
Es probable que la atracción del libro provenga de la fascinación británica por el dominio mundial, ahora que está en boga repartirse el féretro de EU, como revela otro libro: Cuando China domina al mundo, de un colaborador de The Guardian, Martin Jacques.
The Globalist (11/12/12) toma un extracto que titula en forma impactante Estados Unidos de Latinoamérica (sic)
, cuyo argumento nodal radica en que a  pesar de sus diferentes niveles económicos ahora, Estados Unidos y  Latinoamérica comparten varias similitudes. Y al contrario de lo que el  mundo desarrollado piensa, estas similitudes pueden significar que  América Latina pueda (sic) emerger como el líder del nuevo mundo  económico
.
Según Guardiola-Rivera, Latinoamérica hace sentir su presencia al  haber perdido el temor (sic) de dar la espalda a algunos (sic) vigentes  puntos de vista económicos que han perdido ahora su valía
.
Luego de describir una serie de similitudes libertarias con culturas  diferentes –que pueden ser aceptadas o rechazadas (da igual, no es el  punto del debate)–, aduce que el constante intercambio de bienes,  poblaciones y territorios (sic) son la fuente de sus diferencias  desoladoras (sic). EU es rico, mientras Latinoamérica es  comparativamente pobre. Estados Unidos combate guerras en otros lados  del mundo. América Latina, no
.
Empieza lo interesante: Conforme la clase media de EU amenaza en  derrumbarse bajo el peso de la crisis económica, se encontrará en un  territorio político que sería familiar a muchos al sur. Mientras las  clases medias de Brasil o Colombia parecen más confiadas sobre los  prospectos para el futuro. Muchos de los jóvenes banqueros y hombres de  negocios de Brasil detentan posgrados de las escuelas de negocios de EU
. ¿Qué tan formativo será?
Lo óptimo: La decisión de Latinoamérica de formar una Comunidad de  Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que también encuentra su  inspiración en el sueño de la Unión Europea, es crucial (sic) para  entender el orden mundial que nos llevará al siglo entrante
.
Considera que la Celac se ha reunido alrededor del objetivo de  redefinir el sistema monetario internacional en el nombre de la  soberanía nacional y los polos regionales (sic), por un lado, y la  filosofía de la igualdad de las relaciones comerciales adentro (sic)  como entre (sic) sus sociedades, por otro lado
.
Por lo visto, quienes coligen la geopolítica, como el británico  Richard Gotten, se han asombrado de la cumbre celebrada en Playa del  Carmen, Quintana Roo, este año para formar la Celac, de 33 países, desde un sur 
 que excluye a EU y Canadá y desafía el existente orden financiero y económico controlado por el norte 
.
Richard Gotten aduce que todos (sic) saben que cosas interesantes  (sic) están pasando en Latinoamérica, aunque su exacto (sic) significado  no es siempre aparente inmediatamente (sic)
 y cita a los notables  mandatarios del sur, de acuerdo a su predilección ordenada (que  perturbará de envidia y rabia a la fauna neoliberal): Chávez, Lula, Evo,  Correa y Cristina. No cita siquiera al falso anfitrión, más ligado a  los designios del norte que a la grandiosa odisea del sur: Calderón, un hombre ahistórico
 y sin atributos
, si le aplicamos la clasificación de Robert Musil.
A su juicio, la obra de Guardiola-Rivera desenmaraña, desde los rincones más oscuros y recónditos de la prehistoria
 –cuando aztecas, incas y habitantes del Amazonas eran sus propios agentes históricos
– hasta los más recientes recortes de prensa
, el prodigioso desarrollo de Latinoamérica: cuando  los países más ricos del mundo han estado temblando al borde de la  bancarrota y el colapso (sic), muchos (sic) de los anteriormente  ignorados gobiernos de Latinoamérica, firmemente (sic) apoyados por  movilizaciones de masas (sic) de sus pueblos, han estado construyendo  una alternativa radical (sic), local y sustentable (sic), a las recetas  que les fueron impuestas hasta el final del siglo XX por los falsos  profetas del Banco Mundial y el FMI
.
Richard Gotten pone en evidencia la razón del título del libro de Guardiola-Rivera, quien predice  la inminente captura hispana de EU, antes de la mitad de este siglo. EU  se encuentra ya en camino de convertirse en un país latinoamericano  (¡extra-súper-sic!), con inmensas marchas proinmigrantes de los años  recientes en ciudades estadunidenses que se parecen a las amplias  movilizaciones populares que han llevado al cambio político en  Latinoamérica
.
Guardiola-Rivera predica una frase maravillosa: Puede existir  confusión, pero existen pueblos en el mundo que no se sientan a esperar  por un algún sacerdote para decirles adónde ir
.
Richard Gotten concluye que el libro de Guardiola-Rivera es perverso  (sic) y complicado, pero coloca las soluciones a la presente crisis  económica del mundo rico en su propia perspectiva global
.
Conclusión
En contraste con la propaganda muy aburrida (de más de un  cuarto de siglo) de los latinófobos, quienes aspiran y suspiran tanto  por la deslatinización de Latinoamérica como a su doble israelización y  estadunización, en la presentación de mis dos libros más recientes en la  FIL de Guadalajara (El híbrido mundo multipolar: Un enfoque multidimensional y El fin de una era: Turbulencias en la globalización,  ambos de Editorial Orfila/Jorale; 2010) –que ya está en youtube (página  web: alfredojalife.com)–, aludí a una de las tendencias regionales del  incipiente nuevo orden multipolar, donde no solamente el norte del  hemisferio se estaba latinizando demográficamente –sin contar la parte latina
  de Québec–, sino que, sudamérica, en particular (cuando EU controla  militarmente el eje que va del Plan Colombia a la calderonista  Iniciativa Mérida), se ha convertido prodigiosamente en el polo de la  latinidad global (por encima de la decadencia de su matriz cultural  europea) y donde México, por necesidad ontológica e imperativo  geopolítico, debe representar un puente civilizatorio
 entre ambos polos del norte y el sur sin renegar su latinidad
, la cual debe ser reafirmada intensivamente, y con la tarea obligatoria de ejercer al máximo su poder cultural
 incomparable en todo el continente apabullantemente latino.
Este debate no es menor y es francamente definitorio del porvenir  mexicano cuando Sudamérica, inundada por los óptimos estadistas de su  historia, ha emprendido su fulgurante odisea histórica, ya muy difícil  de detener, mientras el México profundo
 (re) clama y (ex) clama su redefinición latina.
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