09 de abril de 2014, 01:30San
Salvador, 9 abr (PL) El enfrentamiento a la violencia y continuar
reduciendo los índices de homicidios, extorsiones y otros delitos
parecen ocupar un lugar prominente en la agenda de trabajo del nuevo
equipo gobernante de El Salvador, según comentarios hoy en esta capital.
Sobre este asunto de gran interés para el país, el vicepresidente
electo Oscar Ortiz, del Frente Farabundo Martí para la Liberación
Nacional (FMLN), ha asegurado que junto a Sánchez Cerén, el mandatario
electo, trabajarán para garantizar mayor tranquilidad a la familia
salvadoreña.
Pondremos todos los recursos para desmontar las redes de extorsión y
los factores de la violencia que tienen una larga data, aseveró Ortiz.
Entre los compromisos del segundo gobierno del FMLN enfocados en
reducir la violencia es modernizar el sistema penitenciario, hacerlo
más seguro y que garantice el cumplimiento de las condenas.
Gradualmente se irán clasificando a los reclusos según el tipo de
delito que purguen, esto nos dará más control, añadió Ortiz, quien está
al frente de la comisión de traspaso de gobierno del partido de
izquierda.
Asimismo, se refirió a la necesidad de agilizar los
procesos penales y subrayó que quien delinque y violente la seguridad
pública, las leyes lo perseguirán hasta el final.
Vamos a crear
un instrumento para una inteligencia más efectiva y golpear las redes
de extorsión y el crimen organizado, remarcó.
Además trabajaremos por la protección de los testigos con el fin de crear un clima de confianza.
Será primordial dotar a la Policía Nacional Civil de más entrenamiento
y equipamiento de manera que le permita mejorar su trabajo.
Estamos convencidos de que tenemos la capacidad para derrotar la
violencia y la criminalidad en el país, señaló Ortiz anoche, en una
entrevista con la televisión.
Educación y seguridad serán las áreas donde el gobierno de Sánchez Cerán invertirá más recursos, enfatizó.
La inseguridad es uno de los principales problemas que afectan a los salvadoreños en los más diversos ámbitos de su vida.
Aunque el actual Gobierno ha logrado reducir gradualmente los
homicidios que eran de 13 a 14 diarios a unos seis o siete, en los
últimos meses la cifra ha comenzado a subir y ronda los siete u ocho
asesinatos por día.
El flagelo está vinculado fundamentalmente con la violencia de las pandillas, el sicariato y el crimen organizado.
tgj/otf |
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