
Al  menos unos 300 palestinos, 200 de ellos niños, perdieron sus hogares  este martes luego de un ataque perpetrado en horas de la madrugada por  las fuerzas de ocupación israelíes a la aldea de al-Arakib, ubicada en  el sur del país, de acuerdo a la agencia de noticias árabe-siria SANA.
El Comité Popular de Al Arakib, una de las 45 localidades beduinas en  Israel, denunció en un comunicado que un despliegue de mil 500 policías  con la ayuda de helicópteros y excavadoras, demolieron las viviendas  que conformaban el poblado y donde residían más de 300 personas.
El portavoz policial, Miki Rosenfeld, cifró en “más de 200″ la cifra  de beduinos evacuados (minoría árabe de origen nómada que en algunos  casos habita la zona desde hace siglos) y subrayó que la operación fue  llevada a cabo en base a una orden judicial emitida hace once años y que  aún no había sido aplicada.
Algunos beduinos poseen títulos de propiedad previos a la creación en  1948 del Estado judío, los cuales suman un 27 por ciento de la  población del Neguev (desierto de Asia en el sur de Israel), pero tan  sólo ocupan un tres por ciento de su territorio.
Al tratarse de localidades “no reconocidas”, todas sus  construcciones, presentes o futuras, son ilegales, de ahí la sentencia  judicial.
La intención de las fuerzas de ocupación es reducir al máximo la  presencia de los palestinos en los poblados e incrementar el mayor  número de israelíes en la menor extensión de tierra posible.
Fuentes locales dieron a conocer que las fuerzas israelíes entregaron  en la madrugada de este martes avisos de demolición a ocho familias  palestinas con el pretexto de empezar una construcción por parte de las  autoridades de la ocupación en Cisjordania.
Agencias
 
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