Ángel Guerra Cabrera
La Jornada
La ofensiva  imperialista
 yanqui contra los pueblos de nuestra región está entrando en una nueva 
fase; en algunos países, con claros ribetes fascistas. Aunque no es el 
único síntoma, el obsesivo afán de Estados Unidos por matar de hambre e 
insalubridad a los pueblos de Venezuela y Cuba, sólo para impedir que 
ejerzan el sagrado derecho humano a la autodeterminación, es un 
clarísimo ejemplo de ello. También lo es la cínica y alocada cruzada 
antiterroristaen América Latina convocada esta semana en Bogotá por el secretario de Estado Pompeo y el subpresidente Duque, tomados de la mano con su títere Juan Guaidó.
Precisamente por ese contexto tan hostil y antidemocrático, toma 
mayor relevancia política la designación de Luis Arce y David 
Choquehuanca como candidatos a presidente y vicepresidente de Bolivia 
por el Movimiento al Socialismo(MAS) en las elecciones del 3 de mayo 
próximo.
Evo Morales promovió la postulación del dúo en una nutrida reunión 
celebrada en Argentina entre cuadros del MAS y representantes del Pacto 
de Unidad de los movimientos sociales bolivianos. Estos, que 
originalmente proponían a Choquehuanca para la primera posición y al 
joven líder cocalero del trópico de Cochabamba Andrónico Rodríguez para 
la segunda, convinieron con los inteligentes razonamientos de Evo en 
busca de mayor unidad, representatividad y rendimiento electoral. El 
objetivo es lograr la victoria en primera vuelta como se hizo el 20 de 
octubre, cercenada entonces por el supuesto fraude jamás demostrado por 
la OEA, que abrió la puerta al golpe de Estado.
El líder aymara explicó que con el binomio Arce-Choquehuanca se 
consigue la unión entre el campo y la ciudad, la unión del conocimiento 
científico con el milenario del mundo indígena. Subrayó también que con 
Arce se asegura la economía, hombre que salvo por un breve periodo fue 
ministro del ramo de los tres gobiernos de Evo y sin duda, el creador 
del exitoso modelo económico que permitió no sólo crecer económicamente 
muy por encima de los demás países de América Latina y el Caribe y de 
muchos otros, sino sacar de la pobreza y la pobreza extrema a millones. 
Desde su más temprana juventud Arce militó en el Partido Socialista-1 
del insigne Marcelo Quiroga Santa Cruz. Sus primeras lecturas de 
economía no fueron en las aulas universitarias sino en círculos de 
estudio de teoría marxista. A ello unió estudios de licenciatura y una 
maestría en ciencias económicas por la Universidad de Warwick, 
Inglaterra. Catedrático universitario, se sumó a la primera campaña 
electoral de Morales en 2005, laboró dentro de su primer gobierno tan 
pronto fue electo y al poco tiempo asumió la cartera de economía que 
detentó casi ininterrumpidamente por casi 14 años. Por su parte, David 
Choquehuanca es uno de los hombres más cercanos a Evo desde que éste 
lideraba a los cocaleros del trópico de Cochambamba, también inició las 
luchas estudiantiles y los estudios marxistas desde muy joven, a la vez 
que ganaba prestigio como asesor de sindicatos campesinos y se preparaba
 académicamente con estudios de posgrado en antropología e historia y 
más tarde en derechos de los pueblos originarios. Canciller con Evo 
durante 11 años, Choquehuanca ocupó luego la secretaría de la Alba y ha 
sido un gran impulsor de los derechos de la Pacha Mama a partir de la 
cosmogonía de los pueblos originarios.
Es evidente la superioridad moral, política, intelectual y humana de 
este dúo sobre la miríada de aspirantes opositores: el neofascista 
cruceño Luis Fernando Camacho, el neoliberal consagrado Carlos Mesa, el 
supertítere de Estados Unidos Tuto Quiroga y otros por el estilo. Ha 
trascendido que hasta la autoproclamada quiere ser candidata, que es 
como decir la nada.
Lo que será muy problemático para Arce y Choquehuanca y para todos 
los candidatos del MAS es ir a una elección frente un gobierno 
militarizado, asesino de 35 indígenas, que practica la persecución 
política por el solo hecho de opinar distinto, que mantiene presos 
militantes del MAS, activistas, o simplemente indígenas, en no pocos 
casos sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes como el ex 
ministro de gobierno Carlos Romero. Encima, una prensa nacional 
totalmente plegada a los golpistas con gran complicidad de la 
internacional. Existen importantes funcionarios del gobierno del MAS 
asilados en la embajada de México en La Paz, a los que se niega el 
salvoconducto para abandonar el país. El MAS ganaría la elección hoy 
según todas las encuestas. Pero la gran pregunta es si el supuesto 
gobierno transitorio cuya exclusiva función era pacificar el país y 
convocar elecciones está dispuesto a devolver el poder a los 
salvajes, como los calificó la señora Áñez, en caso de que éstos obtengan la victoria electoral. La pregunta no es ociosa puesto que los golpistas han dado rienda suelta al racismo, un giro brusco a la política exterior y de seguridad, ahora totalmente subordinadas a Estados Unidos, colocado las empresas públicas al servicio de amigos y parientes. Actúan como si fueran a permanecer mil años.
Twitter: @aguerraguerra
 

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