La reconfiguración del
orden mundial tiene en América Latina una nueva etapa de conflagración
por el creciente avance de la derecha ultraconservadora. Las
pretensiones neocoloniales de los Estados Unidos sobre Venezuela,
encaminadas a explotar la riqueza natural del país sudamericano
(principalmente el petróleo), son acompañadas por gobiernos regionales
abiertamente conservadores como los casos de Brasil, Colombia y
Argentina. La estrategia imperialista de desarticular a todos los
gobiernos progresistas y todas las formas de resistencia social mediante
una serie de acciones que van desde la simulación legal a la directa
agresión militar, son muestras de sus deseos de acumulación, se encubren
con una constante y cada vez más feroz campaña mediática, la distorsión
de la verdad o mejor dicho la creación de mentiras difundidas a nivel
global, les permiten que algunos sectores poblacionales de diversos
países caigan en la trampa y reproduzcan o crean esas mentiras y
distorsiones. La opinión pública es sujetada al engaño que repetido una y
otra vez como hicieran los nazis, se interioriza y convierte en un
pensamiento aparentemente crítico, pero que en la realidad es sólo el
manto de la hegemonía imperialista distribuida por sus lacayos en los
medios de comunicación masiva.
Esa implantación de la mentira para
edificarla como hegemonía, requiere también, introducirse en todos los
aparatos ideológicos del estado, para así generar un consenso que
facilite la dominación, lo que pretenden es adormecer a los pueblos
mediante la utilización de la información falsa en todos los extractos
de la vida común, para ello requieren de las instituciones generadoras y
repetidoras de pensamiento, la educación en todos sus niveles y los
centros de enseñanza y de investigación están nuevamente amenazados, esa
fue la estrategia utilizada en México durante décadas por los gobiernos
neoliberales, infiltrando ideas y supuestas teorías sociales que
relativizaron la interpretación y compresión real de la sociedad, cuyo
resultado fue el que hoy observamos en la sociedad; una descomposición
social profunda, la violación de los derechos elementales y la falta de
conocimiento histórico y cultural de la realidad mexicana, la corrupción
que hoy se combate en el país por el gobierno federal se interiorizó
ante la falta de esperanza y de perspectivas de cambio que la educación
inyecto en las mentes de forma perversa y aparentemente silenciosa.
Las
abiertas agresiones que vemos hoy sobre la soberanía y la
autodeterminación de los pueblos en el mundo, logran tener eco en
algunos sectores sociales de toda índole, gracias a esa estrategia de
implementar la razón imperialista en lo profundo de la sociedad. El
combate a la corrupción y la defensa de la autodeterminación de nuestras
naciones requieren reforzarse en el plano de las ideas, replantear la
educación como un ejercicio crítico, como una herramienta que sirva para
restituir todos y cada uno de los derechos violentados, una educación
con clara perspectiva histórica basada en teorías sociales que fomenten
el cambio y la mejora de la vida humana.
La agresión contra la
educación y el pensamiento crítico es constante a nivel mundial, los
gobiernos neoliberales en Latinoamérica, permitieron que las
universidades fueran adormecidas con teorías proclives al
individualismo, a la negación de leyes fundamentales de la sociedad,
impidieron el análisis profundo del sistema capitalista y rompieron los
valores de solidaridad, soberanía y autodeterminación, la sumisión que
hoy vemos de gobiernos y sectores sociales de muchos países, son el
resultado de esa intervención flagrante contra el pensamiento crítico.
La interpretación de la realidad quedó en el mejor de los casos, como
una búsqueda de mejoras sistémicas, quien se atreve a ir más allá del
orden establecido y plantea la necesaria reformulación de la sociedad
basándose en sus propias contradicciones, es señalado o perseguido, al
pensamiento se le ha puesto una cadena para adormecerlo y controlarlo.
Sin embargo, contrario a los deseos imperialistas, la realidad es
siempre compleja, los sujetos sociales que en ella actúan formulan y
reformulan a partir de las contradicciones mismas de la realidad el
camino por el cual andar, los movimiento sociales y sus pensadores
contribuyen a la resistencia ante esa pretendida hegemonía cultural e
ideológica. Hoy volvemos a hablar de la defensa de la autodeterminación
de las naciones y del combate a la corrupción gracias al permanente
empuje de la crítica a través de las voces disidentes de los poderes
imperialistas.
Cristóbal León Campos es integrante del Colectivo Disyuntivas

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