Redacción Desinformémonos.
Después de marchar más de 250 kilómetros para defender el agua y los recursos naturales,  cientos
 de indígenas y campesinos de 80 organizaciones integrantes de la 
Asamblea Social y Popular de Guatemala llegarán a la ciudad capital el 
próximo día 22 de abril cuando se celebra el Día de la Tierra.
 La marcha se organizó en tres
 vertientes, la Sur que arrancó en Tecún Umán el 11 de abril, la 
vertiente Huehuetenango y la vertiente norte que dio inicio el 14 de 
abril en Purulhá.
La marcha se organizó en tres
 vertientes, la Sur que arrancó en Tecún Umán el 11 de abril, la 
vertiente Huehuetenango y la vertiente norte que dio inicio el 14 de 
abril en Purulhá.
En Tecún 
Umán, frontera con México, el recorrido ha pasado por  Pajapita, 
Coatepeque, Sibaná, Cuyotenango y otras regiones, están por arribar a 
Escuintla y Amatitlán. 
La vertiente Huehuetenango 
arrancó en La Mesilla pasando por El Cable y San Rafael Petzal.  La 
Norte salió de Purulhá,  Las Limas, Morazán y están por arribar a 
Sanarate y Aguas Calientes.
Todas confluirán en la ciudad de Guatemala en la Plaza Central el próximo 22 de abril.
 Al llegar a la ciudad capital
 se constituirá el Tribunal de Conciencia de los Pueblos de Iximuleu 
para hacer la denuncia y juzgar a las empresas, empresarios y 
funcionarios que violan los derechos de los pueblos, de la tierra y el 
agua. El objetivo de la marcha es coordinarse para defender y exigir el 
agua como un derecho humano, exigir la recuperación de los manantiales, 
los ríos, lagos y lagunas, así como las costas marinas que han sido 
contaminadas, robadas y desviadas por las empresas que se dedican a 
hacer grandes extensiones de monocultivos como la palma de aceite, la 
caña de azúcar, las empresas huleras, bananeras, hidroeléctricas y 
petroleras.
Al llegar a la ciudad capital
 se constituirá el Tribunal de Conciencia de los Pueblos de Iximuleu 
para hacer la denuncia y juzgar a las empresas, empresarios y 
funcionarios que violan los derechos de los pueblos, de la tierra y el 
agua. El objetivo de la marcha es coordinarse para defender y exigir el 
agua como un derecho humano, exigir la recuperación de los manantiales, 
los ríos, lagos y lagunas, así como las costas marinas que han sido 
contaminadas, robadas y desviadas por las empresas que se dedican a 
hacer grandes extensiones de monocultivos como la palma de aceite, la 
caña de azúcar, las empresas huleras, bananeras, hidroeléctricas y 
petroleras.
El calor de 
la Costa sur, donde la siembra de palma africana y caña de azúcar es la 
principal causa de la carencia de agua y contaminación de los ríos, no 
fue obstáculos para que hombres, mujeres y niños se sumaran a la marcha.
 Todos con determinación y sin descanso. 
La Asamblea 
Social y Popular que busca la construcción de un mejor lugar para vivir 
todas y todos, en un boletín de invitación a participar comentó también 
que “el gobierno ha sido incapaz de resolver las crisis que afectan al 
país, entre ellas, la del medio ambiente por haber privilegiado a grupos
 empresariales que han sumido a Guatemala en la pobreza, en el modelo de
 desarrollo extractivista. 
 Estas 
movilizaciones se desarrollan en medio de la criminalización, 
persecución y judicialización contra líderes comunitarios y defensores 
del medio ambiente y de los derechos humanos de los pueblos indígenas. 
Muchos de ellos han sido asesinados o encarcelados, por lo que la Marcha
 por el Agua, la Vida y el Territorio hará la denuncia y un 
pronunciamiento de rechazo a la criminalización.
Estas 
movilizaciones se desarrollan en medio de la criminalización, 
persecución y judicialización contra líderes comunitarios y defensores 
del medio ambiente y de los derechos humanos de los pueblos indígenas. 
Muchos de ellos han sido asesinados o encarcelados, por lo que la Marcha
 por el Agua, la Vida y el Territorio hará la denuncia y un 
pronunciamiento de rechazo a la criminalización. 
La Marcha 
del Agua, como la llaman a su paso por las entrañas del país, se 
pretende caminar hacia la construcción del Estado plurinacional y 
popular, y que para todas y todos haya el buen vivir de los pueblos.
Los 
campesinos e indígenas que participan en la marcha, han dormido en 
escuelas, salones comunales, parroquiales y escuelas que les han 
brindado hospedaje. En su camino han expresado:  “Hemos constatado la solidaridad de la población ante la necesidad de proteger el derecho al agua.  El agua no es una mercancía, es un derecho humano”. 
fotos: Prensa Comunitaria
 
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