
En
 medio de hecatombe provocada por el coronavirus Washington ha lanzado 
una nueva ofensiva en su batalla auto impuesta, por derrocar el gobierno
 de Nicolás Maduro. Esta vez EEUU ha acusado formalmente a Maduro y 
otras autoridades venezolanas de narcotraficantes internacionales y de 
formar parte de una compleja red de distribución de drogas a través del 
Caribe, cuyo objetivo sería “invadir” el mercado norteamericano de 
narcóticos, en palabras del propio fiscal estadounidense William Barr, 
unas “30 millones de dosis” entrarían al país por la acción directa del 
“cartel de los soles”, nombre bajo el cual se intenta recrear la 
existencia del mencionado clan criminal.
Si bien desde el 
año 2015 Washington comenzó una creciente campaña orientada a forzar la 
salida del poder del actual gobierno de Venezuela, que ha incluido 
detenciones, sanciones económicas y comerciales considerables y la 
confiscación de bienes y activos petroleros venezolanos en EEUU*, 
afectando seriamente a la economía de este país, en esta oportunidad 
representaría la más grave acusación que este último haya lanzado desde 
el inicio de su cruzada contra el gobierno y las instituciones en 
Venezuela.
 Aunque no se tratara de la primera acción de 
Washington orientada a quebrar a Venezuela, en esta oportunidad estamos 
en presencia de la más agresiva, radical y determinada ya que al mejor 
estilo de un western americano; EEUU le puso precio a la cabeza del 
presidente Nicolás Maduro y ofreció literal, 15 millones de dólares de 
recompensa, además de otros 10 millones adicionales por 12 funcionarios o
 ex miembros de su administración.
¿Por qué ahora? 
Incluso
 si la trama de los últimos acontecimientos parece más bien una escena 
de la conocida serie de televisión Miami Vice, donde narcotraficantes 
latinos son perseguidos por policías “buenos” que juegan a saltarse sus 
propias reglas combatiendo el tráfico de drogas en la ciudad de Miami, 
en esta oportunidad los grupos de poder en Washington parecieran estarse
 jugando la última carta en su empeño por cambiar el poder en Venezuela.
Hace
 apenas unos días el gobierno de Maduro denunció la incautación de un 
importante arsenal militar que se trasladaba desde Colombia para dar un 
golpe contra su gobierno. Al frente de la operación está Cliver Alcalá 
Cordones, exoficial cercano al expresidente Chávez, y quien sería el 
jefe de las acciones subversivas. En palabras de Alcalá, el plan cuenta 
con el apoyo de “Juan Guaidó, así como de altos funcionarios del 
gobierno de EEUU y de Colombia”, quienes desde varios campamentos 
paramilitares encubiertos en la frontera colombo-venezolana habrían 
preparado el golpe final para “restaurar la democracia” en el país 
caribeño.
Lo que resulta evidente y hace más comprensible 
el intrincado asunto es la necesidad de Washington para adelantar sus 
acciones contra Maduro en un contexto de crisis global agudizada por la 
emergencia sanitaria, y cuyo telón de fondo en América latina serían el 
postergado referéndum chileno donde Piñera cercano a Washington podría 
perder el poder, y el aplazado proceso electoral boliviano favorable al 
Movimiento de Evo Morales, aliado incondicional de Caracas. 
Adicionalmente, si tomamos en cuenta el papel que Rusia, China y Cuba 
han tenido en el manejo solidario de la crisis del covid-19, en 
Venezuela se juega el futuro político de la región, y posiblemente del 
mundo. Luego de infructuosos esfuerzos en la desgastada figura de Juan 
Guaidó, Washington parece haber encontrado el momento indicado para 
pasar a la acción en Venezuela.
El “narco estado” como narrativa de la intervención “necesaria”
Cuando
 se agotan los argumentos que justifiquen de manera soterrada la 
intervención militar en Venezuela, se recurre a los métodos más 
descabellados, incluso si estos se barnizan de tonos redentores para los
 pueblos.  Al ser Maduro acusado de liderar una poderosa red de 
narcotraficantes, donde además participarían otros importantes 
funcionarios del gobierno venezolano, incluidos altos cargos militares y
 el mismo ministro de defensa Vladimir Padrino, se busca romper la moral
 del pequeño Estado periférico cuyos medios para enfrentar la bestia son
 francamente muy limitados. 
