Entrevista a Evo Morales, presidente de Bolivia
Correo del Alba
Días antes de las presidenciales del 20-O, el presidente Evo Morales concedió una entrevista exclusiva a Correo del Alba, donde hace un balance del Proceso de Cambio y ahonda en el futuro mediato de Bolivia, de cara al bicentenario.
¿Cómo definiría la Bolivia de antes del Proceso de Cambio?
 Como un país sin desarrollo, sin esperanza y sin futuro por causa del 
saqueo al que fue sometido. Cómo podría haberse desarrollado en los 
tiempos neoliberales si tenía una deuda externa de casi 5 mil millones 
de dólares y el Producto Interno Bruto (PIB) era tan solo de 5 mil 
millones de dólares. El 2006 nos entregaron un PIB de 9 mil millones de 
dólares. 
 Entonces, qué futuro y qué esperanza podía haber si 
todo era saqueo; saqueo de la clase dominante que lo único que hacía era
 ver cómo aprovechar la corta gestión que les tocaba en la presidencia. 
“Vas a ser presidente, vas a ser terrateniente en el oriente boliviano y
 que todos los de tu clase tengan tierras”, así actuaban. 
 Ud. ha dicho que no quiere ser el mejor presidente de Bolivia, pero sí que Bolivia sea el mejor país. ¿Cómo se consigue ese anhelo?
Yo
 diferencio porque he visto pancartas con mensajes: “Evo es el mejor 
presidente de Bolivia”. No me gusta eso, por eso dije que no quiero ser 
el mejor presidente de la historia del país, sino más bien que queremos,
 junto al pueblo, la mejor Bolivia de nuestra historia, ese es el plan 
que tenemos. Yo digo que no estamos lejos, porque si para fines de 2005 
el PIB era de 9 mil millones de dólares, el pasado año llegamos a 40 mil
 800 millones de dólares, es decir, si en 180 años nos dejaron 9 mil 
millones de dólares, en 13 años llegamos a 38 mil o 39 mil millones de 
dólares.
¿Cómo ha sido posible lo que menciona?  
Con
 la nueva política económica de recuperar nuestros recursos naturales, 
rescatar las empresas estratégicas y sobre todo las inversiones 
pequeñas, medianas y grandes. Después de esto vino un tema de 
planificación, acompañado de inversión a la cabeza del Estado, 
apuntalado también por el sector privado y sectores asociativos. 
Entonces, estamos haciendo inversión bajo una política de economía 
plural. Nos han sorprendido los resultados, yo quiero ser muy sincero, 
no pensábamos que con la nacionalización de los recursos naturales 
rápidamente iba a cambiar la situación de todo el país, pero ha empezado
 a cambiar y eso nos compromete como autoridades y como pueblo, porque 
se ven los resultados gracias al Proceso de Cambio, y la nacionalización
 se acompaña de políticas sociales. 
En lo político lo que hemos 
hecho es refundar Bolivia, acabar con el Estado colonial y crear un 
Estado Plurinacional. Con esta refundación, constitucionalmente 
reafirmamos el gran pedido clamoroso del pueblo boliviano, de que todos 
tenemos los mismos derechos y beneficios. El sector más abandonado por 
la historia era el movimiento indígena y las mujeres, ahora ambos tienen
 los mismos derechos que el resto. 
En materia social el mayor 
logro ha sido la redistribución de las riquezas. Antes no habían 
programas sociales, menos productivos; aunque para el sector privado 
hasta habían leyes, y los mal llamados “hospitales de empresas”. Yo 
entendía que las empresas privadas estaban enfermas y que había que 
hacerlas curar y veía que se sacaban créditos para donar a los grandes 
empresarios. Que el Estado neoliberal curaba la enfermedad de las 
empresas privadas, claro, mientras los pobres no tenían nada y vivían a 
su suerte. 
Hoy hay una redistribución de riqueza con bonos, 
rentas para los hermanos y hermanas más humildes, pero también programas
 productivos donde el Estado garantiza un 70%, 80% de inversión y el 
responsable o beneficiario aporta solo un 20% o 30%. Por eso hemos 
reducido de 78.2% a menos del 15% la extrema pobreza, aunque nuestra 
meta es llegar a menos del 5%. 
¿Cómo visualiza a esa nueva y mejor Bolivia?  
La
 hemos proyectado alrededor de cuatro rubros: agropecuario, 
hidrocarburífero, minero y energético. Yo veo ahí la esperanza de 
Bolivia. Así como la mesa o la silla tiene cuatro patas, nosotros cuatro
 rubros. 
