Amenaza militar a Venezuela desde Colombia
Un veterano “perro
 de la guerra” como John Bolt, de bigote blanco, consejero de Seguridad 
Nacional en la Casa Blanca, deja ver una anotación manuscrita de su 
libreta personal e inspira la mas curiosa acción secreta que manipula el
 Imperio en el enunciado de “todas las opciones” sobre la mesa, para el 
paso a seguir en la derrota a la República Bolivariana de Venezuela; 
sepultar cualquier forma de opción alterna, no propiamente socialista, 
al neoliberalismo salvaje; proseguir con el asalto y saqueo a los 
recursos de esa nación e instalarse en el control del Esequibo ( 
conocida como la Guayana Esequiba cuya soberanía disputa Venezuela 
basándose en el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966 y desde 
entonces controlada por las Fuerzas Bolivarianas), arrebatarle al mundo 
el pulmón amazónico y darle a América Latina el zarpazo contra la Pacha 
Mama. 
La intervención militar según los 
apuntes en las notas de John Bolton dice: “Afganistan- > welcome the 
talks. 5.000 troops to Colombia”. La interpretación para encontrar el 
verdadero sentido de lo anotado alude a 5.000 efectivos de tropas a 
Colombia; o en Colombia; o por Colombia. Lo claro es el objetivo con 
destino a una intervención militar a Venezuela. Si fuere a Colombia 
significaría el efectivo del paso de marines por Colombia. Si fuere o 
aludiría a la disposición de los 5.000 soldados colombianos, de su 
inmenso pie de fuerza militar expansionista para penetrar a territorio 
venezolano. O por Colombia se refiere a manipulada preparación de 
efectivos de otros países con Colombia; preparando o haciendo cambios 
para conseguir un número óptimo de tropas junto con países como Perú y 
Brasil enrutados en el beneficio conspirativo contra la República 
Bolivariana. Deja entrever que las acciones secretas preparatorias 
apuntan a la invasión a Venezuela por la Amazonía y no por el Atlántico,
 ni el Caribe. El portaviones de guerra ruso anclado en la isla 
Margarita, era una verdadera montaña en el mar y supera en volumen al de
 los Estados Unidos. Los aviones de guerra rusos, dispuestos en el 
océano, solo sus llantas son superiores a la estatura de un ser humano. 
La Cabeza de playa, es un término militar que comprende el arribo de 
suficientes efectivos para crear una posición fuerte que garantice un 
comienzo ofensivo. El numero optimo seria 15.000 soldados. Es decir, 
5.000 por cada país citado. Así, la creación de ese Vietnam 
latinoamericano correría a cargo de los cipayos y luego vendrá la 
posesión del amo yanqui.
Asistimos a una 
retórica, en el que lenguaje empleado, resume palabrerías que significan
 todo lo contrario. Cuando el ministro uribeño y militarista de 
Relaciones Exteriores de Colombia, anuncia que desconoce la razón de la 
anotación de su congénere gringo, es porque sabe y conoce bien que el 
tinglado diplomático y de ámbito político sobre Venezuela, está 
desplazado por la diplomacia de las cañoneras norteamericanas. 
En
 cuanto respecta a nuestro país, Colombia, las condiciones geopolíticas 
objetivas no dan para la búsqueda de una salida política al conflicto 
armado interno. La errática decisión política del presidente I. Duque de
 dar por finalizados los diálogos con el Ejercito de Liberación Nacional
 de Colombia (E.L.N.), causa escozor en el Departamento de Estado. Tan 
desafiante su actitud que el malhadado proceso anticipado de desarme de 
las antiguas Farc-ep resulto pírrico. Tan desafiante que habilita el que
 las Insurgencias armadas (ELN, EPL y fracciones de las antiguas 
Farc-ep) en la extensa frontera desde El Catatumbo por Arauca, hasta el 
Río Negro en el punto de confluencia de las tres fronteras: La Guadalupe
 de Colombia, Cucai de Brasil y la orilla o cauce venezolano del río 
negro, identifiquen un “enemigo común”. Esas Insurgencias se erigirían 
en atalayas contra el ejército invasor. Y como el calificado cártel de 
Lima, por parte del presidente Maduro, por mandato de sus oligarquías 
cipayos y lacayas, para no aludir a eufemismos sobre personas aduladoras
 y serviles, le apuntan a jugar con el fuego de la guerra, es de 
esperarse que en esos países las juventudes antiimperialistas y 
antifascistas engrosaran miles de milicias internacionalistas en apoyo 
material al bravo pueblo y soberanía de la Patria de Bolívar.
El
 escenario de la guerra será la extensa frontera colombo-venezolana y 
asolará de devastación, miseria y sangre a campos y ciudades: a nuestro 
pueblo. 
Al escribir esta nota lo hago bajo la 
influencia del tremendismo literario. Tendencia literaria que surgió 
posguerra civil española. Como producto de la “Generación de la 
violencia”, la de los colombianos (as) nacidos en la década de 1940 que 
padecimos en los vientres maternos la desesperanza de la guerra mundial y
 la tragedia por el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán. En mi imaginación
 revuela la tragedia. De mi pluma fluye la trama de la violencia, el 
maltrato de experiencias vividas por los pueblos o la Humanidad en 
guerras. El desgarre por lo duro. No puedo clamar por el puño enhiesto; 
como por la conquista de la independencia de los pueblos en forjar su 
propio destino interno.
 

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