Es un asunto de 
interés nacional, afirma el presidente de EU
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, renovó ayer, un año 
más, la Ley de Comercio con el Enemigo, estatuto de 1917 que constituye 
la base del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba. 
Esto implica restricciones en viajes, inversiones y otras actividades de
 estadunidenses con empresas y particulares cubanos.
Mediante un memorando enviado a los secretarios de Estado y del 
Tesoro, se recordó que el ejercicio de ciertas facultades bajo esa 
legislación, que sólo afecta al país caribeño, estaba programado a 
expirar el 14 de septiembre de 2017.
Ante la cercanía de esa fecha, Trump decidió dar continuidad a esas 
medidas otro año, hasta el 14 de septiembre de 2018, y justificó el tema
 al indicar que es de 
interés nacionalde Estados Unidos.
La Ley de Comercio con el Enemigo estipula que el presidente 
estadunidense tiene la facultad de aplicar sanciones económicas en 
tiempo de guerra o en cualquier otro periodo de emergencia nacional, y 
prohibió el comercio con el enemigo o sus aliados 
durante conflictos bélicos.
En 1962 el entonces presidente John F. Kennedy recurrió a ese 
estatuto para imponer el bloqueo económico, comercial y financiero 
contra la nación caribeña, el cual ha sido renovado desde entonces 
anualmente.
La Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 
1977 restringió las facultades del presidente para imponer otras 
sanciones aludiendo situaciones de emergencia nacional; sin embargo, la 
legislación previa continuó aplicándose para Cuba.
Al amparo de la normativa de 1917 se adoptaron las Regulaciones para 
el Control de Activos Cubanos en 1963, en virtud de las cuales se 
prohíbe a estadunidenses o personas sujetas a la jurisdicción de este 
país realizar transacciones financieras con la isla, entre otras 
restricciones.
Cuba instó el viernes a Estados Unidos en la Asamblea General de la 
Organización de las Naciones Unidas (ONU) a levantar el cerco de más de 
55 años, el cual cuenta con el abrumador rechazo de la comunidad 
internacional.
El 26 de octubre del pasado año esa instancia aprobó una nueva 
resolución de reclamo del fin del bloqueo, la cual recibió el apoyo de 
191 de los 193 países miembros de la ONU, y las abstenciones de Estados 
Unidos e Israel.
La renovación implica que el mandatario estadunidense tiene autoridad
 sobre algunas sanciones mediante decretos ejecutivos, aunque la 
eliminación total de la política contra la isla requiere una decisión 
del Congreso
Plxx 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de septiembre de 2017, p. 30
Washington.
 

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