No terminó con la elección; aún trabajan para él
Washington. La campaña de desinformación política de 
Rusia en las redes sociales de Estados Unidos tuvo un alcance mucho más 
grande del que se había pensado en un comienzo; hubo brigadas que 
trabajaron para desalentar al electorado negro y 
difuminar las líneas entre la realidad y la ficciónpara ayudar a que Donald Trump ganara las elecciones presidenciales de 2016, de acuerdo con unos reportes publicados este lunes por el Comité de Inteligencia del Senado.
La campaña no terminó cuando Trump asumió la presidencia, las 
brigadas siguen trabajando para avivar las pasiones racistas y políticas
 en Estados Unidos, se añade en los documentos.
Facebook, Google y Twitter se negaron a comentar los detalles de los 
reportes compilados por la firma de ciberseguridad New Knowledge y por 
el Proyecto de Investigación de Propaganda Computacional, un estudio de 
la Universidad de Oxford y de Graphika, una firma de análisis de redes 
sociales.
El reporte de Oxford detalla la forma en que los rusos enviaron sus 
mensajes a distintos grupos, incluidos algunos dirigidos a desalentar el
 voto de la población y a avivar la ira hacia la derecha.
Estas campañas enviaron el mensaje de que la mejor forma de impulsar las causas de la comunidad afroestadunidense era boicotear las elecciones y enfocarse en otros asuntos, de acuerdo con los investigadores.
Al mismo tiempo, “los mensajes dirigidos al electorado conservador y 
de derecha buscaban hacer tres cosas: repetir lemas patrióticos y en 
contra de los migrantes, provocar indignación con publicaciones sobre 
concesiones ‘a otros grupos’ hechas por los liberales a expensas de los 
estadunidenses, y para motivarlos a votar por Trump”.
El reporte de New Knowledge dice que todavía hay algunas cuentas 
activas ligadas a la Agencia de Investigación de Internet, que fue 
mencionada en la imputación del fiscal especial, Robert Mueller, en 
febrero por una extensa campaña en redes sociales cuya intención fue 
influenciar las elecciones presidenciales de 2016.
Algunas de las cuentas tienen presencia en plataformas más pequeñas 
debido a que las grandes compañías han intentado hacer limpieza después 
de que se descubrió la actividad rusa.
Dado que al menos uno de los objetivos del gobierno ruso fue logrado ante la poca diplomacia u otro tipo de contramedida, parece probable que Estados Unidos seguirá enfrentando la intromisión rusa en un futuro próximo, escribieron los investigadores.
En tanto, James Comey, ex director de la Oficina Federal de 
Investigaciones (FBI), despedido por Trump, asistió a una segunda 
jornada de interrogatorios por parte de legisladores republicanos y 
demócratas.
Comey pidió que su comparecencia fuera de carácter público, pero los 
republicanos de la Cámara de Representantes determinaron que fuera 
cerrada a la prensa con el argumento de que se trataba de asuntos 
judiciales delicados.
Los republicanos solían entender que las acciones y las palabras de un presidente importan, el estado de derecho y la verdad importan. ¿Dónde están hoy?, preguntó Comey a periodistas en los pasillos del Congreso. También acusó a Trump de dañar la reputación de la FBI.
En otro tema, un ex socio del ex asesor de Seguridad Nacional Michael
 Flynn fue acusado de cabildear para el gobierno de Turquía en favor de 
la detención y extradición de Fetullah Gulen, clérigo turco refugiado en
 Estados Unidos acusado de planear el fallido golpe de Estado de 2016, 
para derrocar al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El socio, Bijan Kian, compareció en un tribunal federal en 
Alexandria, Virginia, donde fue acusado de violar la ley de Registro de 
Agentes Extranjeros de Estados Unidos y de 
conspiración para intentar que Gulen fuera extraditado desde Estados Unidos, según publicó el Washington Post. El empresario turco Ekim Alptekin, quien pagó a Kian y a Flynn, también está acusado en el proceso, pero continúa en el extranjero, añadió el diario.
Por otra parte, Trump pidió llevar a tribunales al programa de humor Saturday Night Live por una parodia de la cinta Qué bello es vivir (1946) centrada en el magnate.
“Un escándalo real es la cobertura parcial, hora tras hora, de NBC y las máquinas de centrifugado demócratas como Saturday Night Live.
 No es más que una cobertura injusta de noticias y comerciales 
demócratas. Debería llevarse a tribunales. ¡No puede ser legal! ¡Sólo 
difaman y minimizan! ¿Confabulación?”, tuiteó el mandatario.
Ap, Xinhua y Notimex 
Periódico La Jornada
 

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