Hay otros rubros como el turismo, la ciencia y 
tecnología, pero son complementarios. Mediante los hidrocarburos estamos
 entrando a la industrialización; nos falta la petroquímica y el tema de
 energía –nos estamos preparando para generar más energía–. En el tema 
agropecuario quiero ponderar que hemos abierto mercado para que los 
grandes ganaderos, junto con los pequeños, exporten carne a China, y nos
 estamos abriendo a Rusia. Otros productos, como la almendra y la 
quinua, ya se exportan, y como dije, este año está previsto exportar 
carne; después vendrá el café, la soya, entonces imagínense la esperanza
 de Bolivia. 
En el sector minería e hidrocarburos hemos 
comenzado por industrializar para sustituir la importación, por ejemplo,
 hicimos eso con el gas licuado del petróleo (GLP). Al llegar al 
gobierno se exportaba gas natural y se importaba GLP, actualmente 
seguimos exportando gas –casi un 90% al mercado paraguayo, una parte 
Argentina y otra a Paraguay y Perú–. Asimismo, antes se importaba urea, y
 hoy exportamos mayoritariamente al Brasil, aunque estamos empezando a 
exportar a Paraguay, Perú y la Argentina. 
El modelo descrito 
podremos aplicarlo pronto con otros rubros, cuando tengamos la industria
 de hierro dejaremos de importar hierro para la construcción, y después 
exportaremos. Queremos compartir lo poco que tenemos con los países 
vecinos. 
Una de los eslóganes del Gobierno es “Bolivia como corazón energético de Sudamérica”, ¿cómo y para qué se busca eso?
Efectivamente
 en materia energética nos proponemos exportar energía, así para el año 
2025 mínimamente estaremos generando cerca 6 mil megavatios (MW), pese a
 que yo quisiera que fueran 9 mil MW. ¿Cómo explico esto? Porque cuando 
llegamos al gobierno la demanda interna era de 700 MW y hoy asciende a 
1.500 MW, aun cuando estamos generando más de 2 mil MW y cerraremos el 
año, con la incorporación de ciclos combinados, con alrededor de 3 mil 
MW. Solamente con ejecutarse lo del Bala, en Río Grande, con las ocho 
plantas hidroeléctricas generaríamos otros 3 mil MW, lo que sumado a lo 
anterior daría un total de 9 mil MW. La pregunta obvia es ¿para qué 
tanta generación sin mercado? Resulta que Brasil cada año tiene que 
incorporar 5 mil MW para su demanda interna, Argentina otros mil, aunque
 por su crisis económica tiene algunos problemas. Y, como está subiendo 
el precio de la energía, nosotros venderíamos más barato a estos países 
vecinos y compartiríamos lo poco que tenemos con ellos, eso es la 
integración energética.
¿Cuál es el objetivo final de todo este desarrollo?
Consolidar
 totalmente una liberación política, económica, cultural y social; pero 
además caminar hacia la liberación en ciencia y tecnología.
Cuando
 llegamos al gobierno el PIB per cápita era de apenas 900 dólares; 
después de 13 años tenemos más de 4 mil dólares per cápita. En el 
momento en que lleguemos a 10 mil dólares per cápita podríamos hablar de
 una potencia económica, ese es nuestro deseo.
 En el ámbito internacional, ¿cómo se proyecta Bolivia hacia otros centros políticos mundiales? 
Si
 bien tenemos problemas con EE.UU., mantenemos buenas relaciones con 
otras potencias, como China, India, buena parte de Europa y Rusia. Lo 
que hay que informar al pueblo es que EE.UU., bajo una política de 
dominación, decidió desde el 2007 al 2017 evitar la presencia de China y
 Rusia en América Latina, entonces si esa es la política norteamericana 
nos vemos en la obligación de que Latinoamérica tenga su propia 
política, bajo la mirada de integración del mundo, con la presencia de 
esos países que son tan trascendentales para la humanidad. 
EE.UU.
 lo que quiere es saquear nuestros recursos naturales y si esa es su 
política la nuestra debe ser abrirse a países como China, Rusia y otros 
de Europa. Algunos países importantes que hemos visitado recientemente, 
además de Rusia, fueron Turquía, Catar, Emiratos Árabes Unidos. Todos 
quienes quieran ser socios; mientras respeten las normas en las 
políticas económicas, serán bienvenidos.
