24 de septiembre de 2012, 01:47Por Moises Saab
El
Cairo, 24 sep (PL) Una carta en la que el presidente estadounidense,
Barack Obama, agradece a su homólogo egipcio, Mohamed Morsi, la
protección a la Embajada de Washington aparece aquí hoy en el sitio
oficial de Facebook del segundo.
La misiva circula horas después que Morsi subrayara en una entrevista
de prensa que mientras no se logren "la paz y la justicia para los
palestinos, el acuerdo (paz egipcio-israelí de 1979) permanece
incumplido".
Los
lazos entre El Cairo y Washington, privilegiados durante los más de 30
años de gobierno del expresidente Hosni Mubarak, atraviesan por un
periodo de frío polar desde el ascenso al poder de Morsi el 30 de junio
pasado.
Mubarak fue obligado a renunciar el año pasado por
semanas de tumultuosas protestas públicas que parecen haber tomado por
sorpresa al gobierno de Estados Unidos y al propio Obama, que hasta el
último momento apoyaron a Mubarak, condenado este año a cadena perpetua
por crímenes de lesa humanidad.
El enfriamiento descendió más
por la difusión de fragmentos de una película filmada en Estados Unidos
que ofende la memoria del profeta Mahoma y el subsiguiente estallido de
protestas frente a la Embajada estadounidense aquí, inicio de una
reacción en cadena de manifestaciones antinorteamericanas que continúa
en el mundo islámico.
Washington recordó a El Cairo que su deber
es proteger las sedes diplomáticas; el canciller egipcio declaró que la
cinta es una ofensa para los islámicos y que debía ser proscrita, en
una suerte de diálogo de sordos.
En rigor, Morsi era el
candidato menos potable para Washington en las elecciones
presidenciales egipcias de mayo y junio pasado, debido a su condición
de miembro de los Ajuan Musulmín (Hermandad Musulmana, árabe) un ente
de inclinación islámica proscrito durante la era Mubarak.
En la
plataforma de los Ajuan aparece el rescate de los valores tradicionales
en la sociedad egipcia como país musulmán y la defensa del derecho de
los palestinos a un Estado independiente propio.
Ahora, como
otro factor de complicación, Egipto anunció el apoyo irrestricto a la
petición palestina de solicitar el cambio de su estatuto en la ONU de
observador al de país no miembro, una decisión que Washington se
propone torpedear por todos los medios a su alcance.
El año
pasado la Autoridad Nacional Palestina gestionó su adhesión al
organismo mundial como miembro pleno, pero fue en vano debido al
intenso cabildeo de Washington en el Consejo de Seguridad, del que es
miembro permanente y por lo tanto con derecho de veto.
En ese
contexto llama la atención que Obama desestimara encontrarse con Morsi
cuando ambos coincidan en las sesiones del LXVII periodo de sesiones de
la ONU, en lo que habría sido su primer contacto.
Washington ha
invertido miles de millones de dólares en ayuda militar, sustentada por
un apoyo diplomático persistente, en construir una relación
privilegiada con Egipto.
Aunque ambas partes se han esforzado
por mostrar una imagen de normalidad, es obvio que la coordinación está
reducida al nivel imprescindible y podría descender aún más si el
aspirante republicano a la presidencia norteamericana, Mitt Romney,
llega a la Casa Blanca, a creer por sus declaraciones sobre el tema.
ocs/msl |
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