Agencias/La Radio del Sur
En una colorida manifestación los asistentes gritaron en todo
momento consignas contra la instalación de la empresa Río Tinto Alcán,
contra el gobierno de facto y exigieron “la renuncia del ministro de
Industria y Comercio Francisco Rivas y de su secretario Diego Zavala”,
viceministro de Comercio y a la vez representante (o exrepresentante),
de la empresa trasnacional en Paraguay.
Un grupo de organizaciones sociales y políticas impulsan un espacio
desde donde desarrollan una campaña de información sobre las
consecuencias económicas, ambientales, laborales y sanitarias negativas
que provocará en el país la instalación de esta fábrica de aluminio.
Uno de los cuestionamientos principales es que siendo un tema tan
importante, pues se decidirán aspectos económicos, laborales,
medioambientales y de salud trascendentales para la población, se
efectúen las negociaciones con una llamativa celeridad y sin
información alguna a la ciudadanía y desconociendo las opiniones que se
han vertido en dos audiencias públicas con relación al tema.
Paraguay no podrá recuperar los 1.600 MW que entregará a Río Tinto
Alcán para su funcionamiento continuo, pues rigen los tratados de
protección a las inversiones extranjeras y, si se llegara a firmar un
contrato la transnacional exigirá que sea cual sea el gobierno, le
entregue sí o sí tal energía, a la subsidiada (regalada) tarifa que se
comprometa a entregarle Federico Franco.
Río Tinto es una industria electrointensiva de aluminio que quiere
instalarse en Paraguay y las consecuencias en el campo económico,
energético van a ser muy grandes y negativas por la enorme cantidad de
energía que consume y también desde el punto de vista ambiental, por la
toxicidad de los gases que emitirá.
“La necesidad de que la población participe y opine es porque se
habla de negociaciones que podrían instalar a la empresa trasnacional
por al menos 30 años, prorrogables por 20 años más”, dijo una de las
organizadoras de la protesta, la ex viceministra de Minas y
Energía Mercedes Canese.
“Lo más lamentable es que el gobierno quiere negociar de la misma
forma en que se negoció el tratado de Itaipú durante la dictadura de
Stroessner y el Partido Colorado, sin que la ciudadanía pueda
participar ni opinar”, afirmó.
Finalmente, recordó que “el grupo Río Tinto tiene muchas demandas en
términos de violaciones de derechos humanos, laborales y ambientales,
en otros países en los que ya están instalados”.
Otro de los oradores en el acto, Domingo Laíno, también repudió la
presencia de Río Tinto Alcán en el país y advirtió que las fábricas de
aluminio son conocidas como industrias sucias porque dañan el
medioambiente y la salud”.
“En países como Rusia y Canadá se comprobó que el proceso de
industrialización del aluminio tiene efectos cancerígenos en los seres
humanos”, insistió Laíno y explicó que los países industrializados
“exportan sus industrias sucias a países pobres, como es el caso de
Canadá con Río Tinto Alcán, que  es de capital principalmente
canadiense, con implantación en los 5 continentes.
Los organizadores de la manifestación se excusaron por haber elegido
el horario (las 10 de la mañana) de un día laboral, “pero pretendemos
que las autoridades puedan escuchar y recibir nuestros reclamos”.
 



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