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jueves, 19 de marzo de 2020

Marielle, Bolsonaro y el paramilitarismo


Fuentes: Brasil de Fato

Dos años después del asesinato de Marielle, las investigaciones muestran vínculos de Bolsonaro con implicados en el crimen

Marielle Franco, militante feminista y concejala por el Partido Socialismo y Libertad fue asesinada a balazos el 14 de marzo de 2018
Créditos: Mario Vasconcellos / Câmara Municipal do Rio de Janeiro / Brasil de Fato
El último sábado (14) el asesinato de Marielle Franco y de su conductor Anderson Gomes cumplió dos años. En este período, la investigación del crimen avanzó lentamente en algunos aspectos. En el mapa de la investigación, se encuentran paramilitares (ex integrantes de las fuerzas de seguridad) y políticos de Rio de Janeiro como sospechosos. Si nos detenemos en los nombres divulgados, vamos a encontrar una relación intrínseca de los sospechosos con la familia Bolsonaro.
Desde el 14 de marzo de 2019 el policía retirado Ronnie Lessa y el ex policía militar Élcio Queiroz están detenidos y son considerados los autores materiales del crimen. El 26 de octubre del mismo año, la Fiscalía de Brasil presentó una denuncia al Tribunal Superior de Justicia en la que acusa al ex diputado de Rio de Janeiro y consejero del Tribunal de Cuentas de Rio de Janeiro, Domingos Inácio Brazão, de ser el autor intelectual del asesinato.
Las primeras informaciones sobre la prisión de los sospechosos, llamaron la atención hacia el vínculo entre los paramilitares involucrados en el caso y el presidente brasileño Jair Bolsonaro (sin partido). Lessa es vecino del mandatario en el barrio residencial de lujo Barra da Tijuca, en Rio de Janeiro. En sus redes sociales, Élcio Queiroz alaba al mandatario brasileño y comparte fotos en las que aparecen juntos.
Federalización del caso
Al presentar la denuncia contra Brazão, la entonces Fiscal de la República, Raquel Dodge, recomendó federalizar el caso, así las investigaciones se trasladarían de los ámbitos de la Policía Civil, Ministerio Público de Rio de Janeiro a la Policía Federal, como exigía la familia de Marielle Franco. Sin embargo, tras la asunción de Jair Bolsonaro, la familia cambió de opinión.
“Creemos que [el ministro de Justicia y Seguridad Pública] Sergio Moro aportará más separado de las investigaciones”, afirmó la familia en un comunicado divulgado a la prensa. “La Fiscalía del estado de Rio de Janeiro obtuvo avances importantes y por ello somos favorables a que la institución sea la responsable por la resolución del caso”.
En aquel momento, el jefe de la División General de Homicidios y Protección a las Personas (DGHPP), el comisario Antonio Ricardo Nunes, responsable por la investigación de la Policía Civil, no rechazó la posibilidad de que Brazão sea el autor intelectual del crimen. “Esta será una de nuestras líneas de investigación”, declaró.
 ¿Autoría intelectual?
Los investigadores llegaron al nombre de Domingos Brazão a través de filtraciones realizadas por la Policía Federal en el teléfono móvil de un paramilitar, Jorge Alberto Moreth, alias “Beto Bomba”. En una llamada con el concejal Marcello Siciliano, el 8 de febrero de 2019, divulgada por el portal de noticias UOL, el paramilitar afirma que Brazão ordenó el crimen y habría pagado 500.000 reales (R$) por la ejecución de la concejala.
Marcello Siciliano es un empresario del sector de la construcción civil, fue electo concejal en 2016 con votación masiva en la zona oeste de Rio de Janeiro, en regiones controladas por el paramilitarismo y ahora cumple su primer mandato en la Cámara Municipal del estado.
En diciembre de 2018 la Cámara aprobó un proyecto de Marcello Siciliano con apoyo de otros dos concejales que autorizaba a una iglesia neopentecostal, la Iglesia Batista “Actitud”, en Barra da Tijuca, a construir un nuevo templo. Frecuentan la iglesia Jair Bolsonaro y la primera dama de Brasil, Michelle Bolsonaro, que participaron de una fiesta de despedida organizada por los fieles cuando se fueron a vivir en Brasilia. 
Chiquinho Brazão, hoy diputado federal por el partido Avante y socio de su hermano Domingos en una red de gasolineras, recibió del gobierno federal tres pasaportes diplomáticos en marzo de 2019. Según reveló Brasil de Fato, se concedió el beneficio al parlamentario, a su esposa y su hijo.
