Ottawa afirmó este miércoles que defenderán 
que los intereses de los canadienses que realizan negocios e inversiones
 legítimas con la isla. 
                        
El Gobierno de Canadá dijo estar "profundamente decepcionado" tras el anuncio de EE.UU. de permitir demandar a empresas extranjeras en Cuba, como parte de la activación del título III de la polémica Ley Helms-Burton. 
"Canadá está profundamente decepcionado con el anuncio de hoy.
 Revisaremos todas las opciones en respuesta a esta decisión de los 
EE.UU.", dijo este miércoles Christia Freeland, ministra de Asuntos 
Exteriores de Canadá. 
Ley Helms-Burton
Este día, Washington anunció que revocará el próximo día 2 de mayo la suspensión del título III de la polémica Ley Helms-Burton, que permite reclamar ante cortes de EE.UU. propiedades que fueron confiscadas tras el ascenso de Fidel Castro al poder.
Con esta medida, se abriría una puerta a una previsible oleada de 
demandas por parte de personas o entidades cuyas propiedades fueron nacionalizadas durante la revolución cubana o en los años posteriores a 1959. 
Freeland explicó que Washington estaba al tanto de las "posibles consecuencias negativas para los canadienses",
 incluso en reuniones con el secretario de Estado de EE.UU., Mike 
Pompeo, la ministra canadiense expresó sus inquietudes con esta medida. 
"He
 estado en contacto con empresas canadienses para reafirmar que 
defenderemos completamente los intereses de los canadienses que realizan
 negocios e inversiones legítimas con Cuba", señaló la ministra en un comunicado de prensa. 
La UE lamenta decisión
Este
 día, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores,
 Federica Mogherini, y la comisaria europea de Comercio, Cecilia 
Malmström, emitieron un comunicado, en conjunto con Freeland, en el que lamentaron la decisión del Gobierno estadounidense. 
"Estamos decididos a trabajar juntos para proteger los intereses de nuestras empresas
 en el contexto de la OMC (Organización Mundial del Comercio) y en 
prohibir la ejecución o el reconocimiento de sentencias extranjeras 
basadas en el Título III, tanto en la Unión Europea como en Canadá", 
afirmaron en el comunicado. 
De acuerdo con las firmantes, las 
leyes actuales de la UE y Canadá les permiten seguir las eventuales 
demandas en tribunales canadienses y europeos, por lo que la medida 
anunciada por EE.UU. podría llevar a "una espiral innecesaria de acciones legales". 
 


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