Fuentes: Brasil de Fato        
Dos años después del asesinato de Marielle, las investigaciones muestran vínculos de Bolsonaro con implicados en el crimen

Marielle
 Franco, militante feminista y concejala por el Partido Socialismo y 
Libertad fue asesinada a balazos el 14 de marzo de 2018
Créditos: Mario Vasconcellos / Câmara Municipal do Rio de Janeiro / Brasil de Fato
El último sábado (14) el asesinato de Marielle Franco y de su 
conductor Anderson Gomes cumplió dos años. En este período, la 
investigación del crimen avanzó lentamente en algunos aspectos. En el 
mapa de la investigación, se encuentran paramilitares (ex integrantes de
 las fuerzas de seguridad) y políticos de Rio de Janeiro como 
sospechosos. Si nos detenemos en los nombres divulgados, vamos a 
encontrar una relación intrínseca de los sospechosos con la familia 
Bolsonaro.
Desde el 14 de marzo de 2019 el policía retirado Ronnie Lessa y el ex
 policía militar Élcio Queiroz están detenidos y son considerados los 
autores materiales del crimen. El 26 de octubre del mismo año, la 
Fiscalía de Brasil presentó una denuncia al Tribunal Superior de 
Justicia en la que acusa al ex diputado de Rio de Janeiro y consejero 
del Tribunal de Cuentas de Rio de Janeiro, Domingos Inácio Brazão, de 
ser el autor intelectual del asesinato.
Las primeras informaciones sobre la prisión de los sospechosos, 
llamaron la atención hacia el vínculo entre los paramilitares 
involucrados en el caso y el presidente brasileño Jair Bolsonaro (sin 
partido). Lessa es vecino del mandatario en el barrio residencial de 
lujo Barra da Tijuca, en Rio de Janeiro. En sus redes sociales, Élcio 
Queiroz alaba al mandatario brasileño y comparte fotos en las que 
aparecen juntos.
Federalización del caso
 Al presentar la denuncia contra Brazão, la entonces Fiscal de la 
República, Raquel Dodge, recomendó federalizar el caso, así las 
investigaciones se trasladarían de los ámbitos de la Policía Civil, 
Ministerio Público de Rio de Janeiro a la Policía Federal, como exigía 
la familia de Marielle Franco. Sin embargo, tras la asunción de Jair 
Bolsonaro, la familia cambió de opinión.
Al presentar la denuncia contra Brazão, la entonces Fiscal de la 
República, Raquel Dodge, recomendó federalizar el caso, así las 
investigaciones se trasladarían de los ámbitos de la Policía Civil, 
Ministerio Público de Rio de Janeiro a la Policía Federal, como exigía 
la familia de Marielle Franco. Sin embargo, tras la asunción de Jair 
Bolsonaro, la familia cambió de opinión.
“Creemos que [el ministro de Justicia y Seguridad Pública] Sergio 
Moro aportará más separado de las investigaciones”, afirmó la familia en
 un comunicado divulgado a la prensa. “La Fiscalía del estado de Rio de 
Janeiro obtuvo avances importantes y por ello somos favorables a que la 
institución sea la responsable por la resolución del caso”.
En aquel momento, el jefe de la División General de Homicidios y 
Protección a las Personas (DGHPP), el comisario Antonio Ricardo Nunes, 
responsable por la investigación de la Policía Civil, no rechazó la 
posibilidad de que Brazão sea el autor intelectual del crimen. “Esta 
será una de nuestras líneas de investigación”, declaró.
 ¿Autoría intelectual?
Los investigadores llegaron al nombre de Domingos Brazão a través de 
 filtraciones realizadas por la Policía Federal en el teléfono móvil de 
 un paramilitar, Jorge Alberto Moreth, alias “Beto Bomba”. En una 
llamada  con el concejal Marcello Siciliano, el 8 de febrero de 2019, 
divulgada  por el portal de noticias UOL, el paramilitar afirma que 
Brazão ordenó  el crimen y habría pagado 500.000 reales (R$) por la 
ejecución de la concejala.
Marcello Siciliano es un empresario del sector de la construcción 
civil, fue electo concejal en 2016 con votación masiva en la zona oeste 
de Rio de Janeiro, en regiones controladas por el paramilitarismo y 
ahora cumple su primer mandato en la Cámara Municipal del estado.
En diciembre de 2018 la Cámara aprobó un proyecto de Marcello 
Siciliano con apoyo de otros dos concejales que autorizaba a una iglesia
 neopentecostal, la Iglesia Batista “Actitud”, en Barra da Tijuca, a 
construir un nuevo templo. Frecuentan la iglesia Jair Bolsonaro y la 
primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, que participaron de una 
fiesta de despedida organizada por los fieles cuando se fueron a vivir 
en Brasilia. 
