Guatemala
El actual gobierno de
Guatemala, Jimmy Morales, integrante del llamado Grupo de Lima, es uno
de los gobiernos leales a los perversos intereses de la geopolítica
norteamericana. Expulsó a la Embajadora de Venezuela, y promueve el
golpe militar norteamericano en ese país suramericano.
La lealtad del
gobierno de Guatemala con los inmorales intereses norteamericanos
también se expresa en la indiferencia/complicidad de este gobierno con
las permanentes agresiones impunes que sufren corresponsales de TeleSUR
en Guatemala, medio televisivo venezolano con cobertura mundial.
En
agosto de 2018, en el Municipio de Cahabón, Alta Verapaz, la periodista
Rolanda de Jesús García, corresponsal de TeleSUR, fue agredida y
retenida contra su voluntad por trabajadores de la empresa que construye
la Hidroeléctrica Oxec en el río Cahabón, mientras Ella y sus
acompañantes reportaban la tala de árboles del lugar [1].
Dicha
agresión fue públicamente denunciada, a nivel nacional e internacional,
identificando a los malhechores, pero los resultados de la
investigación se desconocen.
En abril del presente año, el
periodista Santiago Botón, corresponsal de TeleSUR, a escasos metros de
la Casa Presidencial, en la ciudad de Guatemala, sufrió un robo agravado
de su equipo y material de comunicación, en un parqueo público
administrado y vigilado por el gobierno municipal. Al igual que el
anterior suceso, este caso también quedó en la impunidad.
En
meses anteriores, Santiago Botón, fue requerido por un Juez del
Municipio de Ixcán, Quiché, a denuncia del Alcalde municipal, por haber
difundido sobre la convulsión social de vecinos en contra de dicha
autoridad.
El 6 de mayo del presente año, siempre en el Municipio
de Ixcán, Quiché, un grupo de malhechores golpeó físicamente a Santiago
Botón, e intentó arrebatarle su cámara de video, mientras cubría la
acciones de protesta de vecinos a favor de la venta libre de bebidas
alcohólicas en el lugar. [2]
El corresponsal de TeleSUR
transmitió en vivo dicha agresión física, publicó el listado con nombres
y apellidos de los agresores, pero las autoridades públicas no
detuvieron a ninguno de los agresores. Mucho menos protegieron al
corresponsal internacional.
En 2017, según Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), fueron asesinados 11 periodistas en el país. [3] En 2018, se reportaron 6 asesinatos de periodistas, según Agencia EFE. [4]
Pero, muy a pesar de estos trágicos antecedentes inmediatos, en
Guatemala el Estado no presta ninguna garantía a cuantos arriesgan su
vida ejerciendo la peligrosa misión de la información imparcial
Más
por el contrario, el Estado de Guatemala, en complicidad con el
gobierno norteamericano, con la impunidad de los delitos contra
periodistas, promueve y estimula la agresión y asesinatos selectivos de
periodistas que investigan e informan sobre las verdades que incomodan o
desvelan a los grupos fácticos del poder económico, político y militar
del país.
Guatemala, al igual que sus vecinos de la región
Triángulo de la Muerte, debe recapacitar y reconocer que su persistente
condición de “país empobrecido y humillado” es fruto del sistemático
silenciamiento físico de sus profetas comunicadores. Voces que podrían
haberle prevenido del descalabro nacional actual si les hubiesen dejado
con vida.
Notas:
[1] Véase, https://www.telesurenglish. net/news/TeleSURs- Correspondant-Guatemala-Gets- Death-Threads-20180824-0021. html
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