En el trabajo hacia la 
región nos sentimos orgullosos, porque ahora Yacimientos Petrolíferos 
Fiscales Bolivianos (YPFB) por primera vez prestará servicios a algunos 
países vecinos. Igual pasa con la Empresa Nacional de Electricidad 
(ENDE), ya estamos instalando el tendido eléctrico a la Argentina, en su
 territorio, cosa que no había ocurrido antes. Así nos damos cuenta que 
Bolivia tiene un futuro seguro para las próximas generaciones.
 En
 unos días enfrentará una nueva elección presidencial, en la que los 
ataques opositores se concentran en su imagen, ¿cómo ve estos comicios?  
Siento
 que el pueblo boliviano está vacunado ante las mentiras de la derecha. 
Nosotros, como siempre, vamos a trabajar con la verdad y no con la 
falsedad, seguir informando la verdad como país y Gobierno. 
 ¿Cómo aborda la amplitud de los derechos a las mujeres y las personas LGTBIQ+?  
Es
 nuestra obligación como Estado defender el derecho de las mujeres, no 
se puede entender la violencia hacia la compañera, hermana, madre o 
abuela. Ellas se han sacrificado en el hogar y son integradoras de este,
 pero también de sectores sociales, son más inteligentes y menos 
corruptas, no sé cómo pueden ser agredidas, no lo logro entender. Pero, 
al margen de crear conciencia, del trabajo de educación y formación para
 la prevención, pedí que el feminicidio sea un delito de lesa humanidad,
 lo que de ser viable sería aprobado por las Naciones Unidas como una 
norma mundial.
Respecto a los otros grupos que nombra, entiendo 
que somos seres humanos y cada uno tiene su forma de vivencia, sea 
lesbiana, gay, transexual, bisexual. 
 ¿Qué debería saber el mundo de Bolivia?  
Que nuestra forma de vivencia proviene del movimiento indígena originario, del Vivir Bien y no del vivir mejor.
¿Qué quiere decir con eso?
Por
 ejemplo, que debemos vivir no solamente en solidaridad y en 
complementariedad entre los seres humanos, sino además con la madre 
tierra. 
 Ud. fue un gran amigo de Hugo Chávez y nuestra 
revista, le comento, tiene una edición que se publica en Venezuela. Para
 las y los lectores, ¿cuál estima es el mayor legado de Chávez? 
En
 estos tiempos ni se imagina cómo nos hace falta el hermano Hugo Chávez,
 claro, eso no significa que no reconocemos el gran esfuerzo de lucha 
del hermano Maduro. 
Yo conocí a Chávez, era muy humano y 
solidario, sobre todo con la política del Libertador y de liberación. 
Ese legado no lo deberían abandonar las nuevas generaciones y nuestra 
obligación es informar acerca de tanta lucha, desde que estuvo en el 
Ejército venezolano, y cómo recuperó el gran pensamiento y sentimiento 
de Simón Bolívar y la Patria Grande. 
En estos momentos tenemos 
algunos problemas, hay países vencidos en Sudamérica, pero tengo mucha 
esperanza en que pronto nos vamos a recuperar. Hay gobiernos sumisos a 
algunos organismos internacionales que no quieren la igualdad, que no 
respetan la dignidad y que desconocen la identidad, sin embargo, los 
pueblos estamos ahí, aunque a veces nos equivocamos y los movimientos 
sociales exageramos en nuestras reivindicaciones, lo que trae 
consecuencias. 
En Venezuela la lucha de Hugo es seguida por 
Maduro y continúa vigente. El pueblo venezolano, bolivariano y chavista,
 derrotó la intervención, los golpes de Estado, está derrotando el 
sabotaje, y lo que le falta derrotar es la agresión económica, pero el 
pueblo está firme. 
Repito, tengo esperanza y confianza que nos 
vamos a recuperar para nuevamente estar como en tiempos de Chávez, de 
Fidel, de Lula, de Néstor. No estamos lejos, solo se requiere fuerza y 
energía para reconquistar las grandes gestas libertarias democráticas en
 América Latina.
 ¿Qué significa Tiwanaku para Ud.? ¿Por qué hace 13 años tomó posesión de su cargo en esta ciudad-templo? 
Es
 un lugar milenario, de nuestros antepasados, que después de tantos 
siglos sigue presente. Tomar posesión en Tiwanaku es algo simbólico, no 
solo histórico, es algo inédito y originario. Pertenecemos a esa 
familia. 
 ¿Volvería a tomar posesión allí? 
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