Por experiencia sabemos que 
tanto las armas de destrucción masiva, como los regímenes dictatoriales y
 los narco Estados constituyen algunas de las variadas narrativas con 
las que el poder estadounidense hace antesala de cualquier escaramuza 
militar, política o mediática para cambiar de facto aquellos gobiernos 
considerados hostiles a sus intereses.
Plantear que Maduro
 lidera una red de narcotraficantes con aviones y toneladas de drogas 
dirigidas a EEUU con apoyo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de 
Colombia (FARC); desde cierto punto de vista resulta un argumento un 
tanto infantil. Sobre todo, si se tiene en cuenta que las propias 
autoridades americanas han reconocido que 90% de la droga que ingresa al
 país proviene de Colombia, y los principales canales de tránsito son el
 Pacífico 84% del tráfico, y no el Caribe por el que apenas transita un 
7% de la droga ingresada ilegalmente a Norteamérica (1).
En
 complemento a esta realidad, a partir de 2015 Venezuela ha sufrido un 
progresivo endurecimiento de las sanciones por parte de Estados Unidos, 
estas sanciones incluyen a prácticamente todos los sectores de la 
economía nacional, todo lo cual supone un efectivo control por parte de 
EEUU sobre el comercio y las actividades que Venezuela ejerce con  el 
resto del mundo, Venezuela es una economía bloqueada, y su gobierno 
apenas puede lograr realizar actividades de abastecimiento de sus 
propios ciudadanos, entonces cómo podría un Estado en tal minusvalía 
operativa liderar un cartel de las drogas hacia EEUU?
A 
todas luces esto resulta más bien un argumento poco creíble, propio de 
la manipulación y el manejo truncado de la información para crear 
confusión y caos. Este ardid discursivo de poca factura no refleja otra 
cosa que el incontenible interés y la injustificable necesidad de 
Washington por entrar a Venezuela.
Muchas de las 
actividades destinadas a la compra de medicamentos, insumos médicos, 
alimentos, y algunos bienes de consumo importados son adquiridos 
mediante complejos mecanismos de pagos internacionales, donde en muchos 
casos intervienen varios bancos en una misma operación sujeta casi 
enteramente a las normativas del bloqueo impuesto por Estados Unidos, 
¿quién podría ser un traficante con unos ojos tan grandes mirando encima
 tuyo? esto pareciera ser más bien un relato de ficción para inocentes 
que una realidad comprobable por las autoridades americanas (2).
Además
 de los económico, Maduro es hasta el momento de escribir esta nota uno 
de los hombres más vigilados por los servicios de espionaje 
norteamericanos, por lo que es difícil creer que  la inteligencia de ese
 país no tenga evidencia real y suficiente con la cual sustentar sus 
acusaciones, haciéndoles creer a sus ciudadanos que se trata de una 
operación “necesaria” contra un cártel de la droga internacional, un 
enemigo justificado además por la necesidad de llevar libertad y 
democracia al pueblo “oprimido” de Venezuela, discurso que de seguro a 
todos nos suena ya muy trillado por su indiscutible nivel de cinismo.
Mientras
 algunas imágenes vagas y otras invenciones más propias de la fantasía 
que de la realidad sean el justificativo suficiente para intervenir a 
otros pueblos, los clanes, grupos de poder y lobbies que gobierna 
Estados Unidos podrán decidir la vida y el destino de otras naciones. 
Difícil creer que con la débil carta del narco Estado, la mayor potencia
 global pueda lograr ejercer un verdadero liderazgo global, por el 
contrario, se tratará más bien de un estado pendenciero y altanero que 
sólo puede mostrar su fuerza amedrentando a los débiles.
Notas
1) Heathcliff Cedeño (13/032020) ¿Narcoestado? El informe que deja a Venezuela al margen de la ruta de la cocaína, consultado en; https://medium.com/@misionverdad2012/narcoestado-el-informe-que-deja-a-venezuela-al-margen-de-la-ruta-de-la-coca%C3%ADna-9bc4bd8bc65c
2) Telesur (30/05/2019) ¿Qué no puede pagar Venezuela a causa del bloqueo financiero? Consultado en;   https://www.telesurtv.net/news/venezuela-pago-compromisos-bloque-financiero-eeuu-20190530-0006.html
-Charles
 Giuseppi Castillo, politólogo venezolano y magíster en relaciones 
internacionales, cursante del doctorado en ciencias políticas en la 
Universidad Simón Bolívar (USB). Actualmente profesor e investigador y 
miembro del centro de investigaciones críticas y sociales (CICRIS), un 
grupo de trabajo sobre asuntos internacionales (USB) Caracas.
     https://www.alainet.org/es/articulo/205527
 
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