Los
presidentes de El Salvador, Guatemala y Honduras: Salvador Sánchez
Cerén, Otto Pérez y Juan Orlando Hernández, respectivamente, tratarán en
Estados Unidos de frenar la inmigración ilegal al país norteamericano,
anunció el martes la Presidencia salvadoreña en un comunicado.
Los tres mandatarios asistirán el viernes a una conferencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde "darán una visión de los problemas y las áreas claves que se requiere enfrentar para generar oportunidades económicas y sociales (...) que permitan reducir la emigración hacia otros países".
El comunicado precisa que, en el marco de un plan denominado ‘Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte’, Cerén, Pérez y Hernández buscarán medidas específicas para que la migración “sea una opción, no una obligación".
Los detalles del plan se abordarán en una reunión entre los tres gobernantes centroamericanos y el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, según un comunicado de la Presidencia de Honduras.
“También se entrevistarán con la secretaria de Comercio, Penny Pritzker, y con un grupo de congresistas y senadores, entre ellos Ros-Lehtinen, Mario Díaz Balart y Albio Sires”, agrega la nota.
Desde octubre de 2013, unos 57.000 niños, sin adultos que les acompañaran, procedentes en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, fueron interceptados en el territorio estadounidense tras emigrar de manera clandestina huyendo de la violencia en sus países o buscando a sus familiares.
Los migrantes huyen por muchas razones, entre ellas, el aumento de los índices de violencia alimentada por las pandillas y la violencia del narcotráfico en los tres países mencionados.
No obstante, el país de origen los enfrenta a nuevos problemas: la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció el mes pasado la violación de los derechos de los inmigrantes en territorio estadounidense.
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