La Estrella de Panamá
Es la primera vez desde el debate sobre el Tratado de Libre Comercio con EE.UU. en 2007, que se registran tensiones sociales y políticas de este tipo. |
Tras más de 35 días
de huelga contra la polémica reforma fiscal del Gobierno, la justa se
mantiene entre los sindicatos y el Ejecutivo. El presidente Carlos
Alvarado habla de una reforma justo, los gremios lo rechazan al afirmar
que serán las capas medias y los pobres los que pagarán el alza.
Considerado desde la segunda mitad del siglo XX como uno de los países
más estables de América Latina, Costa Rica enfrenta un grave déficit
fiscal que podría empujar al país a una crisis sin precedentes.
De acuerdo con datos oficiales de la nación centroamericana, el déficit
fiscal casi supera el 7% del producto interno bruto (PIB). Esta
diferencia negativa entre los ingresos y gastos estatales que cumple más
de 10 años de estar creciendo, se ha resuelto temporalmente con la
adquisición de préstamos, que hasta la fecha equivalen al 50% del PIB.
Una situación que ha envuelto a Costa Rica en un ciclo de asumir deuda
para pagar casi exclusivamente cuentas corrientes (salarios y
funcionamiento, entre otros).
HUELGA HISTÓRICA
El pasado 10 de septiembre, sindicatos del sector público (maestros,
médicos y otros) iniciaron una huelga general contra la polémica reforma
que impulsa el Gobierno como respuesta al déficit; esta, acompañada de
multitudinarias manifestaciones en las calles y la inusitada
intervención de la policía en la Universidad de Costa Rica (UCR)
-principal del país y escenario de protestas, ilustran una tensión
social que no había tenido lugar desde la última década.
Cumplidos 35 días de paro, los gremios cuestionan el ajuste fiscal del
Ejecutivo por considéralo como ‘regresivo' al asegurar que el peso de
éste recaerá sobre los sectores populares y las capas medias. Por su
parte, el gobierno del presidente Carlos Alvarado, afirma que su plan
hará que ‘todos paguen por igual'.
Según el mandatario, la
medida es un primer paso que ‘ayudará' a resolver el problema económico y
generará confianza en los ‘mercados' internacionales.
‘La
reforma será pagada por quienes tiene más ingresos (...) el principio es
que cada quién paga según su capacidad', señaló el jefe de Estado esta
semana en una entrevista para la cadena CNN .
Según el mandatario, el 80% de los ingresos producto de la reforma, lo pagará el 20% de los hogares con mayores ingresos.
Sin embargo, diversas voces, además de los sindicatos, afirman lo opuesto.
En opinión de la economista costarricense, Sofía Guillén, crítica a lo
propuesto por la administración de Alvarado, el proyecto de ley no solo
es ineficiente como respuesta al problema del déficit fiscal, sino que a
su vez, compromete el bienestar de la mayoría de los ciudadanos, al
imponer impuestos a rubros elementales en la calidad de vida de la
población, además de hacer fuertes reducciones en el gasto social.
En declaraciones, también dadas a CNN , Guillen explicó que, entre las
medidas que ‘desfavorecen' a los sectores bajos y medios -contenidas en
los cuatro capítulos del proyecto de ley- están: Gravar el 1% de la
canasta básica y el 2% para los medicamentos (ambos exentos de
impuestos), aplicar recortes a complementos del salario de los empleados
públicos -pluses salariales-, siendo los más afectados las fuerzas de
seguridad y los educadores. policías y maestros.
Igualmente, la
economista mira con preocupación que la reforma incorpora importantes
recortes en el gasto social en materia educación, cultura y salud.
‘Cuando leemos esta reforma en la integralidad, nos damos cuenta que
mientras se aumenta la canasta básica y los medicamentos, también quedan
congelados los recursos de los programas sociales, que van dirigidos
precisamente hacia los hogares de menores ingresos, por eso se habla que
es una reforma fiscal regresiva', subrayó Guillén.
¿QUIEN PAGA?
Para Giovanni Beluche, sociólogo panameño residente en el país
centroamericano por casi 30 años y profesor de la Universidad de Costa
Rica (UCR), las miradas no solo deben ir dirigidas a quienes recibirán
la carga más pesada del ajuste fiscal propuesto por el Ejecutivo, sino
también aquellos sectores de la sociedad costarricense que caracteriza
como ‘intocables'.
