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lunes, 22 de abril de 2013

DESPUÉS DE HABER COSECHADO UN TRIUNFO MÁS, REFLEXIÓN, REFLEXIÓN Y MÁSREFLEXIÓN SIN DEJAR DE LADO LA ACCIÓN CONTUNDENTE CONTRA LOS FASCISTAS

Por: Carlos Maldonado *

Venezuela votó masivamente el día de ayer consiguiendo una participación de casi 79%. No obstante esa avalancha de votos, la distancia entre el partido de la Revolución Bolivariana y el de la derecha fascista y oligárquica fue muy pequeña.

Varios factores incidieron en ese resultado tan apretado: el miedo que sembraron los medios de comunicación de esa derecha que a pesar de la desinformación siguen siendo mayoritarios en las manos de los enemigos de la revolución, siguiendo con la divulgación de esa mentira entre los electores, especialmente los provenientes de la clase media, de que el gobierno tiene el monopolio de ellos. Miedo que fue apoyado a través de sabotajes eléctricos, carestía de varios productos de la canasta básica por medio del mecanismo del acaparamiento y el ocultamiento de las mercancías; los rumores de supuesta inestabilidad y amotinamiento por parte de sectores descontentos de las fuerzas armadas, confusión de símbolos que antes eran exclusividad del movimiento chavista con el ánimo de engañar a los electores más incautos que precisamente por su escasa politización no reparan en las grandes diferencias entre los partidos de la derecha y del chavismo. Creyendo incluso, que ambos son iguales y que el votar por uno u otro da el mismo resultado basados esos argumentos en la engañosa alterabilidad de gobiernos.

La Revolución Bolivariana y sus cuadros más preclaros tienen que poner sus barbas en remojo pues este respaldo al proyecto de la derecha será utilizado por ella y sus aliados imperialistas para desestabilizar e ir socavando la gran obra de Chávez. Es necesario pues, radicalizar más la revolución para ir ganando a esas masas informes con acciones audaces que las vayan sacando de la ignorancia con respecto a la realidad nacional e internacional y con ello, politizarlas para que acuerpen el futuro socialista. De lo contrario, las próximas elecciones podrán dar victorias a la derecha posicionándola donde no debiera volver a estar.

Es indudable que del festejo apropiado y prudente se debe pasar a la reflexión y al estudio acucioso de las razones profundas que propiciaron el avance de la derecha. El presidente electo, Nicolás Maduro tendrá que procurar extender la democracia participativa a todos los órganos de dirección del nuevo gobierno y en todos los ámbitos de la vida cotidiana de los venezolanos para que ellos abracen esos procesos y nieguen la entrada a los que desean volver al poder a través de la violencia y el engaño.

El pueblo trabajador de Venezuela ha ganado una vez más, no obstante, la victoria no fue fulminante. Es el trabajo político el que necesita reforzarse con el ejemplo y la verdad, de cara al pueblo siempre sin caer en pactos espurios a los que la derecha está acostumbrada a llevar a cabo.

Era predecible, como lo pronosticaron los dirigentes del PSUV, que la derecha al ver perdida sus aspiraciones por alcanzar el poder por medio de los mecanismos democráticos recurriera s u plan B: el golpe de Estado. Por ello, su líder, Henrique Capriles, desconociendo lo que él mismo había alabado en ocasiones anteriores, incluso beneficiándose de ese mecanismo, descalificó al Consejo Nacional Electoral venezolano así como su sistema de votación para tener una plataforma desde la cual lanzar a sus huestes violentas que se han dedicado a atacar a las casas de las misiones, las casas de funcionarios del gobierno, a los médicos de la brigada cubana y otros íconos de la Revolución Bolivariana con el objetivo de destruir lo que más ama el pueblo pobre y trabajador demostrando con ello que a la derecha nunca le ha importado el pueblo, entendiéndose con ello, los más pobres y vulnerables de una sociedad. Lastimosamente existen personas que pertenecen a ese segmento que por cuestiones monetarias o por el convencimiento de que ellos son servidores de sus amos oligarcas, arremeten contra sus iguales. El viejo dilema del esclavo cuando se ve libre no sabe que hacer con su libertad y vuelve a la cadena.

Por ello, los líderes y las masas afines a la revolución bolivariana deben, ya restablecido el orden, sentarse a reflexionar en ejercicio de autocrítica seria y objetiva para desenmarañar las causas de ese avance de la derecha para, desde esa posición, crear los mecanismos que amplíen la democracia a todos los rincones sin descuidar los flancos por donde la derecha fascista pueda colarse. Irle quitando su capacidad de movilidad por medio de la creación de espacios democráticos de participación ciudadana para que un día desaparezca y sea contemplada como un viejo recuerdo.

¡Viva la República Bolivariana de Venezuela! ¡Viva Bolívar! ¡Viva el Comandante Hugo Chávez Frías, eterno en la memoria de los pueblos latinoamericanos! ¡Viva la patria!



• Economista y Profesor de Historia en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Miembro del Colectivo “La Gotera”

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