En la filtración de escucha telefónica realizada por la Policía Federal, el paramilitar Beto Bomba señala a otros ejecutores del asesinato de Marielle: Edmilson Gomes Menezes, alias Macaquinho, Leonardo Gouveia da Silva, alias Mad, y Leonardo Luccas Pereira, alias Leléo. Según él, el comandante de la Policía Militar Ronald Alves Pereira habría comandado la operación. 
Un mes después de la conversación, Ronnie Lessa y Élcio Queiroz fueron arrestados en Rio de Janeiro. Para el Ministerio Público de Rio de Janeiro y la Policía Civil, los dos son los responsables por ejecutar a Marielle. El último 10 de febrero la Justicia del estado decidió que los dos comparecerán ante un jurado popular.
La “Oficina del crimen” y Bolsonaro
Ronnie Lessa, Élcio Queiroz, Mad, Leléo y Macaquinho son algunos de los sicarios de la llamada “Oficina del crimen”, formada por un grupo de agentes de las fuerzas de seguridad que actúan en la región de Rio das Pedras, en la zona oeste de Rio de Janeiro, desde hace 20 años. Mencionado por Beto Bomba, Adriano Magalhães da Nóbrega, ex oficial del Batallón de Operaciones Especiales, la tropa de élite de la policía de Rio de Janeiro, sería el jefe de la organización criminal.
Él estaba fugado hace un año y fue asesinado el 9 de febrero de este año, en una operación que intentaba arrestarlo en Bahia. Nóbrega es una figura clave en diversos crímenes pero también en el vínculo del clan Bolsonaro con el paramilitarismo carioca.
El paramilitar había sido mencionado como uno de los beneficiarios de un esquema de lavado de dinero en el gabinete del entonces diputado estadual Flavio Bolsonaro, hijo de Bolsonaro y senador de la República actualmente.
Además, durante su mandato en Rio de Janeiro, formaban parte de su gabinete la esposa y la madre de Nóbrega, Danielle Mendonça da Costa y Raimunda Veras Magalhaẽs, respectivamente. Ellas recibieron un total de 1.029.042,48 de reales (R$) en sueldos, de lo cual enviaron 203 mil reales (R$) a Fabrício Queiroz, ex asesor de Flávio Bolsonaro investigado por el Consejo de Actividades Financieras (COAF) debido a transacciones financieras ilícitas. 
En total, Queiroz movió 7 millones de reales (R$) en tres años. En 2016, realizó un depósito en la cuenta bancaria de la primera dama, Michelle Bolsonaro, por el valor de 24 mil reales (R$). 
Cuestionado sobre la transferencia a su esposa, Jair Bolsonaro contestó que habría hecho un préstamo a Queiroz y el depósito sería una parte del pago restante. En una entrevista, el presidente afirmó ser amigo del ex asesor de su hijo desde 1984.
Flavio Bolsonaro concedió honores a Nóbrega en la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro en 2003 y en 2005. En 2005, el paramilitar no estuvo presente en la ceremonia porque estaba detenido después de recibir condena por homicidio.
Durante su juicio, Nóbrega recibió un apoyo importante del entonces diputado federal Jair Bolsonaro. Después de la audiencia que culminó en la condena del paramilitar, el actual presidente de la República lo defendió ante la tribuna de la Cámara de Diputados: “Siempre ha sido un magnífico oficial”.
En 2007, Nóbrega apeló ante la justicia y fue declarado inocente. En 2013 fue expulsado de la policía por trabajar ilegalmente como guardia de seguridad en una casa de juegos de azar en Rio de Janeiro.
Otro importante personaje de la Oficina del crimen, el mayor Ronald Paulo Alves, señalado por Beto Bomba como el responsable por organizar el grupo de asesinos de Marielle Franco, también recibió honores por parte de Flavio Bolsonaro en la Asamblea Legislativa en 2004, tras comandar una operación que culminó en tres asesinatos. Un año antes, él había sido acusado de participar de la matanza de cinco jóvenes en un club nocturno.
El 15 de febrero último, después de la muerte de Nóbrega, Bolsonaro comentó su relación con los paramilitares y rechazó tener cualquier vínculo. “No conozco al paramilitarismo en Rio de Janeiro. Lo desconozco. No hay ningún vinculo entre el paramilitarismo y yo en Rio de Janeiro”, afirmó.
Traducción: Luiza Mançano, para Brasil de Fato.

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