La pequeña Victoria nació hace seis semanas en Estados
Unidos y Jesús, su padre, no pudo estar con ella. Su ausencia no se
debió a falta de interés o a compromisos laborales: fue deportado en
enero de este año y se vio obligado a vivir todo el embarazo de su
esposa y el alumbramiento a través de videollamadas, única forma que
tiene ahora para interactuar con su hija recién nacida.
El de Jesús Butanda es uno de los más de 35 mil casos de familias
separadas en aquel país desde que comenzó la administración de Donald
Trump, donde uno de los progenitores es repatriado por su situación
migratoria irregular.
Jesús llevaba 16 años en Estados Unidos. Sus tres hijos (una niña y
un niño, además de la pequeña Victoria) son estadunidenses. Él dio su
testimonio durante el foro Historias de migración. Separación familiar y
desarraigo, realizado ayer por la agrupación Agenda Migratoria.
El 11 de enero 2018 era uno de los días más felices para su familia:
él y su esposa se enteraron de que ella tenía 16 semanas de embarazo. La
noticia pronto se vio opacada: tras un proceso judicial de cinco largos
años, ese mismo día un juez le ordenó dejar el país o sería
encarcelado. Abandonó a su familia de manera forzada y regresó a México,
donde se le ha dificultado encontrar trabajo y tramitar documentos
oficiales.
La lejanía de su familia lo tiene decaído, pero la tristeza es mayor cuando aparecen preguntas para las que no tiene respuesta:
¿Cuándo voy a volver a estar con ellos? ¿Cómo le dices a tu hija que no estuviste el día que nació porque te deportaron? ¿Cómo evitas que en el futuro no odie al gobierno de su propio país que le quitó el derecho a que su padre estuviera con ella?
Para su hijo de 10 años, Jesús es un héroe. El pequeño no entiende
por qué su padre no se decide abordar un avión y regresar con ellos.
A esa edad no se tiene idea de fronteras ni leyes, sólo desea lo que cualquier niño: que toda la familia esté junta.
La separación no es su único problema. Era el principal sostén y en
México aún no hallado oportunidad, por lo que sus ahorros han menguado y
su futuro es incierto.
Durante el foro, la experta Eunice Rendón, de Agenda Migratoria,
indicó que en años recientes, debido a la agudización de las políticas
antimigratorias, 35 mil niños nacidos en Estados Unidos se han quedado
sin alguno de sus padres por las deportaciones.
La política antimigrante de Trump no sólo se limita a discursos
xenófobos y de odio, sino que se ha traducido en el incremento de 43 por
ciento en los arrestos de migrantes, se ha triplicado el número de
personas detenidas por su perfil racial y sin antecedentes criminales y
la deportación ya no sólo se limita a quienes intentan cruzar la
frontera, sino que se ha extendido a quienes ya llevan años de radicar
en aquel país.
La activista invitó al presidente electo, Andrés Manuel López
Obrador, y a su equipo a defender a los connacionales y negociar de
manera integral con autoridades estadunidenses al poner en la mesa de
negociación puntos en los que México apoya a Estados Unidos, como la
seguridad. Informó que se han intentado acercamientos con el próximo
canciller, Marcelo Ebrard, a quien han llamado a los foros sin que haya
asistido.
Emir Olivares Alonso
Periódico La Jornada
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