Alfredo Jalife-Rahme
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante un acto oficial, el viernes pasado en el KremlinFoto Tass
Durante la Conferencia Valdai en Sochi (http://goo.gl/6P0VCv), Vlady Putin respondió vehementemente en forma indirecta al despropósito de Obama, quien colocó a Rusia como la
tercera amenaza globaldetrás del ébola y los yihadistas del Estado Islámico (EI).
Quizá las descabelladas declaraciones de Obama tengan que ver más
con un vulgar maximalismo retórico destinado al consumo interno en
vísperas de las elecciones del 4 de noviembre, que, en caso de perder
el control del Senado, pueden desembocar en su defenestración.
Putin acusó a Estados Unidos (EU) y Occidente de desestabilizar el
equilibrio del orden mundial e inflamar la situación en Ucrania:
“habiéndose declarado como vencedor de la guerra fría”, EU con ayuda de
sus satélitespromovió un
orden unipolarque es el medio para justificar su dictadura sobre poblaciones y países.
Putin emitió una metáfora geopolítica que reverbera(rá) durante muchos años sobre
el osoy su ecosistema en la taiga –vegetación de clima continental frío de grandes bosques de coníferas y arbustos–: el oso ruso es
el maestro de la taiga y no dejará a nadie que se lo arrebate.
La filípica de Putin en Sochi ha sido interpretada de diversas maneras. Para el portal europeo DeDefensa.org marca la
desdolarizaciónya en curso, lo cual, a mi juicio, ha sido superado tanto por la visión multipolar como por el recordatorio de que Rusia es la máxima potencia nuclear del planeta con la que
no se juega.
En la cosmogonía multidimensional, una
desdolarizaciónsin las disuasivas armas nucleares de Rusia y sin las cuantiosas reservas de divisas de China (4 millones de millones de dólares), hoy la primera potencia geoeconómica global, no tendría el menor efecto.
Tras haber balcanizado a la URSS, la irrefrenable guerra que
prosigue la triada EU/OTAN/Unión Europea (UE) contra Moscú –lo cual
perturbó antes de fallecer a George Kennan, máximo geoestratega de EU
de todos los tiempos–, ha orillado al oso ruso nuclear a defenderse con
toda su panoplia bélica para no ser nuevamente fracturado en tres
pedazos, como proyectó Zbigniew Brzezinski en su libro El gran tablero de ajedrez mundial de hace 17 años.
Putin acusó a EU de haber creado el
terrorismo islámico: desde Afganistán, con su padrinazgo a los talibanes y Al-Qaeda, y ahora con el EI que vende en los
mercadosel petróleo expoliado para desplomar el precio (nota: para dañar a Rusia).
Putin fustigó que EU
dejó salir el genio de la botella, en particular en Ucrania, con sus
revoluciones de coloresy su
caos controladoen los anteriores países satélites de la URSS:
EU corta las ramas sobre las que se sientaal promover y empujar a la UE a aplicar sanciones dañinas para todos.
La metáfora del oso nuclear ruso en su taiga (en)marca prístinos
límites geopolíticos: defiende su nicho ecológico sin aventurarse a
otros ecosistemas.
Hoy los bélicos geoestrategas de EU –donde pululan los fracasados
neoconservadores straussianos– anhelan, si no su extinción, por lo
menos, domar al oso nuclear ruso para exhibirlo en sus circos
bursátiles que dirigen los banqueros esclavistas Rothschild y su hombre
de paja global: el megaespeculador húngaro-estadunidense-israelí
Schwarts György, alias
George Soros, de 84 años, y uno de los hombres más perversos de la creación, quien para prender su cigarro financierista es capaz de incendiar al planeta entero, como se desprende de sus pugnaces artículos en The Guardian (http://goo.gl/0wHSND) y en The New York Review of Books (http://goo.gl/2xvAD2) donde prácticmente llama a una tercera guerra mundial desde Europa contra Rusia.
Li Xing, profesor de asuntos rusos y asiáticos de la Escuela de Gobierno en la Universidad Normal de Pekín (http://goo.gl/xTD1sN) aduce que EU y la UE
se han trastornado (sic) al no haber obtenido lo que esperaban estratégicamente de Ucraniacuando
ni Occidente ni Rusia pueden ser catalogados como vencedoresy
Ucrania es la que ha perdido más.
Li
no dice que el máximo vencedor ha sido China que tambien se beneficia
con la baja del petróleo, pese a las travesuras desestabilizadoras de
Occidenteen haber entrenado a los
estudiantesen Hong Kong, según la confesión de la BBC de Londres (http://goo.gl/mCd0UP).
El profesor chino considera que
existen algunos elementos en el mundo que no están de acuerdo en imponer sancionesa Rusia cuando los exorcismos pueden ser contraproducentes y constituyen
un aviso para quienes simpatizan con Moscú.
Li refuta el financierista autismo sorosiano y, al contrario, advierte que la
UE ha realizado un remarcable procesoque sufre de su éxito más que de su fracaso:
la rápida expansión del bloque de 28 países va más allá de sus capacidades y amenaza los fundamentales intereses de Rusia.
A mi juicio, la
fortalezade la cohesión europea se está resquebrajando justamente en la
patrianominal del tóxico banquero Soros, y a cuyos dirigentes les ha valido ser colocados en la lista negra de EU al haberse rebelado contra la política de sanciones a Rusia.
Un editorial de The Washington Post,
Vladimir Putin expone una opción amenazante para Occidente(http://goo.gl/cCekbl), da por asentada su cohesión, lo cual es válido hasta cierto punto con sus asíntotas geopolíticas.
Para el Post el problema radica en definir un
arreglo aceptablepara Putin, quien ofrece a
Occidente (sic)la opción entre ceder a Rusia su taiga –que incluye el dominio de Ucrania y cualquier parte de Eurasia que reclame– y un conjunto entero de conflictos violentos”.
Ante la disyuntiva planteada por Putin, el Post considera que Rusia merece
el tratode tercera amenaza global. ¡Uf!
No juzgo tan
amenazantela filípica de Putin en búsqueda del acomodamiento perdido mediante una exhortación a un timorato G-2 con EU, quizá un G-3 con China, poco viable en la coyuntura de polarización doméstica en EU: (re)clama clásicas esferas de influencia que deben ser respetadas por las superpotencias cuando EU, impregnado por un mesianismo de
país excepcional/indispensable/elegidopretende imponer su unilateralismo al mundo entero y, en particular, a superpotencias geostratégicas de la talla de Rusia y China, que no están dispuestas a obedecer míticos mandatos celestiales.
Resurgen las fantasmagorías de inicios del siglo XX de Halford Mackinder, máximo geopolitólogo de
Occidentenacido en el archipiélago británico, cuyo principal objetivo fue impedir la alianza de Alemania con Rusia/URSS, lo cual fundamentó la creación de la OTAN.
En el mundo post-Crimea, la guerra en Ucrania resguarda la verdadera
batalla por el control de Alemania y el resto de Europa, lo cual
enuncia en su tuit Brzezinski (29/10/14):
La postura estratégicamente aferrada de la canciller Merkel contra el aventurerismo antieuropeo de Putin provee el liderazgo que necesita Europa. ¡Es tan discutible!
¿Cómo expulsar de Eurasia a un país de la talla de Rusia con 17
millones de kms2 y 142 millones de habitantes con una ojiva nuclear de
más que EU? ¿No es, acaso, una aberración geopolítica para el oso ruso
nuclear y
maestro de la taiga?
Twitter: @AlfredoJalifeR_
Facebook: AlfredoJalife
Vk: id254048037
No hay comentarios:
Publicar un comentario