Editorial La Jornada
Ante la crisis política
venezolana se han formado en la arena internacional tres bandos
claramente diferenciados: el que encabeza Estados Unidos, que busca
derrocar al régimen de Nicolás Maduro –incluso por medios militares– y
que cuenta con el apoyo de la mayor parte de los gobiernos de América
Latina; el que propugna una salida pacífica, negociada entre las partes y
respetuosa de la soberanía de los venezolanos, representado por México y
Uruguay, y el que ha expresado un activo respaldo al presidente
chavista, en el que participan Bolivia, Cuba, Rusia, China y otros. En
el teatro regional, las perspectivas del segundo parecían limitadas e
inciertas, dada la ofensiva diplomática antivenezolana desplegada por
Washington, que logró alinear a su proyecto injerencista a la mayor
parte de las cancillerías del hemisferio.
Pero ayer la postura mexicano-uruguaya logró sumar a los países
integrantes de la Comunidad del Caribe (Caricom, integrada por Antigua y
Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití,
Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas,
Surinam, Montserrat y Trinidad y Tobago) al Mecanismo de Montevideo,
ideado por las diplomacias de México y Uruguay para privilegiar
el diálogo y la pazy fomentar las condiciones necesarias para una solución integral, comprensiva y duradera” en la atribulada nación sudamericana.
La
iniciativa propone al gobierno de Caracas y a la oposición política el
inicio inmediato de un coloquio, un proceso de negociación, la
construcción de compromisos y su implementación, todo ello
durante un periodo razonable. Al anunciar el plan, los cancilleres que participaron en su elaboración señalaron que
el grado de complejidad de las circunstancias no es razón para desestimar las vías diplomáticas de solución de controversias.
La salida negociada para el conflicto venezolano con asistencia de
una mediación internacional, a petición de ambas partes, es compartida,
además, por el papa Francisco, quien ha expresado su disposición a
actuar en tal sentido si así se lo solicitan los bandos en pugna.
Parece configurarse, así, una vía diplomática elaborada y concreta
que podría inclinar la balanza en el encuentro que sostendrán mañana
representantes del llamado Grupo Internacional de Contacto sobre
Venezuela, compuesto por la Unión Europea, Alemania, Italia, Bolivia,
Costa Rica, Ecuador, Holanda, Portugal, España, Suecia, Reino Unido y
Uruguay, en el cual se expresan posturas encontradas. El gobierno de
nuestro país estará representado en esa reunión, aunque, en virtud de la
postura neutral de la cancilllería mexicana, se abstiene de formar
parte de ese grupo.
Es claro, finalmente, que la gestión iniciada por México y Uruguay se
fortalece con el respaldo de la Caricom y cabe felicitarse por ello,
porque el Mecanismo de Montevideo es, hoy por hoy, la única alternativa
posible a la escalada estadunidense que busca conducir la crisis
política de la nación sudamericana hacia una confrontación armada entre
venezolanos y a un conflicto regional de consecuencias obligadamente
funestas para todo el subcontinente.

No hay comentarios:
Publicar un comentario