En
el marco del foro "Donald Trump Presidente: el día después", organizado
por el Senado de México, Alvarez Icaza alertó de que "viene un
catastrófico tsunami para México, debido a la ausencia de una estrategia
para defender migrantes mexicanos en EEUU e impedir deportaciones
masivas", dijo el experto.
Para el país latinoamericano que
recibirá, según Trump, al menos 3 millones de migrantes con antecedentes
penales que serán expulsados, de un total de 11,5 millones sin
documentos, "existen muchas posibilidades de desarrollar estrategias de
litigio contra las deportaciones, e incluso se debe contratar
especializados para defender a mexicanos en territorio estadounidense".
Sin
embargo, en México "existe la percepción generalizada de una falta de
defensa, de firmeza y de dignidad" ante el nuevo gobierno de Trump, dijo
Álvarez Icaza.
Desde el año 1965 a la fecha, México ha enviado
16,2 millones de migrantes a EEUU dijo a su vez el senador Roberto
Albores Guillén, en una exposición sobre el tema "Derechos Humanos,
migración y seguridad".Albores, secretario del Comité Directivo del Instituto Belisario Domínguez senatorial que organiza el foro, subrayó que la fuerza de México está en que "es un socio indispensable para la economía y sociedad de los Estados Unidos".
El senador mexicano dijo que durante la última década, "los temas más relevantes para ambas naciones han sido la seguridad fronteriza, el combate al narcotráfico y sus delitos conexos; esa convivencia diaria, implica también un reto para el respeto a los derechos humanos", dijo el legislador de la cámara encargada de aprobar la política exterior.
Escenario malo o catastrófico
Por su parte el académico Jorge Durand, del prestigioso Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), indico en su comparecencia ante los senadores que los especialistas "pueden prever dos escenarios: uno malo y otro catastrófico".
En el primero, explicó el analista, se puede considerar un incremento importante de deportaciones de los llamados "criminales" desde EEUU, es decir, procesados, pandilleros y personas que cometieron faltas mayores o menores.
"En
el escenario catastrófico se pueden presentar leyes más severas contra
los migrantes, las cuales podrían ser aprobadas por el Congreso", si
Trump logra el apoyo legislativo, explicó Durand.
A esas medidas
se sumarían organizaciones civiles antiinmigrantes: "esos sectores de
algún modo, estaban controladas y reprimidas, pero que ahora pueden
desbocarse".
Carlos
Heredia, miembro del consejo consultivo del Instituto de México en el
Centro Woodrow Wilson de Washington, dijo en el foro que México debe
considerar la pretensión de Trump de construir un
muro
a expensas del país latinoamericano, "como un acto hostil"
Heredia,
quien también es investigador de la división de estudios
internacionales del CIDE planteó al Senado de la República que "el
gobierno mexicano y el Congreso debe exponerlo así, y no solo decir que
se oponen y que no se va a pagar su construcción" a lo largo de 3.200
km.Lea más: ¿Trump dispuesto a financiar el muro en la frontera con México?
El Senado tiene la facultad y responsabilidad constitucional para coadyuvar a diseñar la política exterior, añadió, por lo tanto, "tendría que decir que no hay negociación posible, de buena fe, no hay renegociación que pueda tener lugar ante un acto hostil de un país".
La
directora del Centro de Estudios Internacionales del CIDE, Ana
Covarrubias, advirtió que "los temas de derechos humanos y democracia,
en el sistema internacional de Estados Unidos, parecen no ser de
importancia, a menos que afecten sus intereses internos" de los
estadounidenses.
Por
lo tanto Trump posiblemente Estados no va a poner sobre la mesa de
negociaciones que se abren esta semana con diálogo de alto nivel en la
Casa Blanca, previo al viaje de Peña Nieto a Washington, los temas de
democracia y derechos humanos.
"Pero de ser así —dijo
Covarrubias—, no se puede olvidar que estos temas no sólo se vinculan
con comercio sino también a seguridad, por lo que la situación de México
es vulnerable en estas materias, debido a la situación de corrupción,
debilidad de gobierno y vulnerabilidad en respeto a los derechos
humanos".
Finalmente,
el académico Sergio Aguayo profesor e investigador del Centro de
Estudios Internacionales de El Colegio de México, aseguró que la guerra
contra el crimen organizado también debe ser parte de las negociaciones.
"El
crimen organizado busca y enriquece el poder político y usa la
violencia de múltiples formas; y eso ya lo tenemos interiorizado no hay
negación al respecto", dijo Aguayo, experto en temas de seguridad
nacional y migraciones.El tamaño de influencia de los carteles del narcotráfico "está determinado por la fortaleza —o fragilidad— de las instituciones del Estado, y la delincuencia requiere de una base social que justifique su existencia y le permita renovar sus filas", puntualizó.
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