La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi 
Pillay, ha denunciado este jueves los proyectos de EE.UU. de deportar a 
sus países de origen a los niños centroamericanos migrantes y ha exigido
 a Washington garantizar su protección.
“Hay unos 57.000 menores solos en Estados Unidos. Estoy 
especialmente preocupada, ya que Estados Unidos parece estar dispuesto a
 devolver a una mayoría de ellos”, ha declarado.
De acuerdo con Pillay, la deportación de los niños sería viable 
solamente si su protección está garantizada en los lugares a donde son 
enviados.
“Hay que hacer frente a las verdaderas causas de la crisis en los 
países de origen y de destino. Las redes criminales de tráfico de 
personas deben desmantelarse (...) debe castigarse a los traficantes, y 
no a las víctimas o a sus familias”, ha aseverado.
Además se ha referido a la detención de migrantes por motivos de 
inmigración y la ha calificado de “una violación” de los derechos de los
 menores “ya que va contra el principio del interés para el menor”.
La llegada masiva de niños indocumentados y sin compañía de adultos 
sorprendieron a las autoridades estadounidenses, que no cuentan con los 
medios financieros y legales necesarios para hacer frente a esa 
cuestión.
Por lo tanto, el presidente estadounidense, Barack Obama, declaró 
que estos menores serían expulsados a sus países de origen y que los 
legisladores preparaban un proyecto para acelerar estas expulsiones.
La mayoría de los niños vienen de El Salvador, Guatemala y Honduras.
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