Al ritmo de consignas y exigencias al gobierno para que los 43
jóvenes desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre regresen a casa con
vida, dio inicio la tercera marcha de Acción Global por Ayotzinapa en
la Ciudad de México.
Entre el contingente, que partió de la residencia oficial de Los
Pinos, participaron los padres de los jóvenes estudiantes que portaban
pancartas con fotografías de sus hijos. Minutos antes de iniciar la
caminata reiteraron sus demandas de justicia y presentación con vida de
los 43.
Detrás de ellos caminaron miles de estudiantes universitarios,
representantes de diversas organizaciones y sindicatos campesinos. Se
reportaron alrededor de 60.000 asistentes. Sobre la lateral de Avenida
Reforma, decenas de personas caminaban en contraflujo para poder
incorporarse a la caminata.
Cerca de dos horas después de iniciada la marcha, los padres de los
estudiantes arribaron al Zócalo de la ciudad donde, desde un templete,
emitieron diversos mensajes y agradecieron la solidaridad de los
ciudadanos.
“No nos interesa a cuántos agarren, a nosotros nos interesa que nos
regresen a nuestros hijos”, expresó uno de los padres de los 43
estudiantes de Ayotzinapa durante un mitin en el Zócalo capitalino.
También aseguraron que las autoridades quieren cerrar el caso pero
no van a permitir que les digan que encontraron muertos a los jóvenes,
pues indicaron que para ellos están vivos hasta no tener los resultados
de los exámenes que realizaron los peritos argentinos a los cuerpos
hallados en las fosas clandestinas en Iguala y Cocula.
Uno de lo familiares aseguró que el gobierno federal prepara una
conferencia de prensa para anunciar que los jóvenes están muertos.
“Pero no es cierto, nuestros hijos están vivos”, dijo.
“Queremos Peña Nieto que nos entregue a nuestros hijos, porque ya
estamos cansados, ya son muchos días, ya estamos desesperados. Este
gobierno no sirve para nada”, señaló uno de los padres.
Como parte de las acciones acordadas entre universitarios, la Ciudad
de México vivirá tres días de huelgas, protestas y marchas
universitarias que se sumarán a las numerosas manifestaciones de las
últimas semanas en todo el país.
Paralelamente en Morelos se lleva acabo la Caravana “43×43. Ni un
desaparecido más”. Este contingente salió de Guerrero a inicios de
semana y planea llegar a la Ciudad de México el 9 de noviembre.
Exigen más información sobre declaraciones de Abarca
México exige que la detención del exalcalde de Iguala, José Luis
Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, considerados
los autores intelectuales de los ataques a estudiantes, esclarezca la
suerte de los jóvenes.
Desde que se supo de la detención del excaldade prófugo y su mujer,
un grupo de padres de las víctimas y alumnos de Ayotzinapa, se
desplazaron a la capital para recibir información de primera mano de la
fiscalía. Y el día de hoy planean dar una conferencia para ofrecer su
postura ante los hechos.
El martes, el fiscal general consideró que la captura de Abarca y su
esposa supuso un paso “importante” para las investigaciones e hizo
votos para que “en pocos días” pueda dar una “información mayor y más
profunda” sobre la suerte de los chicos.
Conocidos como ‘La pareja imperial’ de Iguala por su poder y
ostentación forjado en un emporio joyero, los prófugos Abarca y Pineda
fueron detenidos por policías federales en una vivienda del popular
barrio de Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Pineda es hermana de tres destacados narcotraficantes y ha sido
señalada por la fiscalía de ser la principal operadora de los Guerreros
Unidos en Iguala.
a pareja empezó a rendir declaración ante la fiscalía general a
altas horas de la madrugada del martes, sin que se hayan conocido hasta
el momento el contenido de sus esperadas revelaciones.
Una joven llamada Noemí Berumen también fue detenida en el operativo por supuestamente haberlos ayudado a esconderse.
Los hasta ahora fugitivos más buscados de México, huyeron de esa
importante ciudad del empobrecido y violento estado de Guerrero cuatro
días después de los ataques.
La fiscalía cree que Abarca ordenó a sus policías que reprimieran a
los estudiantes la noche del 26 de septiembre por temor a que
sabotearan un evento oficial encabezado por su esposa, que pretendía
suceder a su marido como alcaldesa en 2015.
Al menos 22 policías de Iguala, una ciudad de 140.000 habitantes a
unos 200 km del DF, están detenidos acusados de disparar a los jóvenes
y entregarlos después a los Guerreros Unidos.
Las autoridades no han reconstruido lo que sucedió a partir de este
momento aunque, por declaraciones de otros detenidos, temen que los
jóvenes desaparecidos fueron asesinados y enterrados.
El gobierno mexicano ha detenido al menos a 59 personas por este
crimen que ha levantado una indignación sin precedentes en el país y ha
motivado reclamos internacionales como los de la ONU y Estados Unidos.
La falta de noticias sobre los estudiantes ha hecho que decenas de
miles de mexicanos hayan participado en numerosas protestas para exigir
justicia por este crimen, que ha torpedeado la voluntad de Peña Nieto
de centrar la atención en sus ambiciosas reformas económicas y no en la
violencia del narcotráfico, que marcó la anterior presidencia de Felipe
Calderón (2006-2012).
Univisión
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