|  Panamá,
 19 jun (PL) La espaciosa Plaza 5 de Mayo en las inmediaciones de la 
sede de la Asamblea Nacional de Panamá está virtualmente abarrotada por 
manifestantes que rechazan las últimas decisiones del gobierno de 
Ricardo Martinelli. 
 La situación sigue muy grave aún, a pesar de que ha habido un receso en
 la represión de los antimotines que protegen el hemiciclo donde la 
sesión no se ha podido reiniciar y es posible se suspenda de nuevo hoy 
al igual que ocurrió ayer.
 
 El obispo de Panamá, Monseñor Ulloa, 
llamó al gobierno a reflexionar y sacar de la Asamblea el tema en 
discusión sobre un proyecto de ley, el 486, que habilitaría la venta de 
acciones del Estado en empresas eléctricas y telefónicas.
 
 La 
gente también exige una verdadera separación de poderes y que no se 
aprueben a los tres magistrados nombrados por el presidente Martinelli 
para la Sala V que tratará asuntos constitucionales, lo cual le da 
mayoría absoluta y control total de  la Corte Suprema de Justicia.
 
 A los miembros de los partidos de oposición desplegados en la plaza 
desde horas tempranas, se han unido progresivamente sindicatos, 
estudiantes y otros gremios, convirtiendo el acto de repudio en una 
masiva manifestación.
 
 No obstante el gobierno insiste en que se trata de un show político de la oposición sin apoyo popular.
 
 El vicepresidente Juan Carlos Varela y líder del opositor partido 
Panameñista, se presentó en la plaza y de allí partió hacia el hemiciclo
 donde pudo entrar sin mayores dificultades.
 
 El desorden es 
total en el interior de la asamblea donde el presidente de la sala dijo 
que espera instrucciones para saber qué se va a hacer.
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