
En más de 170.000 correos electrónicos y 30.000 documentos de la 
empresa Sony Pictures Entertainment, quedó en evidencia que el Gobierno 
de Estados Unidos pidió colaboración a la industria cinematográfica para
 crear una imagen interesada de Rusia y el autodenominado Estado 
Islámico.
La plataforma de filtraciones Wikileaks reveló este viernes las 
relaciones del Gobierno de Estados Unidos con la productora de cine Sony
 Pictures Entertainment para librar una “guerra mediática” contra el 
autodenominado Estado Islámico (EI) y Rusia.
Se trata de más de 170.000 correos electrónicos y 30.000 documentos 
internos filtrados por Wikileaks, que revelaron la estrecha relación 
entre el Director Ejecutivo de la productora cinematográfica, Michael 
Lynton, con el presidente estadounidense, Barack Obama.
Uno de los mensajes publicados por Wikileaks es una invitación a una 
cena en la Casa Blanca con la familia Obama, la cual fue enviada por la 
jefa del personal de Michelle Obama en ese momento, Kristen Jarvis.
En el archivo hay unas cien direcciones de correo de personal de Sony vinculado con el gobierno de EEUU.
Por otro lado, los correos electrónicos también dejaron al 
descubierto las conexiones entre Sony Pictures y el Partido Demócrata, 
cuyas cenas de recaudación de fondos contaban con la presencia de la 
cúpula empresarial.
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, explicó en un comunicado 
que decidió publicar los documentos y correos de la productora 
cinematográfica porque “la información pertenece al dominio público ya 
que muestra el centro de un conflicto geopolítico.
Este archivo muestra el funcionamiento interno de un grupo multinacional influyente”.
“Guerra informativa”
En uno de los correos filtrados, el subsecretario del Departamento de
 Estado norteamericano para Relaciones Públicas, Richard Stengel, invitó
 a Michael Lynton, director de Sony Pictures, a movilizar sus recursos 
para una “guerra informativa” contra el autodenominado Estado Islámico y
 Rusia.
“Tenemos un montón de desafíos en la lucha contra la narrativa de EI 
en Medio Oriente y la narrativa de Rusia en Europa central y Europa del 
Este. En ambos casos, hay millones de personas en estas regiones que 
están recibiendo una versión sesgada de la realidad”, dice el correo de 
Stengel.
“No es algo que el Departamento de Estado puede tratar por su cuenta.
 Me encantaría convocar a un grupo de ejecutivos mediáticos que puedan 
ayudar a pensar en una mejor forma de responder a estos dos grandes 
desafíos”, escribió Stengel en el correo dirigido a Lynton.
Por su parte, Lynton respondió con una lista de nombres integrada por
 el presidente de Walt Disney International, Andy Bird; el director de 
operaciones de 21th Century Fox; y el exejecutivo de Turner 
Broadcasting, James Murdoch. 
Además, Wikileaks reveló que Michael Lynton es parte de la junta 
directiva de RAND Corporation, una organización especializada en la 
investigación y el desarrollo para el sector militar y de inteligencia 
de Estados Unidos.
“Los archivos de Sony muestran el flujo de contactos e información 
entre estas dos importantes industrias. RAND asesoró a Sony en relación 
con su película The Interview en Corea del Norte”, explicó Assange en el
 comunicado publicado en su sitio web.
Respuesta del Gobierno
La portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Marie Harf, respondió
 a las revelaciones de Wiikileaks al decir que nunca hubieran comparado a
 Rusia y al autodenominado Estado Islámico, porque los consideran 
“desafíos muy diferentes”.
Harf reconoció que sí existe colaboración con “personas que tienen 
plataformas” en la esfera de la política exterior de Estados Unidos.
“Contactamos con personas de esos países ajenas al gobierno para 
hablar con ellas sobre nuestras prioridades. A veces son ellas quienes 
se ponen en contacto con nosotros. Pero son ellas las que deciden qué 
van a producir y cuál va a ser el contenido”, afirmó Harf.
Respuesta de Sony Pictures
La productora cinematográfica acusó a Wikileaks de haber realizado un
 “acto criminal” al revelar los documentos y correos. “Los atacantes 
diseminaron esta información con el objetivo de dañar a Sony Pictures y a
 sus empleados, y ahora Wikileaks está ayudándoles a cumplir ese 
objetivo, lo que es muy reprochable. No estamos de acuerdo con la 
afirmación de Wikileaks de que el material es de dominio público, y 
continuaremos luchando por la seguridad y la privacidad de la empresa y 
sus más de 6000 empleados”, dijo la empresa.
Página12
 
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