
América para los americanos, 1823), los políticos de Washington inventaron el día de
las Américasel 14 de abril de 1890 para justificar el saqueo, las invasiones y la explotación de los pueblos al sur del río Bravo.
Doctrinariamente, el panamericanismo
 se puso al día a inicios de la llamada guerra fría, cuando a raíz de un levantamiento popular (bogotazo
),  los gobiernos echaron a andar la Organización de Estados Americanos en  un garaje privado de la capital colombiana (OEA, 1948).
Muchas efemérides de los 14 de abril surgieron de hechos notables y  algo proféticos. En la del sábado pasado, por ejemplo, los  estadunidenses evocaron con más enjundia el hundimiento del Titanic (1912) que el asesinato de Abraham Lincoln (1865), y en Cartagena se inauguró la sexta cumbre de las Américas
, donde Shakira olvidó estrofas del himno nacional de su país.
A tono con la macdonalización global, la filantropocapitalista que dice amar a los niños de las Américas
 declaró: Es que viví muchos años en Argentina, y ahora resido en España
.  Y el presidente Obama también se enredó con Maldivas, Malvinas y  Falklands, en tanto sus agentes secretos humillaban a las bellas  cartageneras que les enseñaron algo más que seguridad
 y tiro al blanco.
Entrevistado por el Grupo de Diarios de las Américas
 (coalición del Partido Único Mediático
 liderado por la mafiosa Sociedad Interamericana de Prensa), Obama se explayó en expresiones trilladas, como la libertad de expresión
.  Sin embargo, a Cristina Fernández de Kirchner le regaló un comentario  revelador, luego que la presidenta le mostrara los titulares de La Nación y Clarín que trataron de un modo negativo el encuentro bilateral entre ambos. “I can’t believe it!”, dijo.
Simultáneamente, en la fachada del ayuntamiento de Donostia (País  Vasco), una bandera republicana conmemoró una causa que continúa viva  (1931) y en Madrid el rey de todas las Españas
 ingresaba al hospital puteando a los elefantes que no pudo exterminar en Bostsuana, así como al diario Página 12  de Buenos Aires, que publicó el conocido cuadro que muestra a Colón  pisando tierra firme, pero con el estandarte de la petrolera Repsol.
Con la sabiduría burilada a lo largo de decenios, Fidel Castro dio a conocer un texto muy breve que empezó a circular a las 9:58 (hora de Cuba) de aquel día, y en momentos en que la secretaria de Estado Hillary Clinton entraba al café Havana de Cartagena para bailar el mambo, la cumbia y el son.
En Realidades edulcoradas que se alejan
, Fidel nos  recordó el drama “…de los países de este hemisferio, que a lo largo de  los siglos fueron colonizados y cruelmente explotados por las potencias  coloniales”.
Un asunto que en Ecuador retomó actualidad. Según el historiador  ecuatoriano Jorge Núñez, el gobierno de Rafael Correa (quien no  concurrió a la cumbre
) acaba de plantear que su país y otros de  América del Sur son los verdaderos dueños del tesoro que iba en el barco  de guerra español Nuestra Señora de las Mercedes, atacado por barcos ingleses y hundido en 1804 en las costas portuguesas.
Nuñez explicó que el tesoro del Mercedes (rescatado ilegalmente y en secreto por la empresa estadunidense Odyssey Marine) fue devuelto por la justicia de Estados Unidos a España y hoy es reivindicado por varios países sudamericanos. El tesoro pesa 17 toneladas y “…está formado por más de 500 mil monedas de oro y plata, acuñadas en la Casa de Moneda de Popayán (Colombia)”, aunque con metales que en su mayor parte provenían de minas ecuatorianas, bolivianas y peruanas.
En las Américas
, parecería que México vuelve a jugar el rol de la Nueva España
,  cuando se pasean, con total impunidad, los políticos fascistas del  Estado español. Mientras que por acá y por allá, en las naciones del  centro y el sur, el Pentágono consolida el anillo de bases militares,  mercenarios y expertos en seguridad
 que contrata para sojuzgar los procesos de emancipación nacional y democratización social.
Por si faltaba más, el 14 de abril pasado las mafias venezolanas y cubanas se fusionaron en Miami en un evento público que contó con el respaldo de la jefa del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso, Ileana Ros-Lehtinen, el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe, el títere golpista de Honduras Roberto Micheletti, y el fascista venezolano Alejandro Peña Esclusa, jefe del grupo ultraderechista Unoamérica.
Por sobre la ideología que guía su pensamiento, Fidel fue claro al advertir de lo que ningún presidente habló en la Cumbre de Cartagena: la irresoluble crisis del capitalismo mundial, y el peligro de una guerra que a los países imperialistas poco les importará si median armas nucleares.
El artículo de Fidel quedará, en suma, como adenda y acta de defunción de estos aquelarres que desde la primera cumbre iberoamericana
 (Guadalajara, 1991), y de las Américas
  (Miami, 1994), le permitieron a España y Washington cotejar la  estulticia política y el servilismo ideológico de los que, con honrosas  excepciones, aseguran representar la voluntad de nuestros pueblos.
 
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