Chiquinho Brazão, hoy diputado federal por el partido Avante y socio 
de su hermano Domingos en una red de gasolineras, recibió del gobierno 
federal tres pasaportes diplomáticos en marzo de 2019. Según reveló 
Brasil de Fato, se concedió el beneficio al parlamentario, a su esposa y
 su hijo.
En la filtración de escucha telefónica realizada por la Policía 
Federal, el paramilitar Beto Bomba señala a otros ejecutores del 
asesinato de Marielle: Edmilson Gomes Menezes, alias Macaquinho, 
Leonardo Gouveia da Silva, alias Mad, y Leonardo Luccas Pereira, alias 
Leléo. Según él, el comandante de la Policía Militar Ronald Alves 
Pereira habría comandado la operación. 
Un mes después de la conversación, Ronnie Lessa y Élcio Queiroz  
fueron arrestados en Rio de Janeiro. Para el Ministerio Público de Rio  
de Janeiro y la Policía Civil, los dos son los responsables por ejecutar
  a Marielle. El último 10 de febrero la Justicia del estado decidió que
  los dos comparecerán ante un jurado popular.
La “Oficina del crimen” y Bolsonaro
Ronnie Lessa, Élcio Queiroz, Mad, Leléo y Macaquinho son algunos de 
los sicarios de la llamada “Oficina del crimen”, formada por un grupo de
 agentes de las fuerzas de seguridad que actúan en la región de Rio das 
Pedras, en la zona oeste de Rio de Janeiro, desde hace 20 años. 
Mencionado por Beto Bomba, Adriano Magalhães da Nóbrega, ex oficial del 
Batallón de Operaciones Especiales, la tropa de élite de la policía de 
Rio de Janeiro, sería el jefe de la organización criminal.
Él estaba fugado hace un año y fue asesinado el 9 de febrero de este 
año, en una operación que intentaba arrestarlo en Bahia. Nóbrega es una 
figura clave en diversos crímenes pero también en el vínculo del clan 
Bolsonaro con el paramilitarismo carioca.
El paramilitar había sido mencionado como uno de los beneficiarios de
 un esquema de lavado de dinero en el gabinete del entonces diputado 
estadual Flavio Bolsonaro, hijo de Bolsonaro y senador de la República 
actualmente.
Además, durante su mandato en Rio de Janeiro, formaban parte de su  
gabinete la esposa y la madre de Nóbrega, Danielle Mendonça da Costa y  
Raimunda Veras Magalhaẽs, respectivamente. Ellas recibieron un total de 
1.029.042,48 de reales (R$) en sueldos, de lo cual enviaron 203 mil 
reales (R$) a Fabrício  Queiroz, ex asesor de Flávio Bolsonaro 
investigado por el Consejo de  Actividades Financieras (COAF) debido a 
transacciones financieras  ilícitas. 
En total, Queiroz movió 7 millones de reales (R$) en tres años. En 
2016, realizó  un depósito en la cuenta bancaria de la primera dama, 
Michelle  Bolsonaro, por el valor de 24 mil reales (R$). 
Cuestionado sobre la transferencia a su esposa, Jair Bolsonaro 
contestó que habría hecho un préstamo a Queiroz y el depósito sería una 
parte del pago restante. En una entrevista, el presidente afirmó ser 
amigo del ex asesor de su hijo desde 1984.
Flavio Bolsonaro concedió honores a Nóbrega en la Asamblea 
Legislativa de Rio de Janeiro en 2003 y en 2005. En 2005, el paramilitar
 no estuvo presente en la ceremonia porque estaba detenido después de 
recibir condena por homicidio.
Durante su juicio, Nóbrega recibió un apoyo importante del entonces 
diputado federal Jair Bolsonaro. Después de la audiencia que culminó en 
la condena del paramilitar, el actual presidente de la República lo 
defendió ante la tribuna de la Cámara de Diputados: “Siempre ha sido un 
magnífico oficial”.
En 2007, Nóbrega apeló ante la justicia y fue declarado inocente. En 
2013 fue expulsado de la policía por trabajar ilegalmente como guardia 
de seguridad en una casa de juegos de azar en Rio de Janeiro.
Otro importante personaje de la Oficina del crimen, el mayor Ronald 
Paulo Alves, señalado por Beto Bomba como el responsable por organizar 
el grupo de asesinos de Marielle Franco, también recibió honores por 
parte de Flavio Bolsonaro en la Asamblea Legislativa en 2004, tras 
comandar una operación que culminó en tres asesinatos. Un año antes, él 
había sido acusado de participar de la matanza de cinco jóvenes en un 
club nocturno.
El 15 de febrero último, después de la muerte de Nóbrega, Bolsonaro  
comentó su relación con los paramilitares y rechazó tener cualquier  
vínculo. “No conozco al paramilitarismo en Rio de Janeiro. Lo  
desconozco. No hay ningún vinculo entre el paramilitarismo y yo en Rio  
de Janeiro”, afirmó.
Traducción: Luiza Mançano, para Brasil de Fato. 
 
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