
Canadá
 ha *tropezado* o *fracasado* en el área de derechos indígenas, el 
compromiso fundamental de Justin Trudeau, según Amnistía Internacional 
Canadá. 
Photo Credit: (Jeff McIntosh / La Prensa Canadiense)
Un año es poco para ver resultados. Pero en un año sí se pudieron haber implementado ciertas políticas designadas para el alcance de resultados. Creo que como gobierno se han enviado más bien mensajes confusos y contradictorios.
-Fernanda Yanchapaxi, activista canadiense-ecuatoriana por los derechos indígenas

Hace un año llegó al poder un nuevo primer ministro canadiense, el 
liberal Justin Trudeau. La participación de los canadienses en esa 
elección fue de un siete por ciento superior a la del 2011.
Pero esta cifra empalidece en comparación con los pueblos indígenas 
de Canadá. Las oficinas de votación en varias circunscripciones de las 
Primeras Naciones estuvieron tan concurridas que algunas se quedaron sin
 papeletas. Algunos analistas sostuvieron que esa alta participación 
estaba relacionada con las promesas del partido liberal respecto a las 
Primeras Naciones durante la campaña electoral.
Fernanda Yanchapaxi es una  activista canadiense-ecuatoriana por los derechos indígenas y socióloga especialista en educación.
En conversación con RCI, ella destaca que el partido liberal de 
cierta forma tuvo ventaja de trabajar en un contexto muy específico 
donde el gobierno anterior conservador, del primer ministro Stephen Harper,
 “no solo había incumplido promesas con las que había iniciado su 
gobierno sino que hubo un deterioro en las relaciones con las Primeras 
naciones bastante visible”. La llegada del primer ministro y su partido 
liberal se produce en ese contexto en el cual van a intentar “poder 
subsanar de algún modo las relaciones que tenía el gobierno con las 
Primeras Naciones”.
Fernanda Yanchapaxi  destaca que las promesas fueron hechas antes de 
la campaña pero también una vez que había sido elegido como primer 
ministro.
Una de las más importantes fue la implementación de la Declaración de las Naciones Unidas  sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
“Canadá no estuvo adscrito al convenio durante unos ocho años y fue 
después que se adscribió y se prometió la implementación completa. El 
ministerio de Justica ha tenido problemas con implementarlo en su 
totalidad porque se requieren decisiones políticas en su relación con la
 ONU que en algunas circunstancias no están dispuestas a cambiar”, 
señala la activista por los derechos indígenas.
La segunda promesa importante que destaca Fernanda Yanchapaxi, fue el
 financiamiento equitativo de la educación. Un tema clave sobre el cual 
las Primeras Naciones reclaman un tratamiento más justo. Hubo ya varios 
reportes sobre la distribución de recursos para los niños indígenas en 
comparación con los destinados a los estudiantes no indígenas.
“Para las escuelas indígenas el presupuesto es mucho menor por 
estudiantes. La Asamblea de Primeras Naciones creo que ha sido muy justa
 en reconocer que ha habido un incremento del presupuesto asignado por 
el gobierno actual pero que sin embargo aún no han emparejado los 
presupuestos en relación entre las comunidades indígenas y no 
indígenas”.
La activista y socióloga canadiense menciona que en el mes de junio 
pasado la Comisión canadiense de derechos humanos encontró culpable al 
gobierno canadiense de violar los derechos de los niños y mujeres 
indígenas porque la distribución de los fondos discriminaba en materia 
de financiamiento a los indígenas comparándolos con  la reservada para 
los servicios de cuidado de niños no indígenas.
Hasta ahora, dice Fernanda, “no se ha revisado ni cambiado el sistema ni se aumentó el presupuesto de forma específica”.
 
La comisión de la verdad y la reconciliación
La Comisión de la verdad y la reconciliación sobre el trato recibido 
por los indígenas en los internados para niños indígenas presentó sus 
conclusiones y recomendaciones en diciembre de 2015, abriendo la puerta a
 una serie de reformas necesarias. Insistiendo en la importancia de 
“descolonizar a Canadá” pasando por una nueva relación con los pueblos 
indígenas, Justin Trudeau afirmó que su gobierno apoyaba la aplicación 
de las 94 recomendaciones de la Comisión de Verdad y Reconciliación.
Una de las recomendaciones fue investigar que sucede con la 
desaparición y asesinato de mujeres indígenas en el país. El gobierno 
había asignado un presupuesto para investigar el tema.
“Las críticas que vienen ya desde las Primeras naciones y más allá de
 mi análisis, se han dirigido a que es un presupuesto tan bajo que no 
alcanza para que la investigación se lleve a cabo a los tres niveles 
territoriales. Es un tema pendiente.”
¿Un año de gobierno puede ser suficiente para llevar a cabo un balance de las promesas realizadas?
“Estoy de acuerdo en que un año es poco para ver resultados.  Pero en
 un año sí se pudieron haber implementado  ciertas políticas que estén 
designadas para el alcance de esos resultados. Creo que como gobierno se
 han enviado más bien mensajes confusos y contradictorios. Por un lado 
vemos un  primer ministro que es públicamente comprometido con las 
Primeras Naciones, Inuit y Métis. Pero por otro lado, en la 
implementación de políticas, han roto, ya sean derechos de la 
declaración de los pueblos indígenas como es el caso de los oleoductos porque
 no hubo las consultas adecuadas, o en las recomendaciones de la 
comisión de la verdad y la reconciliación sobre el caso de las 
investigaciones de las mujeres indígenas con respecto al presupuesto.
No dudo que exista el compromiso personal, pero creo que las obligaciones como gobierno aún no se han cumplido. Los grupos indígenas siguen siendo uno de los grupos más desventajados de un sistema desigual que, fácilmente se puede ver en un año, ha priorizado la atención a ciertos grupos y a otros no.
Esto y mucho más en la conversación que Fernanda Yanchapaxi, 
activista canadiense-ecuatoriana por los derechos indígenas, mantuvo con
 Radio Canadá Internacional, a un año de la llegada al poder del partido
 liberal.
 
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