Alfonso Mohor, presidente de la Fech
Punto Final
Nacido en 
Concepción, el presidente de la Federación de Estudiantes de la 
Universidad de Chile (Fech), Alfonso Mohor Alarcón (25), estudia 
geología en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas; es militante 
del Movimiento Autonomista que participa en el Frente Amplio (FA).
 
Asigna importante rol al desempeño de la bancada del Frente Amplio en el
 Congreso, para establecer una barrera entre el dinero y los políticos e
 inaugurar nuevas prácticas que acerquen la política a la ciudadanía. 
Afirma también que el movimiento estudiantil recuperará su fuerza y 
masividad ante el fracaso de las reformas de Bachelet y de la regresión 
conservadora que representa Piñera. 
 ¿Qué significado atribuye a la visita del Papa? 
 “Estoy muy decepcionado de la Iglesia Católica, porque no contribuye al
 desarrollo de las personas y en cambio fortalece el modelo de 
dominación social. Me parecen excesivos los recursos que el Estado ha 
destinado a la visita del Papa, aunque entiendo que un importante 
porcentaje de la población se identifica con el catolicismo. Además para
 la visita de Francisco se decretó un feriado en Santiago, que entorpece
 el normal funcionamiento de la ciudad y produce pérdidas en las 
actividades económicas. 
 La agenda valórica de los gobiernos 
está muy permeada por la influencia de la curia católica y de los 
obispos evangélicos. El Estado chileno se declara laico, pero es incapaz
 de actuar con autonomía ante ciertos poderes religiosos conservadores 
que privilegian el negocio de los grandes empresarios por sobre los 
derechos sociales. 
 Recuerdo también que fue la Iglesia Católica
 el principal instrumento ideológico de los conquistadores españoles 
para someter a los pueblos indígenas. El Estado de Chile tiene una deuda
 histórica con el pueblo mapuche y con su derecho a la 
autodeterminación, en el contexto de un país plurinacional. En la medida
 que el Estado no sea capaz de hacer ese reconocimiento, no creo que la 
visita de Francisco a La Araucanía logre cambios relevantes”. 
 LUCHA ESTUDIANTIL 
 ¿Tiene importancia quién esté en La Moneda para la actividad estudiantil en 2018? 
 “Antes de conocerse el resultado de la segunda vuelta presidencial ya 
habíamos decidido volver a recuperar la fuerza y masividad que ha 
caracterizado al movimiento estudiantil. Las fallidas reformas de 
Bachelet y la manifiesta voluntad que tiene Piñera de retroceder, 
refuerzan la necesidad de movilizarnos. 
 Tenemos el desafío de 
reactivar el movimiento social por la educación, para contribuir a la 
articulación de un bloque de diversos movimientos sociales capaces de 
perfilar un proyecto de sociedad distinta para Chile. Esperamos retomar 
la articulación y el trabajo mancomunado con el Movimiento de 
Trabajadores NO+AFP, con los conflictos sindicales, con las demandas por
 vivienda, con los movimientos medioambientales y con las coordinadoras 
feministas. 
 Los estudiantes no solamente tenemos que demandar 
mejor educación y los trabajadores mejores salarios y pensiones. Es toda
 la sociedad la que debe definir el destino del país. Tenemos que asumir
 que Chile del mañana nos pertenece en mayor medida a las generaciones 
que hoy estamos en las universidades o en la educación técnica y 
escolar. Este es un buen momento para empoderarnos y materializar la 
visión de país que tenemos. 
 La desafección hacia la política, 
que cruza a toda la sociedad, es algo que tenemos que combatir, para 
hacer de la política un quehacer de los 365 días del año, que vaya más 
allá de los contextos electorales. El comportamiento de los políticos no
 es el único factor que explica esa desafección. El modelo neoliberal 
nos hace caer en una lógica de comportamiento puramente individual con 
mirada inmediatista, nos impide comprometernos con proyectos colectivos 
que vayan más allá del beneficio de corto plazo. Esta ‘cultura’ hace que
 desconfiemos de las personas que tenemos a nuestro lado y nos impide 
solidarizar con los problemas de los demás. 
 Hay también una 
tendencia a confundir el ejercicio de la política con la actitud de los 
políticos. Ante múltiples casos de corrupción o conductas poco decorosas
 de ciertos personajes, se tiende a condenar a la política de manera 
irreflexiva. La política es trabajar en un proyecto colectivo para su 
materialización en beneficio de la comunidad”. 
 Existe una percepción pesimista de los resultados de la elección presidencial. 
 “La necesidad de lograr cambios profundos está vigente y el resultado 
de la segunda vuelta se explica más bien por aspectos de técnica 
electoral. Hay situaciones puntuales que pueden explicar el resultado de
 esa elección. 
 El FA se impuso en primera vuelta la misión de 
convocar a quienes no suelen participar en elecciones, y lo logró 
parcialmente. En la segunda, la Nueva Mayoría (NM) no supo atraer a 
quienes votaron por Beatriz Sánchez y a los que se han marginado de las 
elecciones. 
 Alejandro Guillier le hizo fácil la pega a Piñera. 
