Esto se produjo después de que Biden, quien se encuentra en Chile, declarara al rotativo chileno ‘El Mercurio’ su supuesta preocupación por la actuación de las fuerzas de seguridad venezolanas para contener a los grupúsculos violentos de extrema derecha.
Biden afirmó que la “situación de Venezuela es alarmante” e indicó que el Gobierno de ese país tiene la obligación de “respetar los derechos universales”.
El mandatario venezolano subrayó que los comentarios de Biden son producto de la derrota de ellos en su pretensión de intervenir a Venezuela a través de la OEA.
Más temprano, el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, leyó un comunicado del Ejecutivo venezolano, en el cual rechazó las declaraciones injerencistas de Biden.
“El Gobierno estadounidense se ha unido a una conspiración mediática internacional que pretenden generar una falsa imagen de guerra y represión generalizada en el territorio venezolano, cuando en realidad se trata de focos puntuales creados por los artífices de la violencia en contra del pueblo”, reza el comunicado.
Desde el pasado 12 de febrero, Venezuela ha sido escenario de protestas violentas, orquestadas por los opositores extremistas, que hasta el momento han dejado al menos 21 muertos y decenas de heridos.
A finales de febrero, el canciller venezolano, Elías Jaua, denunció que desde EE.UU., se envían aportes económicos para que la derecha extremista continúe con sus actos violentos en las calles, y afirmó que el Gobierno hará todo lo posible por restituir la paz.
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