la Concertación de Partidos por la Democracia y la
Coalición por el Cambio.
Son "hermanos siameses e hijos de la
derecha oligárquica que los amamanta. Su juego político demuestra una
notable capacidad histriónica para absorber conflictos", subraya el
editorial, publicado en ocasión de las Fiestas Patrias, cuando se
conmemoran los 202 años de la primera Junta de Gobierno, del 18 de
septiembre de 1810.
"¿Es Chile hoy un país independiente y
soberano después de 17 años de dictadura militar-empresarial, de 20
años de gobiernos de la Concertación y casi tres de un
empresario-presidente? Rotundamente, no", asegura Punto Final, cuyo
número quincenal comienza a circular este viernes.
La revista
precisa que las dos terceras partes de la principal riqueza natural de
Chile, el cobre, está en manos de transnacionales protegidas por sus
gobiernos y lo que se llama democracia está todavía bloqueada por las
amarras de la dictadura.
Añade que no se es independiente
cuando se impide convocar a una Asamblea Constituyente que someta a
referéndum una nueva Constitución, y los fondos de la previsión, la
salud y hasta parte importante de la educación superior están en manos
de consorcios transnacionales.
"El resultado es escandaloso.
Chile es uno de los países más desiguales del mundo en una tendencia
que no ha variado. La pobreza no baja, aunque se manipulen las
estadísticas. La corrupción campea por todas partes". Subraya el
editorial.
De acuerdo con Punto Final, los índices de salud en
materia de alcoholismo, consumo de drogas y trastornos sicológicos y
siquiátricos son desastrosos.
"La educación resulta
virtualmente incosteable para las familias modestas que tienen que
endeudarse para sobrevivir. Y a pesar de ser pagada, la educación no
garantiza calidad", explica la revista.
Año a año -añade- miles
de egresados universitarios salen a engrosar la cesantía. La zona
mapuche ha sido militarizada. La represión parece ser el único camino
que están dispuestos a utilizar los gobiernos neoliberales para
afrontar la protesta social.
Punto Final considera necesario
tomar conciencia del estado de Chile, y valora que afortunadamente está
adquiriendo fuerza la protesta social -encabezada por los estudiantes-
que debería buscar cauces de expresión en un proyecto colectivo de
carácter patriótico, latinoamericanista, democrático y soberano.
Ese proyecto -subraya- debería actuar sobre la razón y también sobre la
sensibilidad de los chilenos. Un proyecto que permita -para usar
palabras de (Bernardo) Oâ�ÖHiggins- que "la dulce patria, el hermoso
Chile vuelva a ocupar el rango de nación". |
No hay comentarios:
Publicar un comentario