La NM debió comprometerse con las transformaciones que identificaban al 
electorado del FA y salir a buscar a quienes no habían participado en 
primera vuelta. Chile Vamos tuvo un despliegue tremendo. Sebastián 
Piñera fue más audaz y se atrevió a hablar de demandas que había 
planteado incluso el FA, aunque vaciándolas de contenido, y rescató en 
la calle votos que no habían sido movilizados. Así logró vencer de 
manera rotunda”. 
 FRENTE AMPLIO EN EL PARLAMENTO 
 ¿Cómo incidirá la nueva composición del Congreso? 
 “Las bancadas de la Cámara de Diputados están muy equilibradas y no 
tienen la posibilidad de impulsar por sí solas una agenda legislativa. 
Ante esa realidad, juega un rol importante la movilización social. La 
bancada del FA será muy significativa para lograr resultados. Es poco 
probable encontrar por ahora coincidencias, pero cuando se den ciertos 
procesos de depuración entre las fuerzas de la NM es posible la 
configuración de nuevos actores políticos con objetivos compartidos. 
 Lo que hoy necesitamos es proyectarnos hacia un horizonte de sociedad 
entre dos alternativas: una en que el mercado rige todos los aspectos de
 la vida social y otra basada en el respeto a los derechos sociales 
garantizados de manera universal. 
 La presencia del FA en el 
Congreso debe ser intachable y encarnar nuevas formas de hacer política,
 partiendo por mantener sus manos limpias. El FA debe ser portavoz de 
los movimientos sociales y eso quiere decir que no podemos rendirnos 
ante los intereses de las grandes empresas pesqueras o mineras”. 
 Pero el FA tendrá que llegar a acuerdos con otras fuerzas… 
 “La NM ha tenido conflictos de interés que incluso se extienden a la 
privatización de derechos sociales como la salud, la vivienda, la 
previsión o la educación. Pero la política es cambiante, los escenarios 
son dinámicos y aparecen nuevas posibilidades para actuar. En este 
escenario, es posible plantearnos trabajos mancomunados en torno a 
objetivos políticos comunes con organizaciones que conformaron la NM. 
Sin embargo, el FA debe velar porque su propuesta política se diferencie
 de la que tienen los conglomerados que han administrado el modelo 
neoliberal. 
 La forma que adopte nuestra relación con las 
fuerzas que conformaron la NM debe ser particularmente cautelosa y no 
podemos ceder nuestra autonomía. Por eso hablo de una agenda 
programática y política que vaya hacia la consecución de ciertos 
derechos sociales de manera decidida. Los términos no pueden estar 
condicionados por el proyecto continuista de la NM, sino alinearse 
necesariamente con un proyecto antineoliberal”. 
 ALTERNATIVA AL NEOLIBERALISMO 
 ¿Se puede construir una alternativa al neoliberalismo en un plazo mediano? 
 “Falta mucho todavía para terminar con el neoliberalismo, aunque hemos 
dado pasos importantes en la disputa por la hegemonía de ciertos 
objetivos comunes. Hace ocho años, plantear la educación o salud 
gratuita era tabú. Hoy uno puede hablar libremente de derechos sociales 
garantizados y de esta manera es posible avanzar hacia nuevas 
conquistas. Creo que los movimientos sociales y el FA han tenido la 
capacidad de correr el cerco en los últimos años”. 
 ¿El posible un nuevo escenario de debates y prácticas políticas? 
 “El actual es un momento de reflexión y reacomodo para todas las 
organizaciones. Los márgenes de entendimiento deben pasar necesariamente
 por aspectos programáticos y por la erradicación de ciertas prácticas 
de modo que permitan abrir la política a las mayorías ciudadanas, 
abandonando la lógica imperante durante 27 años que forzaba a que las 
decisiones se tomaran entre unos pocos. 
 Los que estamos por las
 transformaciones tenemos que llevar nuestras propuestas a los sectores 
populares y de clase media, que en esta oportunidad apoyaron a Piñera. 
Destaco el ejercicio llevado a cabo por la coordinadora NO+AFP, que 
culminó en un plebiscito en el que participó más de un millón de 
personas. Estas son prácticas masivas que deben replicarse, tal como 
ocurrió con el movimiento social por la educación en 2011, llevando el 
debate político al seno de las familias. 
 Estamos proyectando 
una deliberación muy amplia sobre el rol de la Confech y los actores 
sociales del movimiento por la educación, de cara al periodo que se 
inicia. Este debate sobre la política educacional deberá incorporar 
nuevas generaciones de estudiantes a una nueva acción masiva que irrumpa
 de manera creativa en la sociedad. 
 Parte de las demandas del 
movimiento estudiantil están cruzadas por la necesidad de avanzar hacia 
una educación no sexista en los planes curriculares. Se trata de incluir
 la perspectiva de las mujeres dentro de sistema educativo y eso es 
radicalmente transformador. El desarrollo de los movimientos feministas,
 por la igualdad de género y por derechos de las disidencias sexuales, 
han abierto otra mirada para entender la sociedad. Es una tarea que 
vamos a intensificar porque la cultura patriarcal está muy arraigada”. 
 Publicado en  “Punto Final”, edición Nº 892, 12 de enero 2018. 
 
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