Abren refugio para niñas en Florida
Contradice el mandatario los informes de congresistas y del Departamento de Seguridad Nacional

▲ Un grupo de migrantes acata órdenes de la Patrulla Fronteriza en Los Ébanos, Texas, para ser trasladados a un albergue.
Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, rechazó ayer las informaciones de hacinamiento y condiciones
precarias en las que se aloja a los migrantes irregulares en los centros
de detención y señaló que éstos puede optar por "no venir" al país.
Muchos de estos extranjeros están viviendo mejor ahora que en sus lugares de procedencia y en condiciones más seguras, agregó el jefe de Estado.
Las declaraciones del mandatario se conocieron en momentos en que la
Patrulla Fronteriza busca a una niña de dos años desaparecida en el río
Bravo cerca de Del Río, en Texas. Agentes de la comisaría de la patrulla
fronteriza en la localidad detuvieron a una mujer haitiana quien había
perdido a su hija en el trayecto, indicó la corporación.
Unas nevadas más abundantes de lo habitual en las Montañas Rocosas
provocaron un aumento del caudal del río Bravo y sus afluentes, lo que
derivó en corrientes más rápidas. Los agentes fronterizos reportan a
diario rescates en el río.
Un migrante salvadoreño y su hija de 23 meses se ahogaron
recientemente cuando intentaban cruzar el río Bravo desde México para
ingresar sin autorización a Estados Unidos. Las fotos de sus cuerpos en
la orilla, divulgadas primero por La Jornada, generaron indignación en todo el mundo.
"Si los indocumentados no están contentos con las condiciones en los
centros de detención construidos o reacondicionados rápidamente,
díganles que no vengan. ¡Problema resuelto!", tuiteó Trump.
El comentario del mandatario llega un día después de que el
Departamento de Seguridad Nacional (DHS) advirtió del "peligroso
hacinamiento" en estos centros, en los que se alberga a miles de
migrantes que buscan permanecer en Estados Unidos, la mayoría para
escapar de la violencia y la pobreza de sus lugares de origen en América
Central.
Además, un grupo de congresistas demócratas visitó el lunes dos
albergues y denunció hacinamientos en celdas sin agua corriente, y falta
de acceso de niños y adultos a medicinas y restricciones para ducharse.
Estas denuncias aumentaron la presión sobre el régimen de Trump para que cierre estos centros y libere a los migrantes.
La inspectora general del DHS, Jennifer Costello, publicó el martes
su último informe sobre instalaciones para los indocumentados y urgió al
departamento encargado de la seguridad en la frontera a "tomar medidas
inmediatas para aliviar el hacinamiento peligroso y la detención
prolongada de niños y adultos".
El informe incluye imágenes tomadas en varios centros de detención de
Texas, que muestran a decenas de migrantes y niños pequeños amontonados
en celdas.
Costello dijo que el gerente de un centro de detención describió la situación como una
bomba de tiempo, y expresó sus preocupaciones por la seguridad del personal de la agencia y de los detenidos.
Los niños en tres de las cinco instalaciones de la Patrulla
Fronteriza no tenían acceso a duchas y carecían de ropa de repuesto,
mientras que dos instalaciones no les habían proporcionado comidas
calientes.
La mayoría de los adultos no se habían duchado en un mes y recibían
toallitas húmedas. Algunos sufrían de estreñimiento tras una dieta con
base en emparedados.
En este contexto, una organización sin fines de lucro comenzó a
recibir niñas inmigrantes adolescentes en una nueva instalación en
Florida subsidiada por el gobierno federal. El Comité Estadunidense para
Refugiados e Inmigrantes señaló que las infantes que arriban a Lake
Worth, Florida, recibirán clases, además de servicios legales y de
salud, hasta que se las reúna con parientes en el país.
Foto Afp
Afp y Ap
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