‘Para las agencias calificadores de riesgo,
el plan debe ser aprobado aunque no haya cumplido los requisitos
democráticos o institucionales (...) una recalificación de la deuda para
Costa Rica sería catastrófica',
ROBERTO AYALA
SOCIÓLOGO Y DOCENTE UNIVERSITARIO
‘(Por ejemplo) la reforma grava con impuestos a los implementos para
las personas con discapacidad y las herramientas de los agricultores,
estos últimos muy maltratados por el Tratado de Libre Comercio; en
cambio, se exonera del IVA a las zonas francas y a las megacompañías
piñeras y bananeras, pese a que estas contaminan las comunidades con
agroquímicos y sobreexplotan a los trabajadores (...) a su vez estas
empresas están en manos de grandes transnacionales o de grupos
económicos muy poderosos (...) es allí donde se mira la desigualdad de
la propuesta del Gobierno (...) hay sectores empresariales que son
intocables en la economías de Costa Rica', señaló el académico a La
Estrella de Panamá .
Beluche, quién participó esta semana en el
XVI Congreso Nacional de Sociología celebrado en la Universidad de
Panamá (UP), hace hincapié en lo que considera otro problema mucho menos
discutido en el álgido debate, la evasión fiscal.
Según datos
publicados por el Ministerio de Hacienda, para 2013 los índices de
evasión representaban el 8.2% del PIB, un punto más que el déficit
fiscal, lo que en opinión de Beluche, es ingreso clave para superara la
crisis.
En este sentido, el profesor consideró que la moratoria
fiscal -política que acompaña la reforma- agrava la situación, al
perder el Estado millones de dólares tras condonar a las empresas que
por años no pagaron impuestos.
‘La mayor parte de los evasores
son las grandes fortunas, la Contraloría ha dicho que de diez grandes
compañías en Costa Rica cuatro declaran perdidas, pero no cierran ni
quiebran siguen operando sin problemas (...) es uno de los mecanismo
para burlar el fisco', sostuvo Beluche.
Según detalló, el
problema del déficit nunca ha sido abordado de raíz por ningún Gobierno,
recalcando igualmente que deben ser eliminados y corregidos algunos
excesos en los llamados 'salarios de lujo' en ciertas planillas
estatales, aclarando que estos realmente ‘no representan' un gasto
relevante y no son el origen del problema.
SOBERANÍA Y LOS MERCADOS
Roberto Ayala, también panameño, doctor en sociología, con 27 años de
estar radicado en Costa Rica y docente en la UCR, apuntó que la partida
también se ‘juega' fuera del país, concretamente con las instituciones
financieras internacionales (IFIs).
‘El Gobierno pudo haber
retirado el proyecto de la Asamblea Nacional, como pedían los sindicatos
para negociarlo, pero también es cierto que tiene poco margen (...)
sobre todo por las presiones de la calificadoras de riesgo y los entes
financieros mundiales, que perfectamente pueden aplicarán a Costa Rica
un golpe de mercado', subrayó a La Decana .
Para el sociólogo,
el caso ‘tico' es la ‘receta conocida' de las IFIs, como el FMI, que
obliga a los países a aceptar términos de pago de deuda e intervención
en sus políticas internas a cambio de créditos, lo que termina
endeudando al país y ‘beneficiando directamente al capital
internacional'.
‘Para las agencias calificadores de riesgo, el
plan debe ser aprobado aunque no haya cumplido los requisitos
democráticos o institucionales (...) una recalificación de la deuda para
Costa Rica sería catastrófica, porque podría meter al país en una
crisis muy seria, no es lo mismo que estas agencias intenten
desestabilizar a Rusia o Argentina que a Costa Rica, que es un país
pequeño' advirtió el profesor universitario, que también participó en
Panamá por el Congreso Nacional de Sociología.
CRISIS POLÍTICA
Inquirido sobre los posibles escenario de la crisis, Ayala consideró
que una eventual aprobación de la reforma fiscal, pauperizaría aún más a
la población, asimismo profundizaría la creciente desigualdad en el
país.
Según Ayala, esta coyuntura podría dejan al régimen
político costarricense ‘golpeado', situación que tendrían su reflejo en
su estabilidad y en la posibilidad de facilitar las condiciones para que
surjan fuerzas extremas en forma de outsider .
‘El sistema
político (costarricense) ha salido muy tocado (...) deslitigimado ante
la gente, al igual que los medios que se cuadraron burdamente con el
Gobierno (...) son estos procesos los que pueden hacer inclinar a los
votantes a respaldar un outsider ... con los partidos se
desprestigiados, entonces aparece un salvador populista, que se coloca
por encima de todo o se arropan con el discurso de la corrupción u otras
cosas, dicendo que son la pureza y la solución a un sistema
corrompido', sostuvo.
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