El periodista cubano residente en Miami Miguel Fernández, quien ha estado colaborando recientemente con La pupila insomne ha denunciado que a partir de que esa publicación diera a conocer su texto ”Nos traicionaron”, dice Reina Luisa Tamayo, que ya no llena titulares en la prensa de Miami ” ha comenzado a recibir una “ola de amenazas, incluso contra la vida”.
Fernández denuncia en su blog Cuba, La Isla Infinita que los autores de tales actos buscan romper su tranquilidad y su derecho a expresarse.
Como bien señala nuestro colaborador, el texto de referencia que publicamos también en Cubadebate acompañado  del video con las declaraciones de Reina L. Tamayo, “no excede  los  límites de las declaraciones hechas por la señora Tamayo y en muchos de  sus párrafos, se citan casi textualmente sus propias declaraciones  cargadas de nostalgia, dolor y resentimiento contra grupos y personas  que manipularon su estancia en Miami”.
Pero al parecer, la amplia difusión  que tuvo en numerosos espacios  de Internet ha irritado a sectores extremistas  de origen cubano  radicados en EE.UU.
“Nada dudo de quienes se prestan para este trabajo sucio. Hay un  largo historial de víctimas fatales por el solo hecho de pensar  diferente a esa facción extremista que pretende seguir imponiendo su  pensamiento contra Cuba y su pueblo.”, expresa en su texto el  periodista.
“El fanatismo intolerante de los exiliados recalcitrantes de Miami  provocó el asesinato en Miami de Luciano Nieves Mestre, el 21 de febrero  de 1975; del joven emigrado cubano Carlos Muñiz Varela, el 28 de abril  de 1979, en las calles de San Juan, Puerto Rico, y del activista Eulalio  José Negrín Santos, en 1979, que cayó abatido a tiros ante los ojos de  su hijo de 12 años, en las calles de New Jersey, todos, por tratar de  conseguir un acercamiento con la Patria que los vio nacer”, añade.
Recuerda Fernández que “otros periodistas cubanos, en Miami o en  Cuba, también son objetos de amenazas contra su vida y su integridad  física, solo por tener un pensamiento diferente a quienes suponen que la  Revolución cubana y los millones de seguidores que dentro de la isla la  respaldan y sostienen, tienen que desaparecer”; y agrega: “Estar lejos  de la Patria, y sostener un rincón de lealtad a su pueblo, es un acto  sacrílego para los que solo saben hablar con el lenguaje de las pistolas  y las bombas. Pero aquí estamos, sin claudicar ni rendirnos”.
(Tomado de La pupila insomne)
 

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