|  Washington,
 26 jul (PL) El control sobre la venta de armas en Estados Unidos 
aparece hoy como otro tema prioritario en la campaña electoral del 
presidente Barack Obama, aunque éste descarta introducir una ley contra 
el fácil acceso a los pertrechos. 
 Obama abogó la víspera por una mayor revisión de los antecedentes de 
quienes busquen adquirir implementos bélicos y aumentar las 
restricciones a las personas con problemas mentales.
 
 También 
prometió trabajar con organizaciones religiosas, civiles, los partidos 
Demócrata y Republicano para combatir el crimen y detener las matanzas 
como la ocurrida en Aurora, Colorado, el viernes anterior con saldo de 
12 muertos y 59 heridos, entre ellos un bebé de tres meses.
 
 Pero apoyó el derecho de portar armas, aunque consideró necesario limitar la venta de modelos como fusiles automáticos AK-47.
 
 "No creo que Estados Unidos necesite una nueva ley de armas (...) Creo 
que muchos tenedores de armas estarán de acuerdo en que un rifle de 
asalto debe estar en manos de soldados y no de criminales, que pertenece
 al campo de batalla de la guerra y no a las calles de nuestras 
ciudades", puntualizó el dignatario.
 
 Obama habló en la 
inauguración de la Conferencia anual de la Liga Urbana Nacional de Nueva
 Orleáns, un evento importante para los políticos porque atrae a miles 
de influyentes líderes comunitarios, académicos, empresarios y artistas 
de todo el país.
 
 Esas fueron sus declaraciones sobre el tema 
luego de la masacre de Colorado durante el estreno del filme Batman, 
considerada la peor tragedia en ese estado sureño desde la matanza del 
20 de abril de 1999 en la escuela Columbine High School, donde murieron 
13 personas y otras 26 resultaron heridas.
 
 Sin embargo, varios 
medios de prensa en Estados Unidos vaticinan que las iniciativas del 
presidente enfrentarán las trabas de Asociación Nacional de Rifle, una 
entidad poderosa que hará todo lo imposible para proteger el derecho 
constitucional a la tenencia de armamentos.
 
 El autor del crimen 
de Aurora, James Holmes, de 24 años de edad, utilizó un fusil, dos 
pistolas y un dispositivo emisor de gases lacrimógenos para provocar 
pánico en el público.
 
 Incluso llenó su apartamento de explosivos
 para asegurar que detonaran si alguien entrara. Esas y otras municiones
 las adquirió por Internet sin restricción alguna.
 
 Su juicio comenzó el lunes pasado y podría extenderse durante meses.
 
 La Fiscalía prevé imputarlo con al menos 71 cargos por disparar con la 
intención de matar y el proceso podría terminar con la pena capital.
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